Por Gustavo Ramírez
Con la creación de Radio Nacional el peronismo buscó la democratización de la comunicación a través de un mecanismo de difusión que revalidara la cultura y el pensamiento nacional. Ese acto tuvo un impacto directo en desarrollo estratégico de la soberanía comunicacional, así como también demostró que el Estado podía poner al servicio del bien común el uso tecnológico.
En el año 1950, bajo ese paradigma, se inauguró la Planta Transmisora de Pacheco. Desde entonces las injerencias políticas e ideológicas desnaturalizaron el proyecto originario del peronismo. El impacto más significativo lo tuvo la gestión neoliberal del macrismo donde llevó a su mínima expresión al significado que tienen los medios públicos en un proyecto de país consolidado en el bienestar general.
El predio de Pacheco, que en la actualidad cuenta con ochenta hectáreas, producto del vaciamiento y entrega del patrimonio nacional realizado por el menemismo durante la segunda década infame, es un universo único donde se almacenan recuerdos y fantasmas de un país posible. Entrar en esos terrenos es aventurarse a un mundo donde el tiempo parece estar detenido. No obstante, el edificio, enquistado en el corazón del campo amplio, preserva una memoria colectiva que pega de lleno en la mirada histórica del visitante.
Es curioso, la primera impresión que el visitante tiene es estar inmerso en uno de esos extraños edificios de las películas que reflejan las postales de la guerra fría. Sin embargo, una vez dentro, el país peronista de finales de los ´40 y principio de los ´50, rompe con la gélida percepción primigenia.
El presente es muy distinto al principio histórico. La Planta Transmisora de Radio Nacional cuenta con una dotación de 18 trabajadores de las cuales 13 son operadores que distribuyen su tiempo en tres turnos. La mayor cantidad de trabajadores se concentra en el turno de la mañana. La operativa nunca se detiene. Se transmite las 24 horas, los 7 días de la semana, durante todo el año. El personal es efectivo y la mayoría cuenta con una antigüedad de entre 20 y 30 años de servicio.
El reflejo de las sucesivas crisis se puede observar en la pérdida de puestos de trabajo. Esto afecta a la actual dotación porque los diversos espacios laborales que se perdieron por traslados, retiros voluntarios o jubilaciones, no han sido cubiertos. Hay entre 200 y 300 horas de trabajo que son cubiertas con horas extras lo que afecta al servicio a partir de la recarga horaria que padecen que padecen los Operadores para mantener el servicio. La Planta Transmisora también opera como un centro de distribución logística. Allí se recepcionan los distintos materiales requeridos por la diversas filiales Radio Nacional.
II
Alejandro Petrecca es el jefe de la Planta Transmisora de Pacheco, entró a trabajar en el ámbito radiofónico el 14 de abril de 1986. Cuando habla deja traslucir su pasión por lo que hace. Del mismo modo nos hace saber que para él su trabajo contiene una gran responsabilidad, así como siente que es un deber ético. Con el mismo orgullo se identifica como afiliado de AJEPROC.
“Ingresé con la idea de compenetrarme en el mundo de la radio” cuenta. A medida que se adentra en la charla, su relato crece en intensidad: “Yo no era de radio, sí era técnico mecánico. Cuando empecé tuve jefes muy criteriosos que me fueron enseñando partes de las tareas y después me invitaron a hacer capacitación y el curso de operación técnica de planta transmisora en el ISER”.
En el predio existen siete viviendas para técnicos. Petrecca vive allí desde el año ´90. Su identificación con el trabajo es plena. Cuando habla sobre lo que hace su tono denota alegría, se podría aventurar que su profesión lo completa, lo llena. Si bien es jefe, no lo parece. Sus compañeros y compañeras lo tratan con cercanía y él lo retribuye con un trato cordial. No siempre es fácil que el personal superior se identifique como trabajador, pero este no es el caso.
El responsable de la Planta sostiene que esta labor “es mi casa” y agrega “para mí es un desafío técnico cada día, es una alegría contar con pequeños logros diarios y junto con el equipo técnico poder llevar adelante un proyecto de difusión, de transmisión”.
III
En 1950 Radio Nacional comenzó a brindar el servicio de transmisión de onda corta. En el 2017 el último transmisor sufrió una avería lo que obligó a cortar las emisiones, dado que ninguno de los equipos volvió a ser condicionado para brindar el servicio.
Alejandro explica que “la onda corta permite tener un panorama a nivel mundial. Radiodifusión Argentina al Exterior es una difusión de bandera. Es una necesidad de soberanía, a su vez es dar a conocer y difundir nuestra cultura al mundo”.
Entonces reflexiona: “En realidad Radio Nacional es un servicio al poblador originario de nuestro país, lo que hace es difundir la cultura argentina, cosa que a los demás no les da rédito. Nosotros damos un servicio del Estado para el Estado. No es un servicio público para gobiernos. Nosotros, lo que tenemos que hacer es tener una programación abierta, federal y que capte a la gente que dejó oírnos porque la programación no era acorde para lo que fue creada Radio Nacional”.
IV
Radio Nacional tiene filiales a lo largo de todo el territorio nacional. Una de ellas es Arcángel San Gabriel, en base Esperanza de la Antártida. A fines de 2019 Petrecca pasó allí casi 50 días. Fue a reparar un transmisor que él mismo instaló junto a Julio Palaia, técnico de la emisoaen el año 1999.
Desde allí, a través de un transmisor de onda corta, LRA 36 se comunica con el mundo. El estudio y la planta de transmisión dependen del ejército argentino. Radio Nacional suministra equipos “periféricos de audio, hacemos los enlaces de audio y suministramos computadoras, híbridos de enlaces telefónicos, entre otros insumos” comenta Alejandro. Al mismo tiempo afirma que “el contenido que se genera es producido por mujeres auxiliares, esposas de los militares que van a hacer la campaña antártica”
La radio cuenta con un operador y dos locutoras que también pasaron por el ISER, donde hicieron el curso de locución y contenido “para generar un producto atractivo para el mundo, porque ellas salen desde Esperanza para todo el mundo”. Hoy, con los avances tecnológicos, se las puede escuchar por internet.
Si bien esta fue su tercera experiencia en la Antártida, Petrecca aclara que “el continente blanco tiene sus bemoles, llegar es todo un tema. Hay que hacer coincidir los vuelos de los Hércules con aviones pequeños, hay que anevizar sobre un glaciar. Ahora es verano, entonces el glaciar se está descongelando por lo que las maniobras se hacen en helicóptero”.
Alejandro añade que “es toda una logística muy distinta de viaje, uno imagina que va tres o cuatro días y vuelve. Pero tal vez en ese tiempo todavía ni llegaste porque la meteorología no ayudó, porque no se pudo aterrizar por los vientos fuertes, aun cuando la pista este bien en esas condiciones no puede operar. Es difícil, hay muchas condiciones adversas. Por eso se hacen las comisiones de trabajo a la Antártida en verano, porque se puede trabajar afuera”.
V
Las banderas de la patria de la primavera no se han bajado. Estos oficios terrestres se encargan de preservar la memoria colectiva a través de sus trabajadores. A su vez son universos desconocidos para la mayoría de la opinión pública, que suele manejarse por medio de la enajenación que promueven y reproducen los grandes medios de comunicación.
La importancia de los medios públicos es estratégica para la defensa de la Soberanía Nacional. Ese fue el pensamiento peronista en todo momento. El eje del desarrollo de la Nación está sostenido sobre los pilares fundamentales de la ética del pueblo, que tiene como eje estructurante de la organización al trabajo, a los trabajadores. Simplemente, Comunidad Organizada, lo que a su vez implica la integración comunicacional de todo el territorio nacional.
Hacia el final del diálogo, Alejandro Petrecca, concluye: “Tenemos que coincidir en que las tecnologías cambiaron pero los proyectos deben ser sostenidos en el tiempo, difundir nuestra cultura, hacer soberanía desde la plataforma de Radio Nacional”. Ni más ni menos que potenciar la Comunidad Organizada con la fuerza de los hombres y mujeres de trabajo.
Fotografías: AGN Prensa Sindical / Antártida gentileza del entrevistado.
27/02/2020
