Por Redacción
Metido de lleno en la campaña de cara octubre, el Gobierno Nacional retrocedió con el anuncio del congelamiento de combustibles y la nafta aumentó un 4 %. En medio des semejante desgobierno Mauricio Macri repite, en casa aparición pública, que este es el camino y realiza promesas que no cumplirá.
Por otro lado, el bolsillo de los trabajadores y de los más pobres sufrió un nuevo embate durante el mes de agosto. Según el INDEC, la Canasta Básica Total trepó un 3,4 % por lo que una familia necesitó obtener un ingreso mensual de 33.013,22 pesos, para no desmoronarse por debajo de la línea de pobreza.
Tras aprobarse la ley de Emergencia Alimentaria se conocieron los datos del aumento de canasta alimentaria. Para no ser indigente una familia tipo necesitó 13.258,32 pesos para acceder a alimentos básicos, lo que implicó un incremento del 3,8 % respecto del mes anterior.
Los datos oficiales precisaron que la Canasta Básica Total se incrementó, desde diciembre del 2015, un 29,5 %. En tanto, la Canasta Básica Alimentaria, aumentó, en el mismo período en un 30 % en sintonía con la evolución del índice de Precios al Consumidor que llegó también al 30 %
La barbarie neoliberal no termina en estos datos. Según el INDEC la canasta total registró un incremento del 58,2 % en los últimos doce meses, en tanto que la canasta alimentaria sumó un 58,8% en un año. Los registros muestran una evolución de precios por encima de la inflación y afectan directamente a los trabajadores y a los sectores sociales más humildes.
A esta altura no quedan dudas de que este modelo ataca a los sectores más vulnerables mientras promueve ganancias millonarias para los que más tienen. La familia Macri se encuentra entre las cinco más ricas del país. Esto claro, a costillar de la hambre del pueblo que solamente sobrevive. En Tucumán el presidente inauguró, este miércoles, un jardín de infantes que aun no cuenta con la habilitación correspondiente para funcionar y prometió construir mil más. Una mentira de campaña que muestra lo perdido que está Macri a la hora de comprender los problemas reales que afectan a sus compatriotas pero, con su caja fuerte llena, es difícil que eso le importe.