Por Redacción
Tras la denuncia presentada por Patricia Bullrich por la difusión de grabaciones atribuidas a Karina Milei, presuntamente obtenidas dentro del ámbito del Ejecutivo Libertario, la embajada de Rusia en Argentina negó cualquier implicación en el caso. El comunicado de la representación rusa refutó las versiones mediáticas y políticas que señalaban una posible intervención de servicios de inteligencia rusos para desestabilizar al gobierno de Javier Milei. La embajada aseguró que no mantiene vínculos con la filtración y calificó las acusaciones como infundadas.
En tal sentido, la Embajada expresó: «Lamentamos observar que en el contexto de otro escándalo político interno de gran repercusión mediática nuestro país vuelve a ser mencionado de forma negativa». Al mismo tiempo, agregó que «se han expresado públicamente algunas suposiciones sobre la posible grabación de conversaciones telefónicas en Casa Rosada por servicios de inteligencia rusos (y venezolanos), supuestamente con el objetivo de desestabilizar al Gobierno. No se han aportado ningunas pruebas al respecto».
Asimismo, rechazó » categóricamente estas acusaciones, considerándolas infundadas y falsas. El deseo de ver «espías rusos» en cada esquina es irracional y destructivo» y aseguró que «Rusia aboga constantemente por la construcción de una cooperación equitativa y mutuamente respetuosa con Argentina, en el marco de una asociación estratégica integral basada en la sólida amistad entre nuestros pueblos».
De este modo, Patricia Bullrich volvió a quedar expuesta frente al montaje de teorías conspirativas que le permiten desviar el eje de la discusión pública. La ahora Ministra libertaria, evita así hablar de los casos de corrupción que involucran a Karina Milei. En este marco, el gobierno liberal no le pidió la renuncia a ninguno de los funcionarios involucrados, por el contrario, optó por victimizarse y armar teorías descabelladas para atacar al peronismo.