De campeones y leyendas: «Los Matadores» de San Lorenzo y el brasileño Elba de Paula Lima, apodado «Tim»

*Por José Luis Ponsico 

«Los Matadores» de Boedo, el bautismo se lo atribuye la revista «El Gráfico», posiblemente al periodista Julio César Pasquato (Juvenal), resultó una creación del entrenador brasileño Elba de Paula Lima, apodado «Tim». Una gloria del fútbol carioca. El DT llegó al club para el Nacional 67, debutando en setiembre de ese año. En noviembre San Lorenzo produjo un impacto: la goleada a Boca en Boedo con gran actuación del Hijo Pródigo, Héctor Rodolfo Veira, autor de cuatro goles. En tiempos de «colimba».

En el «Viejo Gasómetro» hubo un primer indicio del equipo que estaba perfilando: San Lorenzo le ganó a Boca 4 a 0. En 34 minutos del PT Veira, delantero virtuoso consagrado con 17 años en el ´63, hizo cuatro goles e inmortalizó al «Bambino». Dos años antes, el Milan, Italia, bautizaba al extraordinario Gianni Rivera «Il Bambino de Oro». Flaco elegante, habilidad infinita. Igual al prodigio de la Av. Chiclana entre Boedo y Pompeya.

El ataque azulgrana imparable: Pedro González, Rendo, Fischer, Veira y otro zurdo prestidigitador, Miguel Tojo. En Boca había renunciado Adolfo Pedernera como DT y dirigió el uruguayo Alcides Silveira en la emergencia. La hinchada de Boca se retiró en silencio al cabo del PT. Inolvidable. Ahí la hinchada del Ciclón de Boedo se enamoró de «Tim». Faltaba lo mejor.

Desde atrás ya estaban Carlos Buttice, Oscar Calics, Antonio Rosl, Roberto Telch y el tucumano Rafael Albrecht. El 4 mendocino, rubio, Rolando Gramari dejó su lugar a un ignoto defensor uruguayo que alcanzó el récord de 15 años en Primera. Un «crack» marcando punta y pasando al ataque. Casi en silencio.

El «Sapo» Sergio Villar. También llegaron Victorio Cocco, ex Unión, Santa Fe, y el fino Carlos Veglio, ex «9» de Español. Atacante lujoso. San Lorenzo estuvo 24 partidos invicto. La semifinal en «El Cilindro», Racing, contra River, Amadeo Carrizo, los uruguayos Roberto Matosas y Luis Cubilla, hermanos Ermindo y Daniel Onega, terminó 3-1.

En trámite parejo hasta los 35 del ST, cuando Cocco desde treinta metros sorprendió al longevo Amadeo Carrizo que un mes antes había alcanzado un récord: ocho partidos sin goles en contra. El tercero llegó por un rebote sobre la hora.

En la final en River, gran victoria en la batalla contra Estudiantes de La Plata, el invencible equipo de Osvaldo Zubeldía. Campeón de América luego Mundial. El misionero Rodolfo Fischer definió, tiempo suplementario. El gol, una volea en el minuto 110 al ángulo de Alberto Poletti, puso fin a una final inolvidable. Iba ganando el «Pincha», gol de Juan Ramón Verón ya en el ST y el empate llegó después de los 20′.

El capitán Albrecht, no era de hablar demasiado, destacó al rival y deseó suerte contra el Manchester United. Un caballero fuera de la cancha. Adentro no tanto. Un «duro». En el otro vestuario Carlos Bilardo, estratega de Zubeldía, dentro del campo, comentó: «Las tres finales contra Palmeiras, el mejor equipo de Brasil, nos mató. San Lorenzo, gran equipo, en el suplementario nos liquidó», afirmó el «Narigón».

El popular «Tim», nacido en Río de Janeiro, 1915, hizo inferiores en Botafogo y antes de los 20 años pintando al «crack». El «8» organizador. Habilidoso, mucho ida y vuelta. Algo que veinte años más tarde consagró a uno de los mejores de la historia: el genial «Didí» Waldir Pereira. También Botafogo.

«Tim», Mundial Francia ´38 junto al mejor futbolista del certamen, su compañero Leónidas, «Diamante Negro», así bautizado por la prensa francesa. «Tim», por conflicto interno, no pudo jugar la instancia previa a la final. Al cabo ganó Italia aunque los de Brasil dejaron la imagen del juego virtuoso.

Lo que veinte años más tarde ratificaron en Suecia ´58, donde «Didí» condujo, genial estratega, y en tanto surgían dos notables de todos los tiempos: «Garrincha» («Pájaro triste») y «Pelé», luego «O Rei». El primero, 24 años, y el «Niño Prodigio» del Santos, apenas 18 cumplidos en el país nórdico.

En el juego, «El Gráfico», agosto del 68, argumentó: «Defensa cerrada. Dura. Centrales impasables, Calics y Albrecht integrantes de la selección en el Mundial Inglaterra ´66; en los costados Villar y el «Gallego» Antonio Rosl, sobrios. Defensores de mucha técnica. En el medio el cordobés Roberto Telch, la «Araña». Las agarraba todas.

En el ataque, el correntino Pedro González, rápido, encarador, vivo, astuto, goleador. El «8» Alberto Rendo, «Toscano». Apenas 1.60 de estatura. Inmensa calidad y guapeza. Para Héctor Onesime, también «El Gráfico», Rendo «Un todo-campista» escribió. El «Lobo» Fischer imparable. Veira «crack» con el zurdo Tojo, habilidad y Carlos Veglio, delantero talentoso.

Pudo ser la revista deportiva de los Vigil, fundada en 1919, el genial Constancio padre, una invitación a «Tim» rodeado de periodistas, edificio histórico del Bajo, calle Azopardo, cuando surgió la pregunta del millón al DT brasileño, fumador empedernido:

«¿El secreto del juego-arte? Miren, siempre inculco el riesgo de la manta corta», dijo el célebre brasileño. Le pidieron una reflexión: la respuesta estaba estudiada: «El fútbol es ataque y defensa. Si uno se tapa la cabeza atacando en modo desordenado, se destapa los pies», siguió. «Si la defensa está mal parada, corremos riesgos. La clave es la movilidad para atacar y el orden para defender», algo que logró en San Lorenzo y lo puso en la historia grande.

En los secretos de la conducción el propio «Tim» añadió: «Me advirtieron en San Lorenzo sobre jóvenes de juego notable (Veira y sus compañeros de ataque, también de aventuras, Horacio Narciso Doval **) y cierta indisciplina supuesta», evocó. «Nunca fui del rigor, el látigo. Di libertad absoluta, pero el control lo hacía en la cancha. El que no se cuidaba, no jugaba», siguió.

Rendo, casado, hombre de hogar, pidió no concentrar los sábados. Lo hacía en Pompeya, en su casa, acostándose temprano. El DT aceptó. Luego lo mostró como uno de los que más corría. Para muchos, el mejor técnico que tuve. Ahí se anotaron Villar, Fischer, Rosl, el tucumano Albrecht, el cordobés Telch, entre otros notables.

Pasaron 57 años. El fútbol-arte evoca al DT brasileño, fallecido en el 84, a los 69 años. Tema pulmonar. Algunos todavía lo lloran.

Continuará.

 

* Columnista La Señal Medios, Mundo Amateur, Víctor Lupo, Agencia Nacional y Popular, De Memoria, AGN Prensa
**En el´69 «Tim» quiso volver a Río de Janeiro. Su lugar en el mundo. Lo contrató el Flamengo, el más popular de Brasil.

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