*Por Damián Descalzo
Milei 30. JxC 28,2. UP 27,2
El peronismo ha tenido la peor elección presidencial de su historia pero incluso con estos resultados, no está fuera de la cancha. Apenas 650 mil votos separaron a UP de la agrupación de Milei y poco más de 230 mil de JxC.
Fue tan mala la elección que, paradójicamente, ello implica que hay mucho para creer. Las definiciones de las listas se demoraron tanto que hubo una campaña corta y caótica. Ahora hay dos meses para trabajar.
Salvo en Santiago del Estero (53) y relativamente en Catamarca (40), la elección en el NOA fue muy mala: 33 en Tucumán, 31 en La Rioja, 24 en Salta, 20 en Jujuy. Hay mucho para crecer ahí. El peronismo no puede resignarse a perder su bastión norteño.
De los más de 900 mil votos de Schiaretti, casi 600 los logró en Córdoba. Es probable que muchos de esos votos “sinceros” hacia el gobernador cordobés, en octubre se dirijan hacia opciones “útiles”. Es fundamental establecer vínculos con un peronismo que tiene mucho para aportarle al país. La fórmula de UP no puede aceptar estar en un dígito en el segundo distrito electoral del país. Tampoco son concebibles los pobres porcentajes obtenidos en Mendoza (16) y Santa Fe (21). Evidentemente hay mucho para trabajar ahí. Hay necesidades que no han sido atendidas.
Pensando en octubre, además de las millones de personas que no fueron a votar -siempre en las generales vota más que en agosto-, más de 2 millones votaron a frentes electorales que no superaron la PASO o lo hicieron en blanco, nulos o impugnados. Hay mucho de donde crecer.
Lo fundamental es llevar adelante una campaña comprometida con los problemas reales del pueblo. El pueblo expresó una bronca legítima. No hay ignorancia en el voto de ayer. Eso es un lectura simplista y autocomplaciente. Despreciar a los votantes siempre es un error. Se debe recorrer el país y entrar en sintonía con los reclamos genuinos de la comunidad.
Perón enseñaba que la función del conductor es generar y darle al pueblo una esperanza, una causa permanente. El conductor debe convocar a lograr sueños y anhelos. Otros lo supieron hacer mejor pero todavía hay tiempo. La solución no es enojarse con la gente. Hay que acercarse más a la realidad y a las necesidades del pueblo, porque, como bien dijo Massa anoche, la voz del pueblo es la voz de Dios: VOX POPULI, VOX DEI.
*Abogado Laboralista. Magister en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales.
14/8/2023
