Por Redacción
El Director del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, Alfredo Serrano Mansilla, aseguró este lunes que en la Argentina se mantiene el núcleo duro de electores que prefieren opciones conservadoras y que Milei asumió esa representación en el este último tiempo. Al analizar los resultados electorales del último domingo, aseguró que «este 40% no falla. Siempre vota igual. Siempre elige la misma opción política».
El especialista remarcó que «en las elecciones presidenciales del año 2003, en primera vuelta, la suma de votos de Carlos Menem y Ricardo López Murphy fue del 40,8%. Es decir, después de la debacle neoliberal, había un sector de la ciudadanía argentina que seguía optando por esta vía conservadora».
Del mismo modo, Serrano Mansilla analizó que «en el año 2019, en el peor momento del macrismo, luego de cuatro años de un muy mal Gobierno, en primera vuelta, Juntos por el Cambio obtuvo el 40,2%. De nuevo, un porcentaje parecido que seguía optando por esa misma opción conservadora. Y, ahora, en las legislativas intermedias, el mileísmo obtiene el 40,8% a nivel nacional para Diputados a pesar de los múltiples escándalos de corrupción, de una economía intervenida desde Estados Unidos e insostenible financieramente y de un Mal Vivir generalizado».
En esa línea, aseveró: «Este 40% no falla. Siempre vota igual. Siempre elige la misma opción política. Siempre hay 4 de cada 10 argentinos que prioriza la alternativa conservadora próxima a sus convicciones ideológicas más allá de todo lo que haga mal en el día a día».
«Este 40% no es un 40% favorecido por el mileísmo. No lo es ni económica ni socialmente. La gran mayoría de ese 40% no vive mejor. Todo lo contrario. Sin embargo, le da igual, porque está votando por un corpus de ideas y valores, que siempre antepone el odio y el miedo a que gane el adversario político», enfatizó el economista español.
Por otro lado, sostuvo que «este resultado electoral de Javier Milei, en un contexto actual tan adverso (y teniendo en cuenta que venía de una derrota importante hace menos de dos meses en la Provincia de Buenos Aires a nivel legislativo), se explica por un surco profundo de la sociedad argentina que se cuantifica en este 40%». Al mismo tiempo, remarcó que «la victoria de Milei, más allá de la mirada coyuntural, reside en haber logrado cohesionar y representar -al menos por ahora- a este 40%».
No obstante, explicó que «Milei no ha podido ampliar ese núcleo societal conservador. A menos de dos años como presidente, ya queda lejos su 55% de la segunda vuelta de las presidenciales del año 2023; o el 53,9% que sumaron la Libertad Avanza y Juntos por el Cambio en las legislativas del año 2023; o el 47,6% de la suma de las mismas fuerzas en las legislativas del año 2021».
Serrano Mansilla, enfatizó: «Se trata de un 40% al que no le molesta que Trump hablé de los ‘muertos de hambre de la Argentina’, ni que sea una economía totalmente intervenida desde el FMI y el Tesoro de los Estados Unidos, ni que se empobrezca y apalee a los jubilados, ni que el precio del litro de leche haya pasado de 450 a 1.600 pesos, ni que el candidato estrella liberal Luis Espert haya sido vinculado con el narcotráfico, ni las coimas de la hermana del presidente, ni la criptoestafa del presidente».
Precisó que «no hay que eclipsar que existe otra sociedad argentina, el otro 60% que no comulga con ese modelo mileísta. Pero que no encuentra un espacio común, ni política ni electoralmente». Aunque, destacó que «en el seno de este bloque hay una fuerza electoral mayoritaria, que por el momento no es suficiente por sí sola para ponerle freno al mileísmo. Fuerza Patria logró el 35%, un valor muy parecido a la media obtenida por esta fuerza en las últimas ocho citas legislativas a nivel nacional. El resto, el 25%, votó a otras alternativas».
El analista, referente de la CELAG, expresó que «seguro que en ese 60% hay mucho más interés por escuchar propuestas certeras para resolver el problema de su vivienda habitual en vez de escuchar hablar tanto de los turistas que van al extranjero a comprar barato (que son como mucho un 10% del país, que en buena parte vota a Milei); seguro que prefieren que mejore el sistema público de salud que sufren a diario en vez de escuchar hablar tanto de las prepagas privadas (que son como mucho un 10% del país, que en buena parte vota a Milei). Y, así, se podrían encontrar muchos otros ejemplos de ‘cosas’ potenciales para ‘juntar’ esa heterogeneidad antimileísta».
Por último, argumentó: «En buena medida, este hecho, esta desatención parcial de lo que le preocupa a la mayoría, explica la bajísima participación de las últimas elecciones legislativas intermedias. Y, así, la alta abstención más la fragmentación anti mileísta ocasionó el resultado que ya todos conocemos en Argentina».