Por Redacción
En medio del conflicto con los trabajadores del Hospital Garrahan, el Ministerio de Salud de la Nación oficializó este miércoles la modificación del reglamento del Sistema Nacional de Residencias Médicas. La medida, publicada en el Boletín Oficial, pretende “jerarquizar las becas de formación y corregir las deficiencias del reglamento anterior”, según informó la cartera sanitaria. Sin embargo, lejos de mejorar las condiciones, el cambio profundiza la precarización laboral de los médicos residentes.
Desde el Ministerio, bajo la conducción de Mario Lugones, justificaron la reforma con el argumento de restituir el carácter formativo de las residencias y superar distorsiones acumuladas durante más de una década. En sus palabras, se busca “superar mecanismos que desviaban el foco de la formación hacia una lógica de empleo encubierto”. Así, el gobierno libertario consolida un sistema que despoja a los residentes de su condición de trabajadores, transformándolos en becarios sin derechos laborales.
La nueva normativa otorga a los residentes la opción de elegir entre dos modalidades para continuar su formación: la Beca Institución y la Beca Ministerio. En ambas, el Estado nacional mantiene el financiamiento, aunque modifica la asignación y administración de los fondos. La primera implica que la institución formadora es responsable del otorgamiento y cobertura de ART, seguro de mala praxis y salud, mientras que los residentes reciben el monto íntegro sin descuentos. En la segunda, los residentes tienen descuentos previsionales, acceden a la obra social estatal y pierden la posibilidad de recibir aportes adicionales por parte de las instituciones.
El Ministerio apuntó directamente contra los gobiernos kirchneristas, a quienes acusó de mantener “parches” para ocultar irregularidades en la formación médica. El texto oficial afirma: “No es empleo público, no es una relación laboral. Es una etapa formativa con financiamiento estatal y cada profesional tiene derecho a elegir, con libertad, cómo transitarla”. Esta postura deja en evidencia la intención de precarizar el sistema bajo el falso argumento de la libertad de elección.
Los médicos residentes del Hospital Garrahan rechazaron esta medida y advirtieron que la reforma equivale a “el cierre de la residencia más prestigiosa del país por la puerta de atrás”. Denunciaron la pérdida de derechos fundamentales como obra social, aguinaldo, licencias, aportes jubilatorios y antigüedad, evidenciando el retroceso en las condiciones laborales.
Durante una intervención en el Congreso de La Libertad Avanza, el ministro Lugones relativizó el reclamo gremial y comparó la situación actual con su propia experiencia personal. “En el Garrahan se han metido con una causa noble, que era resolver el problema de los residentes, que los admiro profundamente”, dijo. Añadió: “Me hacen acordar a cuando yo hacía cuatro guardias por semana, hace 52 años. Pero cuando uno es residente no tiene idea de lo que pasa alrededor. Estás todo el día con el paciente y más con lo que pasa en el Garrahan, que son chicos chiquitos, de alta complejidad, que tenés que preocuparte por eso”.
Mientras tanto, los residentes intensifican sus reclamos y exigieron a los diputados nacionales que garanticen el quórum para tratar la Ley de Emergencia para la Salud Infantil. La crisis que atraviesa el Hospital Garrahan, principal centro pediátrico de Latinoamérica, continúa sin respuestas satisfactorias por parte del gobierno libertario, que prefiere imponer reformas que precarizan aún más a quienes sostienen el sistema sanitario.