Por Redacción
Envalentonado por el resultado electoral y después de una postergación demagógica, Milei dispuso un un nuevo incremento de los impuestos a los combustibles líquidos y Dióxido de Carbono, la medida fue impulsada a través de un decreto y comenzará a regir a partir del 1° de noviembre. La medida establece una suba de $15,56 por litro en la nafta y de $12,64 en el gasoil, se espera que el la suba impositiva tenga impacto en el precio al consumidor que, como ocurre siempre, es el termina por pagar el valor de los incrementos y beneficio de los empresarios.
El Ejecutivo libertario había decido, en octubre, postergar los aumentos para no generar una reacción negativa en los votantes en el marco de las elecciones de medio término . Esa decisión provocó cuestionamientos por parte de especialistas que calificaron la maniobra como una “gestión fiscal cortoplacista”. Desde la Secretaría de Energía, se sostuvo que la postergación buscaba “estimular el crecimiento”, aunque el efecto inmediato fue concentrar la suba en noviembre, junto con el impacto de la devaluación acumulada.