Opinión

Acto del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento por los 40 años de Democracia: La unidad es superior al conflicto

Por Gustavo Ramírez

40 años de Democracia. Bajo ese título se celebró este viernes un acto convocado y organizado por el Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, que lidera Juan Carlos Schmid,  en el anfiteatro de la UOCRA que reunió a más de 300 personas.  Al encuentro asistieron el dueño de casa, Gerardo Martínez, la Ministra de Trabajo, Raquel Kelly Olmos; el Ministro de Defensa, Jorge Taina; el ex funcionario de Raúl Alfonsín y ex Diputado Nacional, Federico Stonari, entre otros y otras representantes del ámbito sindical, político y social.

El acto evocó la memoria emotiva de los disertantes pero con profundo contenido político. No hay manera, claro está, de hablar sobre estos 40 años de democracia sin ahondar en el sentido político que este período fue constituyendo. El eje de los discursos pasó por poner en valor la acción contundente del Movimiento Obrero para lograr el regreso de la vida democrática. En ese plano, resistencia, lucha y organización fueron los sustantivos que se convirtieron en significante de un período que el relato oficialmente conformado se empaca en obviar.

La representación de ese cuadro emotivo estuvo explícitamente graficada durante la intervención del actor Víctor Laplace quien presentó un documento audiovisual donde la atmósfera de la época se fusionó con una narrativa descriptiva que heló la carne de los concurrentes. El auditorio presenció como a través de una historia personal, mal sindicada en ocasiones como la pequeña historia, se transformó en una vivencia de época. En el video, Laplace y Juan Carlos Schmid cuentan su experiencia signada por la violencia instaurada por el sistema dictatorial.

Los protagonistas no se quedaron en el escenario puro de la emoción. Esa emotividad dejó al desnudo que no hay posibilidad de entender la política desde las frías letras de la estadística como síntesis, sino que es necesario re-humanizarla para  que esta no pierda el sentido político. Toda historia es política y profundamente humana. Allí los 40 años de democracia se agigantan.

No obstante, fue también una jornada de reflexión. ¿Qué representan estos 40 años de democracia? La pregunta quedó flotando en el aire. Pero de acuerdo a lo expresado en los distintos discursos se puede inferir una respuesta: La construcción de un camino sinuoso que conduzca a la democracia social. En el debe se encuentra la constitución del alcance de ese modelo integrador ante la ausencia de Justicia Social.

Quedó marcado el hecho que sin esa Justicia Social no hay democracia posible. Antes que nada para el peronismo. Ahí está la otra clave de la jornada: El peronismo tiene un raíz que ahonda en la esencia de la democracia popular, con alto protagonismo plebeyo. La democracia no es patrimonio de una clase iluminada que desde un rol mesiánico promueve la liberación pacata de un segmento social. La democracia es el ejercicio del pueblo por el pueblo y para el pueblo. El pueblo es la Patria.

Por ello el acto resaltó la superioridad de la unidad porque, al decir de Francisco “la unidad es superior al conflicto”. Ahora bien, para alcanzar la unidad nacional no se necesitan discursos limpios, blancos ni liberales. Es necesario vocación de solidaridad y espíritu patriótico. En mayor o menor medida la mayoría de los concurrentes a este acto en la UOCRA tuvo y tiene esa vocación patriótica. Sin caer en falsos romanticismo, cabe señalar que la militancia sindical no es mezquina al respecto y representa el valor de esa vocación superadora del conflicto en términos históricos. Una lección que debe asumir el campo político que suele darle la espalda a estos principios.

En las últimas horas, como suele ocurrir con estos eventos, la distorsión de los títulos mediáticos afectados por la urgencia del momento, desubicaron el marco general de la convocatoria. Es que no fue un homenaje a determinadas figuras. No fue un acto sorbe personalismos. En todo caso se honró a una sola clase de hombres, la de los que trabajan. No situarse en este marco de espacio-tiempo tiene una intencionalidad manifiesta: borrar de la memoria colectiva a los verdaderos protagonistas de los hechos.

Desaprender el pasado contribuye a que la historia tienda a ser circular. El eje de este acto demostró que no hubo protagonismo de arrebatos individuales para alcanzar el proceso democrático. La lucha por el retorno a la democracia fue colectiva y la protagonizó en gran medida el Movimiento Obrero. La paternidad de la democracia no corresponde sindicarla en un personaje determinado sino, y la evidencia lo demuestra, lo que corresponde es ponerla en perspectiva histórica efectiva en lo colectivo. Las y los trabajadores a través de su organización, su resistencia y su lucha nos legaron la vida democrática.

En el camino, muchos de esos compatriotas dejaron la vida. Por eso durante el encuentro se rindió homenaje a los trabajadores de Dragado y Balizamiento que dieron todo por la causa. Por medio de ellos se homenajeó a cada trabajador y cada trabajadora víctima de la Dictadura. Apreciar la vida en democracias desde esta perspectiva es darle dimensión humana al proceso político y allí se ancla el valor trascendente de este encuentro.

La presencia de dirigentes sindicales como Hugo Moyano, Hugo Cachorro Godoy, Roberto Coria, Luis Cáceres, entre otros, da cuenta que lucha y la resistencia no terminaron con el retorno a la democracia. Lo que enfatizó el hecho de comprender con este modelo democrático es susceptible de ser perfeccionado. La Justicia Social es realizable en una sociedad que se realiza en la libertad que se conforma en el modelo de democracia social plasmado por el peronismo.

Es simple: Democracia, Justicia Social y independencia son sinónimos de peronismo. Pero no de un peronismo centralizado en la partidocracia sino en el Movimiento. Un Movimiento en permanente diálogo con sectores políticos en el criterio de unidad nacional. No se trata de refrendar utopías, sino de retomar el camino de lo posible realizable.

40 años de Democracia no fue solo un acto. Tampoco se le hace justicia narrándolo en pasado. El Movimiento Obrero, al menos gran parte de él, vuelve a poner de relieve lo que el campo político suele ignorar. La capacidad integradora, solidaria y realizable que la clase trabajadora tiene para efectivizar el programa de soberanía políticaindependencia económica y justicia social. 

 

 

 

 

1/4/2023

 

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