Opinión

Milei para armar: La rebelión de las urnas

*Por Dionela Guidi

La víspera comienza con un estadio repleto, convulsionado, jóvenes y no tanto bailan, cantan, no se sabe bien si de alegría o de furia. El sujeto hace su entrada al escenario, por abajo. Parece más exaltado que el resto, se deja abrazar, arenga a las masas. “La casta tiene miedo” es la más maravillosa música para el libertario.

Ese hombre, nacido a la vida política como comentarista de televisión, estaba a punto de ser el candidato más votado de las elecciones PASO 2023. Análisis de todo tipo florecieron estos días, y en momentos anteriores, sobre el fenómeno del liberalismo y su posible impacto en el electorado.

Van aquí algunas apostillas

1) La necesidad de refundación del vínculo entre dirigentes y dirigidos. Quien escribe piensa que la ” campaña del miedo” es una pésima decisión de la militancia peronista para enfrentar a Milei. Más allá que fue una estrategia fracasada en el pasado reciente, suponer que agitar el fantasma del “recorte de derechos” puede generar una reacción adversa hacia La libertad avanza es, a mi modo de ver, equivocado. Significa desconocer el contrato que el libertario propone a los votantes.

En gran medida, y suponiendo que Milei es quien finalmente lidera ese tercio huérfano de representación que se había expresado en la elección de 2021, aún con planteos profundamente ortodoxos y radicales, Milei no está haciendo grandes promesas de modo directo al electorado. Y sus votantes, al parecer, tampoco se las está exigiendo.

Esto es básicamente porque  una buena parte de jóvenes desocupados, trabajadores informales, emprendedores cuentapropistas y demás ciudadanos al margen del mundo formal no creen necesitar o ser alcanzados  por ninguno de los “derechos” que quienes se oponen a Milei argumentan que van a ser recortados.

No le piden al político “que les de algo” porque asumen que su vida completa depende de sí mismos, de su posibilidad de trabajo autogestionado y de lo que sean capaces de generar. Por lo tanto, el reclamo es destruir los obstáculos que se le presentan en el camino: la corrupción, los impuestos que consideran injustos, la inseguridad callejera, el acomodo de la casta, etc. O sea, exigen quitar del medio lo que sienten que estorba en su cotidianidad.

El vivir mejor no vendría dado por un proyecto colectivo que mejores las condiciones estructurales del país, sino por anular “obstáculos” al desarollo personal. Piden no ser molestados más que beneficiarios directos de la política.

2) Un liderazgo que vuelve al origen. Hasta el hartazgo se presenta a Milei como un fenómeno novedoso, y aunque en buena medida su nombre lo es, su estilo se asemeja al caudillismo popular. Un doctrinario del liberalismo, sus propuestas y su estilo de vida remite a un hombre consustanciado con sus ideas. Principios y valores rigen su mirada de las relaciones humanas, la economía, la politica y la cultura. Las soluciones a los problemas del momento emergen de una unidad concepción con sus maestros y con la filosofía práctica de su ideología.

De lenguaje llano y explícito, no terciariza la relación con sus seguidores. Se jacta de no tener encuestadores, y se ufana de la campaña mediática en su contra.

Políticamente incorrecto, lejos de la agenda global progresista, que cuenta con importantes fuentes de financiamiento internacional, sus opiniones se acercan más a los modos tradicionales de ver y sentir,  que a lo que el imaginario nos indicaría para un hombre de la “city”.

3) Milei, el subsidiado de la casta. La pregunta del millón es cuál fue el porcentaje de ayuda con  que el “aparato” colaboró para el triunfo de Milei. Cuánto de interna abierta entre dos modelos de gestión agotados utilizó a Milei como piedra en el zapato del otro y prefirió subirlo al ring por subestimar el impacto real de su mensaje en la sociedad. Cuánto de autopreservación local pesó sobre las consecuencias a futuro y cuánto, en espejo con la rebelión silenciosa del votante, representó también una rebelión de la estructura contra la cúpula.

¿Cómo se devuelve el genio a la lámpara?

Las perillas de la hornalla están lejos de ser controladas por quienes creen ser sus digitadores. Pero sin su socorro pierden magnitud y espectacularidad.

Para los que creemos que el peronismo todavía es semilla fecunda, algunas preguntas y muchas lecciones quedan por aprender para ofrecerle al pueblo mucho más que un manto de lágrimas.

Para ello, el movimiento nacional que es la expresión natural de las fuerzas vivas del pueblo, debe realizar también su propia rebelión.

 

 

 

*Autora del libro Perón, la palabra realizada.

 

16/8/2023

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