Por Redacción
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ofreció este martes una rueda de prensa en Moscú, donde abordó varios temas clave de la política internacional. Durante el encuentro con periodistas, el canciller ruso criticó la actitud de Occidente tras el fin de la Guerra Fría.
Aseguró que Occidente pensó que la URSS fue eliminada para siempre y que podían actuar según sus propios intereses, sin seguir la Carta de la ONU. Lavrov indicó que, en ese contexto, no se halló una “resistencia seria”, ya que China aún no tenía el poder que posee hoy en términos económicos y políticos.
Frente a esa situación, Rusia debe enfrentar “una guerra lanzada por el Occidente colectivo”, cuyo objetivo es “suprimir a Rusia y socavar su potencial estratégico”, afirmó el ministro. El funcionario también se refirió a la multipolaridad, indicando que aquellos que se oponen a ella carecen de “un estatuto escrito” y, según él, buscan imponer su visión sin respeto por otras culturas y religiones.
“Este bando entra en todos los monasterios, mezquitas, templos budistas y sinagogas con su estatuto”, denunció. En contraste, los países que defienden un mundo multipolar, basado en la Carta de la ONU y en el principio de igualdad soberana de los Estados, buscan un marco jurídico internacional “equitativo”, añadió.
En relación al Consejo de Seguridad de la ONU, Lavrov subrayó que dicho organismo no refleja adecuadamente la situación geopolítica actual, pues los países más influyentes en la economía y la política mundial no están representados de manera proporcional. En ese sentido, indicó que India, Brasil y los países africanos deben tener una “residencia permanente” en dicho consejo, ya que, a su juicio, “merecen” una representación acorde a su importancia global.
En cuanto al conflicto en Ucrania, el canciller destacó que la preocupación de Rusia no se centra “en las tierras”, sino en las personas que han habitado esas regiones durante siglos, mencionando el esfuerzo histórico de las poblaciones locales para “levantar ciudades, fábricas y puertos”. A su vez, criticó el papel de Estados Unidos en los conflictos y acusó al país norteamericano de aprovecharse de situaciones bélicas para su propio beneficio, tal como ocurrió en las guerras mundiales.
Lavrov consideró un “terrorismo energético” por parte de Estados Unidos y Ucrania la destrucción de los gasoductos Nord Stream y Turkish Stream, afirmó que Washington buscaba eliminar cualquier competencia en el sector energético. Según el ministro, el país del Norte “no necesita ningún competidor en ninguna área”, incluida la energética.
El ministro ruso opinó sobre las políticas del gobierno estadounidense, señaló que “los demócratas dejan una última piedra en el camino para el próximo gobierno”, aseguró y recordó los actos de la administración de Obama, como la expulsión de 120 diplomáticos rusos antes de dejar el poder.
En cuanto a la autodeterminación de los pueblos, Lavrov se refirió al posible acuerdo entre Estados Unidos y Dinamarca sobre Groenlandia. Al respecto indicó que “si los groenlandeses consideran que su Gobierno no los representa, tienen derecho a la autodeterminación”.
El ministro también criticó la postura de Occidente frente a Venezuela, calificó de “despectiva” la actitud de Estados Unidos y otros países al reconocer a Edmundo González como presidente, en lugar de respetar la legitimidad de Nicolás Maduro como mandatario electo. Según Lavrov, Occidente actúa con “presunción” y “desprecio” hacia el resto del mundo.
En Oriente Medio, el ministro destacó que Rusia no se retirará de la región y continuará con su apoyo a las autoridades sirias. Finalmente, Lavrov subrayó que América Latina ha tomado un papel cada vez más relevante en el nuevo orden mundial multipolar, destacó que Rusia mantiene relaciones estrechas con casi todos los países de la región.
14/1/2025