«Pichino» Carone: el arte del goleador astuto

Por José Luis Ponsico 

La charla tiene un cuarto de siglo. Mutual Ex Futbolistas, una veintena de notables de los 60 y «Pichino» Juan Carlos Carone, fallecido hace unas horas a los 83 años, con la palabra. «Me podrían decir ‘Carterista’. Lo mío era robarle la cartera a los defensores rivales, aquéllos que estaban distraídos», contó. En medio de las risas del resto. Un personaje pintoresco.

Vivió siempre en Villa Luro. Hincha fana de Vélez Sarsfield, donde entre 1964/70 resultó una de sus figuras. Antes, Atlanta, con la conducción de Osvaldo Zubeldía, 1962/64. Rápido, vivo, astuto. De 1,77 de estatura, delgado, ojos siempre bien abiertos. «En las Inferiores estuve a prueba, River. A fines de los 50, yo tenía 16 años. ‘Tapado’. Ermindo Onega en 1ª, pero estaban otros», dijo.

«Tiempos de Luis Maidana, el ‘Nene’ Sarnari, Hugo Zarich y el ‘Manija’ Puntorero. Me llevaron a Atlanta y tuve a Osvaldo (por Zubeldía). Me hizo debutar con 19 años», evocó.

«Enseguida metí goles. El ataque inolvidable: Luna, Conde, Jorge Fernández, Juan Castro (ex Central) y Carone. Convertí el primero a San Lorenzo, la tarde que Hugo Gatti le atajó un penal al ‘Nene’ Sanfilippo. Ganamos y quedamos. Hugo y yo».

«Lo mío, el pique al vacío como se dice ahora. Si la tenía (Julio) Nuín, gran pegada de zurda, sabía que la ponía de 35 metros a la espalda de los centrales. Lo mismo Luis Cardoso», recordó.

Carone pasó en el 64 a Vélez, llevado por Zubeldía, que había jugado en la V azulada entre 1949 y 1956, cuando pasó a Boca. Ahí tuvo a Daniel Willington, «crack» de época. Carone, goleador. Entre el 64 y 65, jugando como puntero izquierdo, con amistosos convirtió 45 goles. En Vélez, goleador de AFA del 65: veinte goles. Llegó a la selección, previo al Mundial 66.

La astucia, la viveza, el estilo para correr en diagonal en el momento justo para ganar la posición. Gol o infracción penal. Así le arruinó la chance a Gimnasia y Esgrima en Villa Crespo. «Llevaba dos meses en Primera y pocos partidos. Ellos, el ‘Lobo’ platense, doce partidos sin perder y arriba con Boca y River. Dos pelotas, 35 metros. Dos penales que convirtió Luis Cardoso», relató.

Carone estuvo en Racing en el Metro 70. Tiempos de juveniles: el «Chino» Benítez, «Pampa» Jorge, «Ruso» Adorno. Pero se lo llevaron al fútbol mexicano. No hizo gran diferencia económica. La casa, su familia numerosa y el club velezano, con la imagen del gran «Pepe» Amalfitani, el padre de todos. Luego, amistad con Raúl Gámez. ¿Lo de «Pichino»?

«Creo que fue por el perro», bromeaba el «Ratón» José Bernabé Leonardi, amigo. ¡Ojo! Éste (Leonardi), lateral izquierdo, hizo más goles que yo. Tiene casi 40 de penal. Un grande», su salsa. Juan Carlos Carone lamentaba no ser peronista. El clásico porteño, tanguero, militante del club y del barrio. Tenía todo para serlo, pero su familia orillaba el antiperonismo desde los 50.

No quiso ser DT ni intermediario. Vivía de relaciones públicas y humanas. Trabajos de inmobiliaria y amistades de la política en los tiempos de Fernando de la Rúa, jefe de Gobierno porteño. Participó en cien goles entre Atlanta, Vélez y la selección. Puso incómodos a la mayoría de los defensores de su tiempo. Esto lo decía Roberto Perfumo: «Pichino es una Avispa», ironizaba.

De Atlanta, además de Hugo Gatti que creció con él, evocaba el temperamento de Timoteo Griguol y la sabiduría del «Beto» Norberto Conde, el ex «crack» de Vélez, con Victorio Spinetto. En la «V», al cordobés Willington, la pegada de José Luis Luna, el temple del tucumano José Solórzano y las voladas de José Miguel Marín. «El mejor antes del ‘Pato’ Fillol», sostenía.

Entre sus bromas más recordadas, en un auditorio donde, entre otros, reunía a Juan José Pizzuti, Silvio Marzolini, el propio Perfumo, Daniel Onega, Rafael Albrecht, Toscano Rendo… Carone indagaba: «¿Saben cuál es la diferencia entre los dirigentes —excepción Amalfitani, que vive con lo justo— con varios de nosotros que no hicimos fortuna en el fútbol…? Ellos se reúnen de noche, compran y venden futbolistas, algunos hacen obras para el club. La mayoría, que nunca jugó, hace la Carone en la cancha: ‘Te roba la cartera'».

Lloraban todos de la risa.

Un tipo inolvidable.

*Columnista La Señal Medios, Mundo Amateur, Víctor Lupo, Agencia Nacional y Popular, De Memoria, AGN-Prensa

 

 

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