Por Redacción
En medio de la caída de las recaudaciones y la paralización de obras públicas, los gobernadores de 22 provincia se reunieron en el Consejo Federal de Inversiones y presentaron al Ejecutivo nacional un proyecto de ley consensuado para redistribuir el impuesto a los combustibles y destrabar el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional. Exigieron una coparticipación más justa y realmente federal.
Los mandatarios fundamentaron su propuesta “en la certeza de que la sanción del proyecto no afectará la sustentabilidad de las finanzas públicas nacionales y que, complementariamente, generará más federalismo”. La iniciativa tiene como objetivo a que un 48% del impuesto a los combustibles líquidos sea administrado por Nación y que el 52% restante quede en manos de las provincias.
A través de un comunicado conjunto, los mandatarios provinciales indicaron que los montos se distribuirán “a través del índice de coparticipación federal”. Asimismo, reclamaron que el Fondo de Aportes del Tesoro Nacional se distribuya entre Nación y provincias “de acuerdo con la coparticipación primaria y secundaria de la Ley nacional N° 23.548”.
En ese contexto, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof expresó este fue un trabajo conjunto «muy importante para consolidar el federalismo y defender los fondos que genera el pueblo a través de su esfuerzo y que significan más salud, más educación, más infraestructura y más derechos para mejorar su futuro».
En la reunión estuvieron presentes representantes de 22 de los 24 distritos nacionales, entre ellos, además de Kicillof; Jorge Macri (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Alfredo Cornejo (Mendoza), Alberto Weretilneck (Río Negro), Raúl Jalil (Catamarca) e Ignacio Torres (Chubut). Formosa y Corrientes fueron los únicos ausentes.
Desde el Gobierno nacional, en tanto, elevaron una contrapropuesta que no fue bien recibida por los gobernadores. Sin embargo, indicaron que “se acordó seguir conversando, abrir un canal de diálogo”. Desde la Rosada añadieron que “la idea es entablar mesas de trabajo para varias cosas”.