Presupuesto 2026: alejado de la realidad, Milei ratificó el rumbo del ajuste

Por Redacción

Javier Milei presentó este lunes, por cadena nacional, los lineamientos de la Ley de Presupuesto para el 2026. El libertario volvió a mostrarse alejado de la realidad social, política y económica que atraviesa el país. En ese contexto no hizo referencia a la crisis financiera, a la disparada del dolar  y reiteró latiguillos de campaña. Ratificó la política de déficit cero y evidenció su alineamiento con el mandato del Fondo Monetario Internacional.

En un discurso que duró cerca de veinte minutos, Milei, esgrimió los esbozos del proyecto que será enviado al Congreso de la Nación. En tal sentido confirmó que «el Presupuesto Nacional no es un mero proyecto de ley, es la ratificación de nuestro compromiso inquebrantable con sacar al país adelante».

Aseguró que «el equilibrio fiscal es la piedra angular de nuestro plan de gobierno. Y es un principio no negociable que le hemos planteado a la sociedad desde el comienzo de nuestra gestión. Ningún país del mundo puede funcionar correctamente sin un presupuesto equilibrado, por eso los políticos en todo el mundo encuentran consensos y acuerdos para sancionar la ley de leyes».

Sin contemplar la crisis actual hizo proyecciones que se  alejan de la realidad. Aseveró que «este presupuesto le asigna 4.8 billones de pesos a las Universidades nacionales, aumenta el gasto en jubilaciones un 5% y en salud un 17%, ambas partidas por encima de la inflación. El gasto en educación también aumenta un 8% por encima de la inflación. Por otro lado, habiendo realizado las auditorías pertinentes, el monto recibido por cada pensionado por discapacidad también aumentará en un 5% por encima de la inflación del 2026».

El libertario evitó mencionar que al ritmo de devaluación actual y que con la inflación pisada por la recesión esas asignaciones terminarán por ser insuficientes y se licuarán rápidamente. En otro pasaje de sus discurso, aseveró que «si fallamos, volveremos a caer en el pozo de la inflación descontrolada y la destrucción de toda expectativa sobre el país. En este sentido, el Presupuesto Nacional no es un mero proyecto de ley, es la ratificación de nuestro compromiso inquebrantable con sacar al país adelante».

Sin asumir la crisis presente, remarcó: «Tenemos que entender de una vez y para siempre que hay una relación directa entre el orden fiscal, la baja del riesgo país, el crecimiento económico y la prosperidad. Todos los demás caminos ya se intentaron y fracasaron».

Después de haber ajustado duramente a sectores sensibles que hacen al crecimiento nacional y sin hablar de producción y trabajo, Milei esgrimió una nueva falacia de su «plan» económico: «En definitiva, si el presupuesto es el plan de gobierno y el 85% de este presupuesto será destinado a educación, salud y jubilaciones, eso quiere decir que la prioridad de este Gobierno, tal como siempre dijimos, es el capital humano».

Por otro lado, hizo gala de la psicosis capitalista y expresó que «ya no nos queda ninguna otra opción. Es hora de asumir, finalmente, que si queremos que haya menos pobreza necesitamos más empleo. Si queremos que haya más empleo necesitamos que haya más empresas invirtiendo».

Copiándose a sí mismo ya a otros mandatarios liberales que llevaron a la Argentina a la crisis, subrayó:  «Quisiera destacar que por cómo fue configurado el plan de gobierno los años más duros de afrontar fueron los primeros. Y por eso podemos afirmar, como hemos hecho en tantas otras veces y pese a las turbulencias coyunturales, que lo peor ya pasó».

Con brutal cinismo, fiel a su estilo, Milei explicó que «finalmente quiero terminar con una breve reflexión: nos ha costado mucho llegar aquí. Todos hemos hecho enormes esfuerzos para salir del pozo en el que estábamos cuando asumimos. De hecho los sueldos del Poder Ejecutivo están congelados desde la misma fecha en que hemos asumido».

Por último, amenazó al conjunto del pueblo argentino que hoy soporta el peso del ajuste: «Tenemos que entender como país y como sociedad, que si no terminamos el proceso de cambio que hemos emprendido, habremos tirado a la basura todo el esfuerzo que hemos hecho. No aflojemos, hagamos que todo este esfuerzo valga la pena».

Cabe destacar que durante su intervención discursiva, el libertario no hizo referencia alguna al endeudamiento con el FMI ni a cómo piensa pagar los vencimientos de deuda sin reservas acumuladas. Milei volvió a repetirse en un contexto de profunda crisis social, económica y política de la que no da cuenta. Le realidad le quedó demasiado lejos.

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