Internacionales

Níger espera la guerra

*Por Guadi Calvo

Vencido el plazo, dado por la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), a la junta militar de Níger, para que restituya en su cargo al presidente, Mohamed Bazoum, al que derrocó el pasado 26 de julio, el mundo ha quedado expectante, al estallido de una guerra en el corazón de África, cómo quizás nunca antes se haya producido.

La crisis, iniciada apenas un par de semanas atrás, podrían derivar en una guerra desconocida en el continente, ya que, además, de Nigeria, nación designada como brazo ejecutor, por la CEDEAO, cuyo presidente es Bola Tinubu, a la sazón, presidente de Nigeria, podrían contar con el acompañamiento, de Benín, Costa de Marfil y Senegal. A los que, de algún modo evidente o solapado, se le sumarán, unos dos quinientos efectivos, entre franceses y norteamericanos, que se encuentran en Níger, en distintas misiones. (Ver: Níger preámbulos para una guerra impensada)

Sería muy probable, que, de estallar el conflicto, por lo que ya Níger ha cerrado su espacio aéreo y movilizando tropas, la junta militar rebelde, cuenta con el apoyo de Burkina Faso, Mali, alianza a la que se sumaría Ghana, ya que el coronel Mamady Doumbouya, llegó a la presidencia de su país, por los mismos métodos y las mismas razones, de sus camaradas burkineses, malíes y nigerinos, en 2021. Desde entonces, el coronel, se ha mostrado muy hostil a las políticas de París y Washington.

Por lo que ya habría que considerar, que lo que ha sucedido tanto Guinea, cómo Mali y Burkina Faso, ya no han sido golpes de estado tradicionales, sino verdaderas revoluciones, llegadas para cambiar el orden colonial de sumisión a Occidente, y buscar el camino al panafricanismo, tan reclamado por el coronel Gaddafi, que le dé al continente un nuevo destino (Ver: Níger: Un fantasma recorre el Sahel).

Este nuevo contexto radical, que parece habérsele escapado de entre los dedos al poder de las grandes potencias neocoloniales, muy especialmente a Francia y los Estados Unidos, no tendrá un camino fácil, y si estas potencias, no quiere ver perdida una gran parte de África, deberá si o si, apurar el conflicto en Níger.

A la panoplia de países que acompañarán a Níger, en el caso de que se ejecute la amenaza de la CEDEAO, también habrá que sumarle, los efectivos del grupo Wagner, ya presentes en estos tres países y que acaban de ser convocados por Níger.

También, habrá que considerar los movimientos de Argelia, que cuenta con uno de los ejércitos más poderosos del continente. En las últimas horas, su presidente, Abdelmadjid Tebboune, en una conferencia de prensa, declaró que: “La crisis en Níger representa una amenaza directa para Argelia y que debe resolverse con la lógica y no con la fuerza”.

Tebboune, aclaró que Argelia, no intervendría militarmente, pero no está dispuesta a tolerar ninguna provocación en sus fronteras, atento a que su país, además de ser una potencia regional, y compartir con Níger una frontera cercana a los mil kilómetros, cuenta con dos extremadamente conflictivas, al oeste con el reino de Marruecos, con quien mantiene constantes conflictos, que hasta ahora, han ido desde la suspensión de relaciones diplomáticas, al cierre de fronteras, y hacia el oeste, Libia, desde 2010, envuelta en una guerra civil que no se resuelve.

Agregando que tanto Rabat como Trípoli, se encuentra bajo la fuerte influencia de los Estados Unidos y la OTAN, con quien Argel, considerado un aliado histórico de Moscú y acaba de firmar importantes acuerdos con Beijing, y mantiene frecuentes choques diplomáticos, con Washington y la Unión Europea (UE).

Con una simple declaración de neutralidad de Argel, cerraría su espacio aéreo, para el tránsito de naves de guerra, lo que complicaría en mucho la operatividad de la aviación francesa, en caso de su participación en Níger. Por otro lado, intentarlo por territorio libio, dada la volatilidad de su situación, insumiría un alto riesgo, para cada misión.

Al posicionamiento argelino, nada novedoso, por otra parte, se sumó el urgente viaje del Jefe de Estado Mayor argelino, el general Said Chanegriha, del pasado día 31, a Moscú. Buscando coordinar, una respuesta en conjunto a la crisis regional, considerando que la guerra, en ciernes, se pudiera ampliar.

Argelia es el principal aliado de Rusia en África y la asistencia militar, de estos últimos, ha sido histórica y una verdadera piedra en el zapato de occidente, a la hora de acabar con el camino independiente que empezó hace ya más de sesenta años.

El presidente Tebboune, fue uno de los más de cuarenta mandatarios que se reunieron con el presidente ruso, Vladimir Putin, en San Petersburgo, a fines de julio, donde se firmaron sustanciales acuerdos de cooperación. Dando un motivo más para la inquietud occidental a la expansión de Rusia en África, sumándose a la ya gigantesca presencia China.

A espera de la acción militar de Nigeria y en un intento de alinear a la nación, detrás de la junta militar de Níger, sobre el fin del ultimátum de la CEDEAO, el pasado domingo, ha celebrado un multitudinario mitin, en el Estadio Olímpico Seyni Kountche, de Niamey, la capital nigerina, con la presencia de los miembros del Consejo para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), el grupo de coroneles que ha llevado a cabo el golpe de julio.

La multitud asistente volvió a ondear banderas rusas y repetir consignas anti francesa, lo que ya se ha convertido en un clásico, de las asonadas militares, que se han sucedido desde el 2021 en el Sahel. En el acto, los militares, no mostraron ninguna voluntad de ceder ante la presión internacional, al tiempo que se plasmó la unidad, de las fuerzas armadas nigerianas, con la presencia del general Mohamed Toumba, jefe del ejército, que, en las primeras horas del golpe, no se había mostrado junto a los líderes.

Según distintas fuentes, la ciudad se encuentra en calma, aunque en alerta a lo que pueda resolver la CEDEAO. En previsión de eso, se han conformado Unidades de vigilancia para avisar sobre la posibilidad de sabotajes previos a la intervención. Lo que se ha repetido en otras ciudades a pedido de la junta militar.

El factor nigeriano

El presidente de Bola Tinubu, quien asumió el cargo a fines de mayo último, intenta en su doble rol de presidente del su país y de la CEDEAO, catapultarse como líder continental, a cualquier precio, por lo que ha alentado en convertir esta crisis, la primera que le ha tocado participar, en su plataforma de lanzamiento.

Más allá de su voluntad, importantes sectores políticos nigerianos, lo han instado a reconsiderar su postura, lo que puede llevar a su país a una encerrona, de lo que no pueda salir, tan fácilmente como entró. Al tiempo que el Senado, no ha aprobado, la solicitud de Tinubu para involucrarse en una guerra, argumentado entre otras cuestiones, una manifiesta falta de recursos, y que el país tiene pendiente la resolución del conflicto, con las khatibas integristas de Boko Haram y las ISWAP (Provincia del Estado Islámico en África Occidental), guerra en la que está sumido al norte de Nigeria desde 2009, y a que, en los últimos años se le han sumado una profusión de bandas de delincuencia común, que operan en el delta del río Níger y en el centro y sur de esa nación.

En la actual situación los jugadores son muchos, más allá de los países nombrados, no hay que olvidar la corrosiva presencia del Daesh y al-Qaeda, que podría ser utilizada por la inteligencia occidental, para incrementar sus acciones contra las repúblicas “rebeldes”.

Este inusitado contexto pone fundamentalmente a París, en una situación extremadamente crítica, por la posibilidad que la explotación y exportación del uranio, con que abastece, vía centrales nucleares, cerca de un setenta por ciento de la demanda eléctrica francesa, sean interrumpidas.

Este rosario de golpes en las antiguas colonias francesas, que han apuntado, a terminar con su devastadora presencia, junto a otras potencias occidentales, lo que es un claro ejemplo para otras naciones, tendrá graves consecuencias.

Mientras la CEDEAO, ha llamado a una nueva cumbre, para volver a evaluar la posibilidad de cumplir con la amenaza, Níger, espera la guerra.

 

 

*Escritor, Periodista, Analista Internacional: especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.

 

 

 

7/8/2023

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