Por Redacción
El INDEC dio a conocer los índices de pobreza registrados en el primer semestre del 2019: en tal sentido el informe precisó que “la pobreza alcanzó al 35,4% de las personas y al 25,4% de los hogares en el primer semestre de 2019”. El porcentaje de indigencia alcanzó al 7,7 % de la población.
Según los datos del informe oficial, “en el 1° semestre de 2019, la pobreza fue de 52,6% entre los menores de 15 años; de 42,3% en las personas de 15 a 29; de 30,4% en las de 30 a 64; y de 10,4% en las mayores de 65”.
La gravedad de las situación no se detiene allí: “la región con mayor incidencia de la pobreza fue el Noreste (42,4%), y la de menor, la Patagonia (28,5%)”. Los datos desnudan las falencias del modelo que no tiene una mirada contemplativa sobre la pobreza.
Las respuestas del Gobierno Nacional a la crisis son elaboradas desde el prisma ideológico que prescinde de los pobres como personas sociales. Para Macri, los sectores más vulnerables son absolutamente descartables.
En ese sentido el Presidente vive de espadas a la sociedad y solo mira a la clase media porteña. Un núcleo duro que no saca la vista de sus propio ombligo mientras millones de argentinos sufren una crisis tremenda inducida por un modelo político que únicamente se compromete con el capital financiero.
los números dan cuenta que en la actualidad hay 15,9 millones de argentinos que son pobres. El INDEC expresó que “los indicadores mencionados registran una suba de la pobreza y la indigencia con respecto al segundo semestre de 2018 y también respecto de los consignados en el primer semestre de 2018”.
Muy lejos de la realidad, muy lejos de las promesas de campaña. El gobierno nos condena a supervivencia en un escenario dramático. Macri ha mentido y miente, aunque en sus discursos de campaña, direccionados a sus fanáticos ideológicos, intente sostener lo contrario.