Por Redacción
La vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, confirmó que la primera revisión del acuerdo de Facilidades Extendidas firmado con Argentina continúa sin cerrarse. Un equipo técnico enviado por el Gobierno de Javier Milei se encuentra en Washington intentando destrabar el desembolso de 2.000 millones de dólares comprometidos para junio, aunque las negociaciones avanzan con dificultad.
Kozack señaló que “el objetivo es avanzar en las discusiones de la primera revisión del programa”. Sin embargo, pese a que el gobierno libertario logró cumplir con las metas fiscales y de emisión monetaria, falló en la acumulación de reservas internacionales, un requisito fundamental para la auditoría técnica. Frente a este incumplimiento, la Argentina podría solicitar un “waiver” o perdón, aunque la vocera evitó referirse a esta posibilidad.
El incumplimiento más grave se verificó en el frente externo. Para el 13 de junio, fecha límite establecida en el acuerdo, el Banco Central contaba con cerca de 4.000 millones de dólares menos de lo exigido. A esa crisis cambiaria se sumó un déficit de cuenta corriente que superó ampliamente las previsiones del propio FMI, lo que dificultó la entrada de divisas y profundizó la crisis económica.
Kozack evitó precisar detalles sobre las metas incumplidas y prefirió destacar la “estrecha colaboración” entre el Fondo y las autoridades argentinas, subrayando que ambos comparten “el compromiso con el éxito del programa” y trabajan en políticas para “sostener los mecanismos de estabilización” en un “contexto externo más complejo”.
La portavoz del FMI resaltó algunos indicadores presentados por el Gobierno libertario, como una desaceleración inflacionaria, la recuperación en el acceso a los mercados de deuda y una supuesta disminución de la pobreza. “La economía continúa expandiéndose. Los indicadores de alta frecuencia sugieren que la pobreza muestra una tendencia a la baja”, afirmó. Valoró la implementación de un régimen cambiario más rígido, restricciones fiscales y una política monetaria contractiva.
Pese a esos reconocimientos, la revisión técnica no está completa. El Staff Level Agreement (SLA), documento previo al tratamiento formal por el directorio del FMI, aún no fue publicado. Esto impide que el Board del Fondo avance con la aprobación del desembolso. Debido al receso de verano en Estados Unidos, la reunión decisiva se postergaría hasta septiembre, lo que podría retrasar el envío de los 2.000 millones previstos para junio.
En el entorno económico se da por hecho que el desembolso terminará concretándose, apoyado en la afinidad política entre Javier Milei y Donald Trump, figura influyente sobre el director estadounidense, uno de los actores clave en el Fondo.
Esta demora y los incumplimientos técnicos reflejan el deterioro económico que la política del Gobierno libertario, en sintonía con el FMI, ha provocado en Argentina. La falta de reservas y el déficit externo muestran que las medidas restrictivas y de ajuste no alcanzan para contener la crisis ni proteger a la población más vulnerable, que continúa empobreciéndose bajo esta gestión.