Por Redacción
La Organización Internacional del Trabajo advirtió que la crisis inflacionaria internacional, sumada a la desaceleración mundial del crecimiento económico han generado una “drástica caída de los salarios mensuales reales en numerosos países”. Según el nuevo informe sobre salarios 2022-2023: “El impacto de la inflación y de la COVID-19 en los salarios y el poder adquisitivo”, los ingresos de las y los trabajadores disminuyeron un 0,9 % en la primera mitad del año en curso.
Asimismo, se precisó que “la crisis está reduciendo el poder adquisitivo de la clase media y afecta de manera especialmente dura a los hogares de bajos ingresos”. En esa línea se remarcó que es “la primera vez en este siglo que el crecimiento del salario real global ha sido negativo”.
Al mismo tiempo, el informe de la OIT sostuvo que “entre los países avanzados del G20, en la primera mitad del 2020, se estima que los salarios reales disminuyeron de 2,2 %, mientras que en los países emergentes del G20 aumentaron de 0,8 %, 2,6 % menos que en 2019, el año anterior a la pandemia de COVID-19”.
El Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo, explicó que “las múltiples crisis mundiales a las que nos enfrentamos han provocado un descenso de los salarios reales. Esto ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, ya que se enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor”.
Por otro lado aseguró que “la desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán si no se mantiene el poder adquisitivo de los peor pagados. Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación tras la pandemia. Esto podría alimentar un mayor malestar social en todo el mundo y socavar el objetivo de lograr la prosperidad y la paz para todos”.
Según el informe “la inflación está socavando el poder adquisitivo de los salarios mínimos. Las estimaciones muestran que, a pesar de los ajustes nominales introducidos, la aceleración de la inflación de los precios está rápidamente erosionando el valor real de los salarios mínimos en numerosos países”.
El proceso inflacionario y del costo de la vida afectan “en mayor medida a las personas de ingresos más bajos. Esto se debe a que ellos invierten gran parte de su renta disponible en bienes y servicios esenciales, los cuales por lo general experimentan un aumento de precios mayor que los productos no esenciales”.
En términos regionales se comprobó que “en América Latina y el Caribe, el crecimiento del salario real descendió a menos 1,4 % en 2021 y menos 1,7 % en el primer semestre de 2022. En América del Norte (Canadá y Estados Unidos), el crecimiento medio del salario real llegó a cero en 2021 y bajó a menos 3,2 % en el primer semestre de 2022”.
De acuerdo a los datos de la OIT “en la Unión Europea, donde los programas de preservación del empleo y las subvenciones salariales protegieron en gran medida el empleo durante la pandemia, el crecimiento del salario real aumentó de 1,3 % en 2021 y descendió a menos 2,4 % en el primer semestre de 2022”.
“En Asia y el Pacífico, el crecimiento del salario real aumentó hasta 3,5% en 2021 y ralentizó hasta situarse en 1,3 % en el primer semestre de 2022. Si se excluye China de estos cálculos – considerando el importante peso de este país en la región – el crecimiento del salario real fue muy inferior, 0,3 % en 2021 y 0,7 % en el primer semestre de 2022”, precisó la OIT.
Por último “en África, los datos sugieren una caída del crecimiento del salario real de menos 1,4 % en 2021 y un descenso hasta menos 0,5 % en el primer semestre de 2022. En los Estados Árabes, las tendencias en materia de salarios son provisionales, pero las estimaciones señalan un bajo crecimiento de los salarios reales de 0,5 %en 2021 y de 1,2 % en 2022”.
30/11/2022