Pensamiento Nacional

Voto en blanco y peronismo

*Por Damián Descalzo

En estas horas algunos compañeros debaten sobre el uso del “voto en blanco”, como una manifestación propia del peronismo. Considero necesario recordar algunos hechos históricos relativos a este tema. El voto en blanco nunca fue una clara posición de Perón. Pero incluso cuando fue utilizada parcialmente, se produjo en momentos donde el Movimiento Nacional Justicialista estaba efectivamente proscrito.

En el actual escenario electoral se oficializaron decenas de listas, muchas de las cuales estuvieron integradas por miembros del Movimiento Peronista. Ha sido el pueblo argentino,-el único heredero de Perón-, quién decidió que algunas quedaran en el camino y otras, definitivamente más representativas, siguieran adelante.

Ahora paso a repasar sucintamente la vinculación del “voto en blanco” con el Peronismo.

1957: El gobierno gorila encabezado por Aramburu (quien demostró ser mucho más malo que Lonardi y que prohibió a la CGT, mientras que Lonardi impulsaba el diálogo con ella a través de su ministro de Trabajo, ligado a los gremios) decide medir el ánimo popular y llama a elecciones de Convencionales Constituyentes para julio de ese año. El Peronismo está proscrito y no puede presentar listas. Se debate sobre qué hacer. Un sector entiende que hay que votar en contra del mal mayor (que era el gobierno de Aramburu y cuya opción política más cercana era la UCRP).

En esa línea estaban Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz, entre otros, quienes entendían que la opción menos mala estaba representada por la UCRI, liderada por Frondizi, quien en 1956 había defendido el Modelo Sindical Argentino, -eliminado por Aramburu- y estaba postulando la creación de un Frente Nacional y Popular. Pero, desde otro lado, se proponía llamar a votar en blanco o directamente no ir a votar (la abstención). Entre ambas posiciones osciló Peron en los meses y días previos a la elección. Al final optará por la abstención pero ya se habían dirigido directivas en ambos sentidos. El voto en blanco triunfará. Pero luego de esa oportunidad, reconocerá el error cometido y jamás impulsará el voto en blanco porque se verificó errónea esa posición.

Aquella vez, decíamos, ganó el voto en blanco (+24%), por pequeña diferencia ante la UCRP (el sector mas gorila del radicalismo) y tercero, también cerca, (21%), la UCRI. El voto en blanco fue funcional, entonces, a la victoria de la UCRP en las elecciones constituyentes y fue ese sector el que validó la farsa constituyente de 1957. En cambio, el bloque de la UCRI, junto a pequeños bloques neoperonistas, se retiraron de la Convención luego de peticionar que se declare su nulidad y no ser atendidos.

1958: Tan claro fue que Perón consideró un error la promoción del voto en blanco que esa táctica fue abandonada a los pocos meses, y Perón firmó un acuerdo electoral con la UCRI y mandó a votar a su líder (Frondizi) para las presidenciales de febrero de 1958. De ese acuerdo podemos rescatar dos hechos muy relevantes: los sindicatos y la CGT volvieron a manos del Peronismo. Asimismo, el gobierno de Frondizi restableció el Modelo Sindical Argentino, a través de la Ley 14.455.

1963: Ante un nuevo escenario electoral con el peronismo proscrito, Perón no decide promover el voto en blanco, sino que busca llegar a acuerdos con diferentes armados políticos con los que podía tener mayor cercanía (en la política real se actúa así, de acuerdo a las posibilidades que se tengan y no por voluntarismo). Pero todas esas posibles candidaturas (Matera, Solano Lima, etc.) cayeron en la proscripción.

Así las cosas, el voto en blanco fue utilizado por muchos peronistas como una jugada de último momento y fue la opción más votada. Pero también hubo peronistas que votaron a la UCRI, a la DC y hasta a la UCRP, porque en las elecciones de julio de 1963 había una opción todavía peor; el mismísimo líder del sector más gorila de Revolución Libertadora, Pedro E. Aramburu, presentó su candidatura.

A su vez, el gobierno de Illia también intentó atacar al Movimiento Obrero pero fue derrocado antes que logre su cometido. Vale la pena recordar que, en 1965, el Peronismo pudo presentarse en las elecciones legislativas de ese año, y las ganó usando la sigla UP, la misma, casualmente, que hoy representa a la mayoría del Movimiento Peronista.

Santo Tomás de Aquino indica, en su obra más eminentemente política, que se debe evitar el mal mayor. La historia argentina, -y la historia del peronismo en particular-, son un buen ejemplo práctico histórico de aquella enseñanza.

Gracias a Dios la inmensa mayoría del pueblo peronista y sus diferentes representaciones, tienen claro que no son tiempos para indiferentes. En particular, celebro la posición del Movimiento Obrero que apoya, enfáticamente, a través de las diferentes organizaciones sindicales, a la fórmula presidencial de Unión por la Patria.

 

 

 

* Magister en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales. Autor de los libros: Haciendo Justicias Juntos. General Leal: Héroe del Polo Sur y prócer de la Patria Grande y de ¿ Cómo se gestó el peronismo?, Dios, Patria y Justicia Social.

 

 

20/9/2023

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