Por Redacción
El Consejo Directivo de la CGT resaltó el valor de la unidad alcanzada por la Central en el marco del Congreso Nacional realizado el último miércoles en el estadio de Obras Sanitarias. En este marco, destacó que la unión «constituye una condición indispensable en defensa del trabajo y de los derechos laborales». Al mismo tiempo, expresó que la integración sindical «significa la fuerza del trabajo digno, como garantía de la justicia social».
A través de un comunicado emitido tras el cónclave, donde los sindicatos confederados resolvieron la elección de un nuevo triunvirato para conducir a la CGT, el Consejo Directivo expresó que «en el marco de una profunda crisis económica y social, con aumento de la desocupación, caída del consumo, recesión productiva y cierre de empresas, la unidad del movimiento obrero organizado, expresado en la Confederación General del Trabajo, constituye una condición indispensable en defensa del trabajo y de los derechos laborales, frente a un modelo económico que privilegia la especulación financiera por sobre la producción y el empleo».
Asimismo, explicó que «la ofensiva contra los derechos laborales, materializada en intentos de reformas regresivas que solo buscan precarizar las condiciones de trabajo, debilitando la negociación colectiva, forma parte de un proyecto político y económico que, responsabilizando a las y los trabajadores del mal llamado “costo argentino”, solo pretende aumentar la rentabilidad y la arbitrariedad empresarial y financiera».
El Consejo Directivo de la CGT, subrayó que «el impulso unilateral de una reforma que cuestiona estos derechos fundamentales, y que hicieran de nuestro país un modelo de la movilidad social ascendente, atenta contra el necesario equilibrio entre el capital y el trabajo».
Remarcó que «frente a este escenario, la unidad sindical no es una consigna: representa una herramienta estratégica en defensa del interés nacional y de las y los trabajadores. La CGT no elude discutir la actualización de las relaciones laborales, pero exige que el gobierno nacional habilite un espacio adecuado de diálogo social no excluyente, como el instrumento más eficaz del sistema democrático, donde se respeten por igual los intereses tanto de los sectores empresarios y financieros como los de las organizaciones sindicales».
Por otro lado, afirmó que «el trabajo, los salarios y la producción son pilares del desarrollo. El salario no es un costo, es el motor del consumo, de la demanda interna y de la economía real, dinamiza el mercado, estimula la inversión, la actividad de las Pymes y permite un crecimiento equitativo. No puede haber una economía sana y pujante con trabajadores empobrecidos ni con sindicatos debilitados».
Al mismo tiempo, consideró que «las demandas de “mayor productividad” resultan de una fórmula donde la inversión, la innovación y la eficiencia juegan un rol preponderante. No hay debate de competitividad posible si solo se construye sobre el deterioro salarial o la pérdida de derechos».
El Consejo Directivo de la CGT ratificó que «la Argentina necesita reconstruir el círculo virtuoso entre el desarrollo, la producción y el trabajo. Eso implica políticas sustentables que promuevan la industria nacional, el fortalecimiento del mercado interno y una distribución más justa de la riqueza».
«El actual modelo económico del Gobierno no contempla ninguna de estas políticas. Muestra una orientación que solo favorece los instrumentos financieros, en perjuicio de la inversión productiva y del salario de los trabajadores», puntualizó.
Enfatizó que «los funcionarios “outsider” que, confundiendo la teoría abstracta con la economía real, promueven reformas que desconocen la verdadera dinámica de las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, impiden progresar hacia relaciones laborales con beneficios comunes», y agregó que «somos un sindicalismo de gestión, que asume los desafíos de las nuevas formas de trabajo emergentes de una época atravesada por vertiginosas transformaciones tecnológicas y culturales. Y que entiende que, así como como no hay empresas sin trabajadores, tampoco hay trabajadores sin empresas».
Por último, el Consejo Directivo resaltó: «Convencidos que es la hora de recuperar las voces de todas y todos, la CGT reafirma su vocación de unidad, de diálogo efectivo y de defensa irrenunciable de los derechos laborales y sociales que son patrimonio del pueblo argentino. Hoy más que nunca, la unidad sindical significa la fuerza del trabajo digno, como garantía de la justicia social».
