Por Redacción
Mientras En un nuevo acto de autoritarismo político y al mismo tiempo que protege a legisladores aliados vinculados con el entramado del narcotráfico, el gobierno de Javier Milei utilizó la violencia institucional para dispersar una movilización. Efectivos de la Policía Federal reprimieron a jubilados que se movilizaban en las inmediaciones del Congreso de la Nación tras conocerse el incremento de sólo $6.000 para los haberes mínimos y las pensiones. La protesta se llevó a cabo este miércoles en un marco pacífico hasta que las fuerzas avanzaron con gases lacrimógenos y un amplio despliegue represivo.
La s fuerzas que responden a la violencia de Patricia Bullrich avanzaron sobre personas que sobreviven y soportan una situación extrema luego de haber trabajado a lo largo de su vida. La Ministra, que no es capaz de controlar las fronteras y que notoriamente fracasó en la mentada lucha contra el narco, embiste sistemáticamente contra los actores sociales más vulnerables con palos, gases y detenciones. En el marco del proceso electoral y funcional a la narrativa reaccionaria, la candidata a senadora por La Libertad Avanza, no quiere que el pueblo exteriorice su bronca ante la situación económica para que no se dañe aun más la imagen del gobierno.
La concentración se desarrolló sobre Hipólito Yrigoyen, Rivadavia y Entre Ríos. La represión dejó a varios adultos mayores atendidos por personal médico debido a la irritación provocada por los gases. Uno de los participantes sostuvo: “Vinimos y nos encontramos todos los miércoles. Nos pusimos de acuerdo en dar la vuelta, era una manifestación totalmente pacífica. Que prohíban dar una vuelta al Congreso a 50 o 100 jubilados es ridículo”.
El sacerdote Paco Olveira, que integra el grupos de curas de opción por los pobres, que acompaña habitualmente las marchas, reiteró: “Es siempre igual. En vez de buscar a (José Luis) Espert que está en el Congreso, vienen a buscar a los jubilados. Nuestro pueblo está mal y hay que terminar con esto lo antes posible”.
Cabe señalar que Bullrich intentó sacar rédito político con la detención de los presuntos autores del crimen de Lara, Brenda y Morena., al mismo tiempo que no pudo explicar cómo fue que Matías Agustín Ozorio y Pequeño J cruzaron la frontera para escapar de Argentina. Por otro lado, la dirigente política que pasó por distintos partidos políticos de diversos cuños ideológicos, durante la mañana del miércoles pidió que José Luis Espert de una paso al costado en la campaña y por la tarde, descaradamente, salió a desmentirse. En medio de todo esto, su opción política es aplicar la violencia contra los jubilados, los trabajadores, los periodistas y los actores políticos del campo popular.