Pensamiento Nacional

El primer juego olímpico del peronismo

*Por Osvaldo Jara

La Nueva Argentina de Juan Perón respaldó al deporte en todas sus facetas. La participación en los Juegos Olímpicos de Londres evidenció el gran momento de la actividad. Breve recorrido por la competencia que le trajo importantes logros deportivos a nuestro país.

Esta semana comenzaron en Tokio los Juegos Olímpicos en su edición 2020. Argentina cuenta con una nutrida delegación y con buenas posibilidades de medallas. Desde los Juegos de París (1924) la albiceleste tiene una larga historia en esta competencia. Sin embargo, fue con el peronismo cuando el Estado tuvo una real presencia. Los Juegos Olímpicos de Londres (1948) resultan paradigmáticos en este sentido.

El gobierno de Juan Domingo Perón fue el primero en entender al deporte, la actividad física y la recreación como parte fundamental para el desarrollo comunitario. Implementó una política apuntada a ensanchar la base de deportistas; la alta competencia fue parte de esta planificación.

En esta etapa los atletas argentinos se desempeñaron en importantes competencias. Las instituciones fueron imprescindibles para el funcionamiento de la comunidad deportiva, la Confederación Argentina de Deportes/Comité Olímpico Argentino (CADCOA) tuvo la responsabilidad de organizar el circuito. El Estado facilitó herramientas para que los mejores deportistas se destacaran el plano nacional e internacional. La performance de nuestros atletas de elite no se produjo al margen de lo que ocurrido con el deporte en general.

Los Juegos Olímpicos de Londres (1948) fueron los primeros realizados durante el periodo justicialista. Se desarrollaron luego de una larga espera por la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa intentaba recomponerse de una ruinosa situación económica y social.

A la ciudad europea viajaron doscientos cuarenta y dos atletas, once de las cuales fueron mujeres. Allí hubo notables deportistas que descollaron en el circuito nacional. Hasta ese entonces, el desarrollo de la comunidad deportiva se produjo sin una intervención central del Estado. El gobierno nacional dispuso que viajara la mayor cantidad de deportistas posibles, como fue el caso del atletismo.

El boxeo obtuvo tres medallas, siendo el deporte que aportó mayor cantidad de logros. En peso mosca Pascual Pérez ganó la presea dorada venciendo al italiano Spartaco Bandinelli. El argentino comenzaba a destacarse; sería el primer boxeador argentino en darle un título mundial a nuestro país. Rafael Iglesias también obtuvo el oro en la categoría pesado al vencer al sueco Gunnar Nilsson, mientras que Mauro Cía ( semipesado) consiguió el bronce.  El buen rendimiento del pugilismo argentino fue ratificado por dos diplomas olímpicos.

El atletismo otorgó notables triunfos. El 7 de agosto de 1948 Delfo Cabrera ganó la maratón corriendo por las calles londinenses, su corrida en los metros finales se produjo ante la emoción de los pocos compatriotas que lo esperaban en el estadio de Wembley. El buen rendimiento del argentino fue confirmado por sus compatriotas Eusebio Guiñez y  Armando Sensini, quienes llegaron en la quinta y novena posición, respectivamente.

Otra atleta de gran labor fue Noemi Simonetto, quien obtuvo la medalla de plata en salto en largo. La húngara Olga Gyarnati la superó en el último intento, cuando los fotógrafos estaban con la argentina. Simonetto fue la primera sudamericana en lograr una medalla en competencias olímpicas.

En tiro pistola rápida de 25 metros Juan Enrique Sáenz Valiente conquistó la presea plateada. Fue vencido por el húngaro Károly Takáks, quien durante la Segunda Guerra Mundial perdió su mano derecha en combate.

Argentina tuvo una gran actuación con la obtención de siete medallas: tres de oro, tres de plata y una de bronce. Asimismo se obtuvieron catorce diplomas olímpicos en deportes como lucha grecorromana, atletismo, natación, esgrima y hochey sobre césped, entre otros. En este certamen se levantaron los cimientos del seleccionado nacional de básquetbol, equipo que dos años más tarde ganó el Primer Campeonato del Mundo organizado en nuestro país.

En estos juegos Argentina se ubicó en la décimo cuarta posición del medallero general.

Durante la etapa peronista también se jugaron los Juegos Olímpicos de Helsinski (1952), con una gran participación y una nutrida delegación nacional. En dicha edición compitieron jóvenes deportistas con buenas actuaciones, como el caso del pesista Humberto Selvetti.

El emblema

Delfo Cabrera fue el emblema de la cultura peronista del deporte. Este atleta, nacido en la localidad santafecina de Amstrong, fue militante de base y promovió la actividad a todos los sectores. Además de sus dotes como deportista fue un dirigente compenetrado con su época. Era consciente de la importancia de diversificar y promover la práctica deportiva. Entre otras acciones fue fundador del Ateneo Deportivo Juan Perón, club que funcionaba a la vuelta de su casa de Sarandí,

Cabrera sufrió las consecuencias de ser un peronista incondicional. Luego de la caída del gobierno justicialista fue perseguido tenazmente. Lo despidieron de su trabajo, intentaron detenerlo y quitarle su casa. Durante mucho tiempo debió vivir de la ayuda de sus familiares y amigos al no conseguir empleo. Vivió hasta el último momento de su vida profesando su vocación como un hombre del campo nacional y popular.

Los Juegos Olímpicos de Londres evidenciaron el gran momento del deporte argentino. Nuestra delegación llevó una importante cantidad de atletas y fue acreedora de importantes medallas. No era producto de la causalidad sino que resultaba el emergente de la Nueva Argentina.

 

 

*Periodista: Autor de Peronismo y Deporte

23/7/2021

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