Por Redacción
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios recordó este martes los 20 años de las jornadas «No al ALCA» que se llevaron adelante el 4 y 5 de noviembre de 2005, en el marco de la Cumbre de las Américas de Mar del Plata. Aquel encuentro estuvo encabezado por los presidente Néstor Kirchner de Argentina, Lula Da Silva de Brasil y Hugo Chávez de Venezuela. Por entonces, se acordó la defensa de la autodeterminación de los pueblos ante el intento de Estados de Imponer un Área de Libre Comercio para beneficiar sus propios intereses y a sus empresas transnacionales.
A través de un comunicado, APYME señaló que «hoy, al igual que hace dos décadas, la Argentina enfrenta nuevamente una política que subordina el interés nacional y regional al interés de los Estados Unidos».
«Esto sucede bajo un esquema mundial multipolar con fuerte peso de los BRICS y con un gobierno local como el de Milei y sus aliados, que ante una inminente debacle solicitó la intervención directa del presidente Trump sobre los resortes de decisión económica y política de la Nación, lo que incluyó una insólita injerencia en el reciente proceso eleccionario», resaltó la entidad empresaria nacional.
Del mismo modo, indicó que «en este nuevo contexto internacional las industrias, las áreas y recursos estratégicos y las cadenas de suministro están en disputa, lo que condena de antemano al fracaso a un proyecto neo colonialista que no sólo amenaza con destruir la estructura productiva nacional, sino también nuestra moneda y la capacidad del país para tomar decisiones autónomas sobre su presente y su futuro».
Por otro lado, enfatizó: «A dos décadas del triunfo de Mar del Plata, APYME vuelve a levantar las banderas de la soberanía, la integración regional y los acuerdos estratégicos con todos los países, siempre que garanticen el fomento de las economías locales, la industria, las Pymes, el empleo y la diversificación de exportaciones con alto valor agregado».
Asimismo, subrayó que «recordar hoy el «No al ALCA», está lejos de un gesto nostálgico. Se impone como un llamado urgente a la dirigencia y a la sociedad, el empresariado local, las cooperativas, el trabajo y la producción a rechazar toda política que pretenda hipotecar de cualquier forma a la Argentina bajo proyectos de poder totalmente ajenos a un genuino proyecto de desarrollo nacional, que sólo es posible con soberanía e inclusión social».