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30 de Marzo de 1892: ¡Se va acabar, se va acabar, la dictadura militar!

Por Redacción

El fin de la Dictadura Cívico Militar estuvo signado por la resistencia de la clase trabajadora y sus organizaciones sindicales. El paro nacional y la marcha histórica del 30 de marzo de 1982 son la consecuencia de una resistencia que se gestó de arriba hacia abajo, desde el primer minuto, contra los asesinos de la Patria.

El relato histórico no siempre hace justicia a la realidad de los hechos. Constantemente, en Argentina, existe una narrativa que pretende prescindir del protagonismo de la clase trabajadora y sus sindicatos, para contar los acontecimientos políticos que marcaron un ante y un después en la vida política del país, todos ellos tienen como protagonistas a los trabajadores y a sus dirigentes.

“Un día se sabrá que esta patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie”, sentenció el General Don José de San Martín. Ese rasgo distintivo, que por izquierda y por derecha, se pretende obviar como síntoma del dominio reaccionario, se repitió cada vez que la Patria estuvo en peligro. Eso funcionó también durante los cuatro años de neoliberalismo conducidos por el oligarca Mauricio Macri.

Víctor de Gennaro, histórico dirigente sindical de ATE y la CTA, recordó: “El año anterior, 1981, habíamos coronado con la marcha a San Cayetano a partir de la cual ya no había dudas que la confrontación era todos los días hasta terminar con la dictadura. Pero va a tomar forma cuando el 30 de marzo convocáramos a la Plaza de Mayo”. 

“La reunión había sido muy fuerte, muy esperanzadora, pero era un gran desafío la Plaza de Mayo, era el símbolo, había que llegar a ella. Se prepararon, cortaron todos los accesos, a mí me tocó entrar por avenida Belgrano donde concentramos con Ubaldini con la bandera Paz, Pan y Trabajo y allí intentamos. Sabíamos que estaban intentando en ese momento por Florida, por Diagonal Norte. La idea era llegar. No se pudo, fue un pandemonio la verdad, increíble”, contó el histórico dirigente sindical.

En ese orden repuso “aparecía gente por todos lados, durante 5, 6 horas no sé cuánto duró pero aproximadamente fue la confrontación durante todo ese tiempo en un radio de muchas y muchas manzanas. Te diría desde Constitución hasta Retiro como radio grande y de más allá de la 9 de julio”. 

De Gennaro aseguró que “en ese círculo, miles y miles confrontaban con la policía. Y hay algo que me llamó la atención sobremanera, era que los porteros o las vecinas abrían las puertas los edificios para que nos refugiáramos”. 

“Yo mismo estuve en un momento refugiado en uno de esos departamentos en la en el hall de entrada y los vecinos le tiraban a la policía desde arriba de los edificios o sea desde los balcones. Era una manera de expresar cabalmente que “se va acabar, se va acabar la dictadura militar” era un sentimiento generalizado”, explicó el dirigente de Unidad Popular.

En ese orden concluyó: “Claro que después nos detuvieron a dirigentes, miles de dirigentes, no solamente a Devoto como fueron algunos de nuestros dirigentes sino no a las comisarías y tuvimos que ir a buscar a todos. Y una emoción muy grande la cuenta Nora Cortiñas, cuando esa noche decidió ir a las comisarias con su pañuelo y fue recibida con toda la ovación a medida que los presos se enteraban. Entonces fue un momento en donde los dos brazos que luchamos contra la dictadura nos juntamos el 30 de marzo, en la calle, hacia la Plaza de Mayo, ya no lo podían parar”.

Otro dirigente histórico, Roberto Digón, conmemoró “una de las cosas más emocionantes que tuvo el 30 de marzo de 1982 fue el acompañamiento de la sociedad argentina, muy especialmente en las ciudades como aquí en Capital Federal, donde dijo basta a la fuerza que reprimía totalmente a los trabajadores y a los compañeros que manifestamos de la CGT Brasil”. 

“Es decir, se resistió con toda esa sociedad a esas fuerzas de represión y dijo basta. Ahí nos empezamos a dar totalmente cuenta de que la sociedad se había cansado de la dictadura y que comenzaba a acompañar a los trabajadores en las reivindicaciones que nosotros manifestábamos desde hace muchísimos años”, sostuvo.

La memoria colectiva no traiciona y se impone sobre la pedagogía del olvido y del negacionismo. El pueblo habla a través de la historia con hechos concretos. La liberación nacional, entonces, no es na utopía, es una realidad efectiva que se ha de concretar a través de la lucha de la clase trabajadora y de sus organizaciones.

 

 

30/3/2021

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