Por Redacción
Los datos económicos son dramáticos para la mayoría de los argentinos. Según un informe del INDEC el 50 % de las familias viven con menos de lo necesario para subsistir. Mientras que la desigualdad social también se ha acrecentado: la brecha entre el 10 % más rico de la población y el 10 % más pobre alcanzó un 23,8 %. Sin ningún tipo de repunte real para quienes más lo necesitan la situación se torna desesperante en el territorio.
Frente a este cuadro de situación son las Organizaciones Libres del Pueblo las que salen a recorrer las calles para tender una mano hacia los más necesitados. La insensibilidad social del gobierno acrecienta e incentiva la cultura de la indiferencia. Son las organizaciones sindicales las que quiebran ese paradigma a fuerza de solidaridad permanente.
De este modo la Juventud Sindical de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval, realizó dos días de jornada solidaria. La primera se concretó el miércoles 25 de septiembre junto a los trabajadores del Astillero Río Santiago, ATE Ensenada, en el barrio Santa Teresita. La segunda contempló el habitual recorrido semanal por los barrios porteños de San Telmo, Constitución y La Boca.
“Mientras el macrismo en la Ciudad de Buenos Aires bloquea la declaración de la emergencia social, económica y la alimentaria. La Juventud Sindical de la FeMPINRA continua extendiendo su brazo solidario en la zona sur de Buenos Aires”, indicaron fuentes sindicales.
Desde la Juventud Sindical de la FeMPINRA reiteraron que “no podemos ser ajenos ni indiferentes a la situación que viven nuestros compatriotas, por mas que el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta lo niegue o lo quiera ocultar. Hay una realidad y es la que se vive diariamente en la calle, no sobran ollas sino que todo lo contrario, faltan”.
Los jóvenes trabajadores marítimos, portuarios y navales precisaron que “en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, viven casi 3 millones de personas de las cuales 21% se encuentran bajo la línea de pobreza y entre ellas 6,6% bajo la línea de indigencia. Esto significa que hay aproximadamente 600.000 pobres y cerca de 200.000 personas indigentes”.
Durante estos cuatro años de gobierno marista el neoliberalismo ha intentado mancillar la memoria colectiva con ataques permanentes a las organizaciones sindicales. Contra las mareas del sentido común un gran número de trabajadores organizados ha dado una respuesta social, política y cultural a la violencia cambiemita, con acciones concretas y contundentes que reafirmaron los principios rectores del Movimiento Sindical argentino: unidad, organización, lucha y solidaridad.
En ese contexto la Juventud Sindical de la FeMPINRA no claudicó en enarbolar las banderas de la Justicia Social y la dignidad de la persona. Por eso el trabajo solidario no representa un sacrificio sino una lucha que se engloba en un “hacer justicia juntos”.
