Por Redacción
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) expresó su profundo «disenso» y manifestó su alarma ante las declaraciones del titular de la cartera económica, Luis Caputo, en el marco de la 31° Conferencia Industrial de la UIA. En ese contexto, el funcionario reaccionario, expresó: «Mientras la alternativa siga siendo el comunismo es muy difícil flotar. La alternancia política tiene que ser más racional”.
A través de un comunicado, APYME sostuvo que «mediante un discurso de ribetes fantásticos, el ministro comunicó fundamentalmente que el problema causante de los desórdenes de su política económica fue el posible advenimiento del “comunismo” tras el proceso eleccionario, advirtiendo que la amenaza sigue vigente».
Del mismo modo, la organización empresaria que representa los intereses nacionales de los pequeños y medianos productores, aseguró que «el ministro olvida que el fracaso de la política oficial fue por mérito propio, basado sobre la estabilidad recesiva, el endeudamiento récord y la valorización financiera. De hecho, ante la inminente debacle optó por tercerizar en forma directa los resortes de decisión económica y política en manos del presidente Trump, el Tesoro de los EEUU y el FMI, en condiciones poco transparentes».
Por otro lado, indicó que observa con preocupación como «llamativamente la cúpula industrial del país aplaudió estas argumentaciones estrafalarias en el marco de un discurso durante el cual no se mencionó una sola vez las palabras “industria”, “producción” ni “trabajo”».
Al mismo tiempo, añadió: «¿será que el aire de la economía real no llega a las cúpulas, cuando la mayoría de los rubros industriales, sobre todo los de mayor utilización de mano de obra intensiva, como el textil, están en caída continua y trabajan apenas por encima del 50% de su capacidad?».
APYME repuso que «tal vez la respuesta esté en el esquema de país que propone el ministro: un horizonte de inversiones extranjeras directas en minería, energía y enclaves tecnológicos en el marco del RIGI. Es decir, una economía “hacia afuera”, sin mercado interno ni industria nacional, con bajo agregado de valor local y exenciones extraordinarias para las grandes empresas que puedan aprovechar la oferta de recursos estratégicos de la nación a bajo o nulo costo».
«Señor ministro, señores directivos de la UIA: desde APYME advertimos que el único fantasma que recorre la Argentina es el de la desindustrialización, con un saldo de más de 18.000 cierres de empresas pérdida de más de 200.000 empleos y una debacle del mercado interno superior a la pandemia, a causa de una política que combina el anclaje monetario y cambiario con una apertura importadora suicida en el actual contexto mundial», expuso la entidad empresaria.
En este contexto, APYME ratificó que continuará «bregando por la emergencia sectorial y trabajando en todas sus Delegaciones para generar propuestas alternativas ante las reformas regresivas que se busca imponer, junto con los ejes productivos para re construir un país digno de aplausos, no ya de las cúpulas que sólo representan sus propios intereses, sino del conjunto de la población».