Por Gustavo Ramírez
Es 9 de Julio, una tarde apacible de invierno. Indefectiblemente el presente nos lleva a pensar en el futuro y a interrogarnos sobre el pasado. Mientras uno reflexiona suena Inconsciente Colectivo y Charly García canta:
“Ayer soñé con los hambrientos, los locos
Los que fueron los que están en prisión
Hoy desperté cantando esta canción
Que ya fue escrita hace tiempo atrás
Es necesario cantar de nuevo una vez más”
Tal vez este párrafo enmarque el contexto preciso para transcribir el diálogo que mantuvimos hace horas con el sociólogo Aritz Recalde, autor de libros como: Intelectuales, peronismo y universidad, Estudios Sobre Brasil y El pensamiento de Jhon Willian Cook en las Cartas a Perón, entre otros. Pero más allá de los textos y los títulos, es un pensador nacional y allí está la clave para encontrarnos con esta fecha histórica en un nuevo contexto crítico y pensar a este bendito país.
-La declaración de la Independencia de 1816 vista desde la perspectiva presente nos permite interrogarnos sobre lo que necesitamos como pueblo: ¿Independencia nacional o democracia liberal?
-Si claro. En realidad uno podría decir que la Independencia en 1816, siendo la primera, es la independencia política. La segunda y definitiva independencia es la del desarrollo integral de la Nación Argentina. El desarrollo integral tiene un aspecto económico, no hay independencia política si no hay independencia económica. Si vos para gobernar necesitás la plata de un organismo internacional, la inversión extranjera, sos esclavo de una corporación o de un organismo multilateral y no hay realmente soberanía política e independencia económica definitiva sin Justicia Social. Insisto, la primera independencia fue la política, la segunda va a ser la de la soberanía del desarrollo integral, que es la que tiene que ver con la independencia económica y la justicia social.
Independencia económica y justicia social salen, claramente, de los marcos del liberalismo clásico. El resultado del liberalismo clásico en los países es que queda mucha gente afuera y que el desarrollo económico, por ejemplo en nuestro país, termina siendo raquítico, insuficiente y subdesarrollado. Entonces, no necesitamos una democracia formal o liberal, porque en nombre de las buenas intenciones lo que se esconde es un sistema de explotación del trabajador y del productor argentino.
-Con esa referencia, entonces, ¿cómo deberíamos abordar al pensamiento nacional ?
– El pensamiento nacional es una reflexión sobre los problemas de la Nación. La Nación es un territorio con un pueblo encima que comparte un problema y construye una unidad de destino y un principio de solidaridad social. Una Nación es lo que su pueblo está dispuesto a hacer frente a otros países. Entonces, el pensamiento nacional argentino discutió estas cuestiones, la unidad de destino, qué queríamos hacer con Argentina y dentro de esa unidad de destino discutió cuál era el principio de organización, indentitario, cultural, la conciencia nacional que refuerza el principio de solidaridad social y que le permite, a esa comunidad, insisto, pensar un proyecto, diagramarlo e implementarlo.
Dentro del pensamiento nacional se incluyó esta discusión desde distintos lugares: Raúl Scalabrini Ortíz pensó la Nación desde el transporte, desde la energía, desde la renovación del Banco Central. Arturo Jauretche pensó el tema nacional, centralmente, desde la cultura, desde la necesidad de revisar el rol de los medios de comunicación de masas, desde re-discutir los programas y planes de estudio. Hoy tenemos que reactualizar esos debates. O sea, pensar la nación, cómo la nación construye su unidad de destino, cuál es su proyecto de comunidad frente a los otros Estados y cómo esa unidad de destino, ese proyecto de solidaridad social se implementa sobre uno de los pilares fundamentales de la Nación, que es su programa económico independiente y con un pueblo con Justicia Social y libre.
-¿ En ese “pensar el país” que asignación hay que otorgarle al concepto de Comunidad Organizada?
-El concepto de Comunidad Organizada lo planeta Perón, en Mendoza, en el marco de un Congreso de Filosofía en 1949 y ahí Perón plantea que la Comunidad Organizada tiene dos aristas. Por un lado, es un sistema civilizatorio alternativo al liberalismo y al comunismo. Es la idea de que el hombre se realiza en comunidad, este es un principio moral. El hombre es feliz si la comunidad en la que vive se realiza y esa es una conducta política pero sobre todo principios morales.
Hoy hay un tema fundamental, el liberalismo, el neoliberalismo, es un sistema egoísta que dice que la persona se realiza consumiendo o comprando, es un liberalismo filosófico existencialista que está destruyendo a la sociedad; la idea de Comunidad Organizada está fuerte como principio civilizatorio contrario al liberalismo, que plantea que el mercado organiza a la sociedad y eso es mentira. El mercado asigna bienes pero no construye sociedad. Después, a su vez, la Comunidad Organizada es un sistema de organización del poder. Perón lo que planteó , de abajo hacia arriba, es que el individuo tiene una tendencia natural a vivir en comunidad y consuma la comunidad primero a partir de la familia y esa familia va tendiendo otro sistema de relaciones hacia lo que Perón llama Organizaciones Libres del Pueblo y ese pueblo construye su representación y esa representación construye democracia.
A la Comunidad Organizada hay que re-actualizarla pero con este planteo que hace Perón: Crear un sistema civilizatorio alternativo a lo que expresa el liberalismo en la guerra del hombre contra el hombre y a su vez tenemos que ir hacia un sistema democrático donde el pueblo sea el sujeto de representación de la democracia.
-Vemos que hubo autores que nos pronosticaron el fin de la historia, la caída de fronteras y la desintegración de los Estados Nación. No obstante, la actual coyuntura, ha demostrado que esto no era así. Hoy hay autores como Alexander Duguin que dan cuenta del peronismo, del Movimiento Obrero Argentino y comienzan a hablar sobre una cuarta teoría política. ¿Qué pensás de éste fenómeno?
-Primero habría que ver la cuestión de las naciones. Hoy las naciones están vivas, el planteo de la muerte de las naciones fue la ideología de la Nación Norteamericana. Cuando la Nación Norteamericana impone su interés por sobre el resto del mundo eso fue llamado globalización, que es la ideología que esconde el interés de una nación sobre otras. La cuestión de la pandemia puso en el centro esta cuestión nacional. Hoy ningún país sale de los problemas que tiene con la ayuda internacional o con la globalización. No, todos los países salen con políticas nacionales, económicas y sanitarias nacionales.
Vos incluías en el planteo a Duguin. Duguin dice que hay que construir una teoría, un sistema de desarrollo social que supere a los sistemas tradicionales del fascismo, nazismo, comunismo y liberalismo. Entonces ahí habla de la cuarta teoría política. El peronismo, en su momento, lo ordenó como tercera posición. Duguin hace mucho hincapié en la afirmación cultural de los pueblos. En realidad, lo que Duguin dice es que esta cuarta teoría política de lo que da cuenta es de una cultura nacional rusa cuya entidad amerita creación de una nación soberana. Construir un Estado Nación sobre un principio cultural histórico que antecede a la Nación Rusa que atraviesa el tiempo. La posición de Duguin, en esa línea, es acertada. Duguin ve en el peronismo un ejercicio de construcción soberana que se afirma frente a los otros pueblos y que plantea el derecho del principio para construir el destino y las formas de la democracia propia, original y que debe respetado por los otros. Ahí, en Duguin, algunas cosas son aciertos para pensar alguno elementos del peronismo.
-Algo que en algún sentido había pensado y desarrollado Abelardo Ramos cuando habla de la Nación Latinoamérica.
-Claro, si. Eso atraviesa el pensamiento nacional, porque el tema es así: Si uno mira a la Argentina, a las Provincias Unidos del Río de la Plata y que las Provincias Unidas del Río de la Plata vienen de la experiencia del Virreinato del Río de la Plata y que el Virreinato del Río de la Plata viene del Virreinato de las Indias e incluso que en 1816 participaron del Congreso de Tucumán representantes de la actual Bolivia y no participaron representantes de algunas provincias de nuestro litoral. Qué quiero decir con esto, que hispanoamérica precede a la República Argentina, entonces Abelardo Ramos dice que es lógica la construcción de una patria sudamericana.Es lógica por su historia, por su afinidad cultural y por su enemigo común, eso, en parte también, es el discurso de Duguin que dice: hay una identidad histórico cultural que precede a la organización estatal o a la actual organización estatal y eso le permite plantear la organización del Estado que empieza a mover las fronteras.
En el pensamiento nacional de Hernández Arregui, Jorge Abelardo Ramos y Juan Domingo Perón, desde otro punto de vista, Cafiero. Todos ellos tenían la idea fuerte de que había una dimensión sudamericana de la construcción nacional y esa dimensión sudamericana tiene antecedentes históricos culturales y obviamente una actualidad muy fuerte porque compartimos enemigo y si no tenemos conciencia del enemigo, bueno, difícilmente tengamos un país soberano.
-Por último. ¿Argentina necesita pensar un nuevo estatuto de independencia?
-Claro, mirá, Perón en 1947, también un 9 de julio, fue a Tucumán a declarar el Acta de la Independencia Económica y ahí estaba la idea moderna de la Nación, la segunda Independencia. La segunda Independencia real es la del desarrollo integral, el desarrollo integral implica a la Independencia Económica y a la Justicia Social. Creo que hoy nosotros necesitamos una nueva declaración de la independencia que le de a la comunidad la administración de sus principales resortes de soberanía: economía, comercio exterior, el sistema de administración financiera y los principales resortes de la actividad industrial, hoy enajenados por corporaciones extranjeras y hacer de independencia económica un instrumento para emancipar socialmente al pueblo. Creo que hoy, comparto, es momento de declarar una nueva independencia pero en esta óptica, en la línea que planteó Perón en el año ’47.
Cae la tarde. Es 9 de Julio. Un tanto distinto pero tal vez algo igual. Ahora Charly canta, tan solo como una anécdota:
Quién sabe Alicia éste país
no estuvo hecho porque sí.
Te vas a ir, vas a salir
pero te quedas,
¿dónde más vas a ir?
9/7/2020