Por Redacción
La Organización Internacional del Trabajo advirtió que la situación mundial del trabajo continuará en retroceso a raíz de la profundización de las diversas crisis que dificultan el desarrollo de las fuerzas laborales a nivel global. Según la reciente edición del Observatorio de la OIT la proyección sobre el incremento del desempleo y la desigualdad es altamente negativa, en tal sentido, el informe aseguró que de mantenerse las actuales políticas económicas y sociales el mercado laboral se encuentra lejos de la recuperación.
El informe destacó que “ya existen indicios de una profunda desaceleración del mercado de trabajo”. En ese sentido añadió que “en 2022 han confluido múltiples crisis que se han visto agravadas por el conflicto bélico de Ucrania y sus efectos adversos indirectos, que afectan profundamente al mundo del trabajo”.
Por su parte, Gilbert F. Houngbo, Director General de la OIT sostuvo que “con objeto de hacer frente a esta situación tan adversa del empleo a escala mundial, y evitar una gran recesión del mercado de trabajo en todo el mundo, será necesario aplicar políticas exhaustivas, integradas y equilibradas a escalas nacional e internacional”.
El funcionario remarcó que es necesario “utilizar un amplio conjunto de instrumentos políticos, entre los que cabe destacar la intervención en el precio de los bienes públicos, la reorientación de beneficios extraordinarios, el fortalecimiento de la seguridad en materia de ingresos mediante protección social, el aumento de las ayudas para garantizar ingresos y la orientación de ayudas a las personas y las empresas más vulnerables”.
“Se precisa un sólido compromiso con iniciativas como el Acelerador mundial del empleo y la protección social de la ONU, que permitiría a los países crear 400 millones de empleos y ampliar la protección social a los cuatro mil millones de personas que aún carecen de la misma”, enfatizó Houngbo.
En detalle, el informe aseguró que a principios del año la cantidad de horas de trabajo, a escala global, registró un rápido ritmo de recuperación. Sobre todo en “ocupaciones de mayor cualificación y con respecto a las mujeres”. Sin embargo, “esa recuperación se vio impulsada por un aumento del empleo informal, que puso en riesgo la tendencia a la formalización que venía dándose desde hace quince años”.
Asimismo, “la situación se agravó a lo largo del año y, según la OIT, en el tercer trimestre de 2022 la cantidad de horas de trabajo fue un 1,5 por ciento inferior al valor registrado antes de la pandemia, lo que representa un déficit de 40 millones de empleos a tiempo completo”.
La OIT remarcó que “en Asia y Pacífico se registró una disminución de 1,2 puntos porcentuales en el segundo trimestre de este año y posteriormente se ha producido una mejora moderada de 0,6 puntos porcentuales, habida cuenta de que la actividad en China comenzó a recuperarse a raíz del levantamiento parcial de los confinamientos”.
Al mismo tiempo informó que “de forma análoga, las diferencias entre grupos de ingresos siguen siendo amplias. En los países de ingresos bajos o medianos-bajos, la cantidad de horas de trabajo se ha estancado en 2022, con arreglo a una brecha del 2 al 3 por ciento, aproximadamente, al tiempo que en los países de ingresos elevados o medianos-elevados la cantidad de horas de trabajo ha vuelto a alcanzar el nivel registrado antes de la pandemia”.
En esa línea, destacó que “el nivel de empleo informal se recuperó plenamente con respecto al valor que registró en 2020, al tiempo que el nivel de empleo formal no lo hizo. Por otro lado, se prevé que en 2022 el nivel de empleo informal aumente al mismo ritmo que el de empleo formal21, lo que dificultará la lenta pero ininterrumpida tendencia a la formalización constatada a lo largo de los últimos 15 años”.
