El ajuste perpetuo disfrazado de “déficit cero”

*Por Mario Gambacorta y Fernando Araneo

El régimen conservador-liberal-libertario encabezado por Javier Milei avanza en una ofensiva sin precedentes contra el funcionamiento del Estado y los derechos de la población. La falta de presupuesto asignado a áreas esenciales (educación, salud, ciencia, cultura, obra pública) no es un error de gestión, sino una decisión política deliberada para desmantelar las capacidades estatales y someter la economía a los dictados del mercado y los acreedores externos. En este marco, el Gobierno busca imponer una ley de “déficit cero” que, además, contempla penalizar a los legisladores que voten partidas presupuestarias que impliquen gasto por encima de esa meta.

Esta iniciativa no solo es abiertamente inconstitucional, sino que también revela un profundo desconocimiento -o desprecio- del principio de división de poderes que sostiene cualquier república. El Poder Legislativo tiene la potestad de debatir, aprobar o rechazar el presupuesto nacional, no de ser disciplinado o castigado por el Ejecutivo por ejercer sus atribuciones.

La historia argentina y latinoamericana demuestra que estas recetas de ajuste perpetuo, promovidas por organismos financieros internacionales y gobiernos alineados con sus intereses, nunca trajeron prosperidad. Al contrario, dejaron tras de sí recesión económica, desempleo, empobrecimiento masivo y deterioro de los servicios públicos.

Repetir el mismo libreto solo puede generar las mismas consecuencias: un país fragmentado, dependiente y con menos oportunidades para las mayorías. Presentada como una “disciplina fiscal” necesaria, la ley de déficit cero es en realidad un mecanismo de coerción política que busca impedir cualquier alternativa al ajuste. No es un camino hacia el desarrollo, sino un candado que condena al Estado a la parálisis y a la sociedad a la resignación.

Tras la reciente cadena nacional en la que el presidente Milei volvió a defender sus políticas destructivas para la soberanía nacional, queda en evidencia que nuestro análisis es correcto y que nuestras convicciones se fortalecen. Desde nuestro grupo, reafirmamos la necesidad de impulsar una propuesta alternativa que priorice un Estado sólido y presente que articule el capital y el trabajo, basado en una industrialización capaz de generar empleo genuino y registrado, riqueza interna y las bases necesarias para sostener nuestra soberanía y un crecimiento interno que beneficie al conjunto de nuestro pueblo.

 

 

*Integrantes de Grupo Ofensiva Nacional Democrática.

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