Opinión

Nido de ratas

Por Gustavo Ramírez

La devaluación de la palabra está imbricada con la degradación de la democracia. Eso exponen de manera obscena quienes paradójicamente afirman defender la libertad y al mismo a la República. Por estas horas el realineamiento interno en las estructuras de la oposición solo sirvió para evidenciar la desesperación del representante libertario y poner en el centro de la escena al verdadero culpable de la crisis actual, el ex presidente de Mauricio Macri.

La reafirmación, por parte del actual Ministro de Economía, Sergio Massa de construir una nueva etapa política en el país a partir de la convocatoria de un gobierno de unidad nacional y la clausura de la grieta, desajusta el mandato electoral de la nueva colación concertada por el dudoso ingeniero y el otrora anarco-capitalista y hoy mero neoliberal, Javier Milei.

Macri repite viejos latiguillos y pretende instalarse como representante de un liberalismo rancio que no ha podido hacer pie en el conjunto social. El ex mandatario cuenta con una imagen negativa que asciende, según distintas consultoras, al 70 %. Al mismo tiempo, desagrega valor a su propio identidad política en tanto y cuanto demuestra, en cada oportunidad que tiene, que lo único que le importa es la instalación de un gobierno autocrático como paso previo para la reorganización de una plutocracia que reasegure el designio del negocio por encima de los intereses nacionales.

En tanto, Milei, después de haber recibido el golpe electoral no tuvo capacidad de comprender el lenguaje de la urnas y reafirmó su condición de subordinado con el sistema que decía combatir. Sin palabra, sin arraigo territorial, sin contención verbal y sin conducción sobre su propia tropa, quedó en oferta y puso de remate su propio capital política. Aún así, esto no significa que esté fuera de la pelea. Pero parece más grogui que recuperado. Sobre todo porque su alianza con Macri y sus esbirros agujerea su base electoral.

Es cierto que por estas horas nada resulta demasiado lógico. Los tres exponentes de la oposición decidieron actuar más como payasos de la política que como profesionales en el mismo campo. Dinamitaron todo y se lanzaron a hacer campaña en base a operaciones infantiles pero dañinas. Una miserable costumbre ejercitada por el adalid de la traición, Mauricio Macri. Que en el colmo de la cobardía y la bajeza, utiliza a su hija para justificar sus actos de bajos instintos.

No debería sorprendernos si tomamos distancias histórica. Pero de eso saben muy poco, tanto Milei como Macri. Vulgares repetidores de frases hechas que no suelen distinguir la causa del efecto. Las artimañas que utilizan sirven para desnaturalizar el contenido de sus propuestas, que se parecen más a sofismas de café que a proposiciones electorales. Así como sus predecesores bombardearon la Casa Rosada, y asesinaron a ciento de argentinos, hoy no tienen empacho en dinamitar al país si es necesario.

Por estas horas, consignas mediáticas como “desabastecimiento de nafta” o “falta de insumos médicos” se emparentan con el “son todos chorros” o el “Massa es la continuidad del kirchnerismo”. Todas estas apreciaciones se sustentan sobre bases aparentes. El mejor ejemplo de ello es la exposición mendaz que realizó el último sábado el mal llamado periodista de la Nación +, Luis Majul. En una nueva demostración de que siempre se puede caer más bajó en la condición de miserabilidad política y humana, pretendió instalar sin prueba alguna la idea de que en el último proceso electoral sea realizó algo que denominó “micro fraude”. No importa la verdad, importa el efecto de la mentira.

La apelación negativa reaviva la emotividad horadada del sujeto que se irrita con facilidad en función de desconocer la causa de los hechos. La amplificación de frases sueltas como “qué país de mierda” refuerzan la idea de una identidad moral superior que terminará capitalizada por los agentes de la campaña de marketing de dichas coaliciones políticas. Lo que evitan estas operaciones es dar cuenta de los problemas internos que afrontan los apóstoles de la zoología electoral por su traición.

Al mismo tiempo, y por las dudas, el empresariado de alimentos, así como los representantes de las petroleras también volvieron a la escena para atizar el fuego social con aumento de precios que no se ajustan a la demanda y obedecen a meros movimientos especulativos. En las últimas horas aumentaron la carne y el pan.

Una vez más no hubo un explicación económica que al menos justifique el daño que se le produce a las y los consumidores. Vale añadir que los pequeños comerciantes también juegan el juego del escorpión y carecen de mirada en perspectiva. Más aumentos de precios no redundaran en mayores ventas. Por lo que en el fondo se siguen pegando tiros en el pie.

De la misma manera que en la primera vuelta, Sergio Massa, tiene los mismo desafíos por delante. No puede desviar los ejes de su campaña ni las acciones de gobierno. Los márgenes son muy pequeños aunque está claro que el humor social no es el que describe la oposición. Por el momento, se eligió optar por la preferencia de exponer las contradicciones del trío dantesco. Al mismo tiempo, se articula con el cuerpo de radicales que se vieron agredidos y traicionados. Cada paso es medido y pensado. El Ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria no está dispuesto a regalarse.

Massa recibió el apoyo de gobernadores y de intendentes. Milei hace mérito para que cada vez sean menos los apoyos políticos  a su lado. Tiene al mismo tiempo problemas con la financiación de la campaña. Después de la derrota en primera vuelta que reconoció a medias, emprendió un tour por medios afines para tratar de rejuntar a la tropa dispersa, pero las tenciones internas por su movida unilateral, no conmueve a sus acólitos. Muchos se resisten a que Macri los parasite.

Según fuentes consultadas para esta nota, en el Ministerio de Economía no se descartan medidas tendientes a reforzar la estructura de ingresos. Se supo que el Banco Central usará yuanes para  el próximo vencimiento con el FMI, de esta manera cuenta con cierto oxígeno para consolidar aspectos relacionados con los ingresos. Pablo Moyano, este lunes, no descartó la posibilidad que se anuncien medidas en tal sentido.

Por otro lado, Roberto Lavagna trabaja junto a tres equipos económicos para desarrollar el programa de política económica a partir del 10 de diciembre si Massa se impone en el balotaje. Ese armado cuenta con cuadros de Frente Renovador, el kirchnerismo y la Liga de Gobernadores. Cabe señalar que el ex ministro de economía no ejercerá ningún cargo en el futuro gobierno, solo coordina los equipos de trabajo.

El último domingo el Candidato participó en Tucumán del acto de jura del gobernador electo Osvaldo Jaldo. Allí conmemoró los 40 años de la elección de 1983 que consagró a Raúl Alfonsín como presidente y que dio inicio al actual período democrático. En ese contexto Massa citó el preámbulo de la Constitución Nacional como un gesto simbólico de cara a la reconfiguración del pacto democrático amenazado por Milei, Bullrich y Macri.

La apariencia de unidad que intentan mostrar públicamente Macri y Milei se esfuma como un soplido en el aire. El armado deficiente denota una atmósfera de desconfianza mutua y deja traslucir que ninguno de los dos esbirros reaccionarios tendrá empacho de traicionar a propios y extraños para morder una tajada del pastel. Roma no paga traidores.

En estas condiciones está claro que dar un salto al vacío redunda en un suicidio político. Sobre todo si se observa el campo geopolítico donde las tensiones se agitan en base al desarrollo de una tercera guerra mundial “en partes” como afirma el Papa Francisco y las hegemonías se derrumban lentamente. De ahí que las proposiciones neoliberales de Macri y Milei envejecen mal. En un estadio autocrático al servicio de la plutocracia internacional no habrá mayor libertad y mucho menos bienestar social.  Milei y Macri juegan el juego de las lágrimas nostálgicos del país insufrible.

La síntesis del momento actual puede resolverse en el pensamiento de Alberto Badrich, pensador nacional y activo funcionario de los gobiernos peronistas: “Originada la economía en una cosmovisión interesada y utilitaria, enfoca al mundo, a la comunidad política y al prójimo como campo de explotación. La política en cambio, surge de una primaria apetencia de mando, que se subordina a un ideal humano justificado por la justicia, para organizar la sociedad y llevarla al despliegue y desarrollo integral en pleno de lo que, como destino, siente arder en su ser”.

 

 

 

 

 

 

30/10/2023

 

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