Por Redacción
El secretario general de la ONU expresó su satisfacción por el comienzo del plan de paz y por el inicio de intercambio de rehenes y prisioneros. En tanto, la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informó que “está en marcha el aumento masivo de la ayuda humanitaria en Gaza” y confirmó la autorización de Israel para ingresar 190.000 toneladas de alimentos, artículos de refugio, medicamentos y otros suministros, 20.000 toneladas más de las inicialmente acordadas. Por primera vez desde marzo, se permitió la entrada de gas para cocinar en la Franja.
OCHA detalló que “más tiendas de campaña para familias desplazadas, carne congelada, fruta fresca, harina y medicamentos cruzaron a Gaza ayer domingo”. Desde el viernes hasta el último domingo, casi 310.000 personas se trasladaron del sur hacia el norte de Gaza, registraron los supervisores de los desplazamientos.
El organismo indicó que sus trabajadores y socios ahora pueden moverse con mayor facilidad en múltiples zonas, tras años de restricciones impuestas por las autoridades israelíes. Esto permitió preposicionar suministros médicos y de emergencia en áreas críticas, inspeccionar carreteras en busca de explosivos y asistir a familias vulnerables antes del invierno.
“Es solo el comienzo. Como parte de nuestro plan para los primeros 60 días del alto el fuego, la ONU y sus socios ampliarán la escala y el alcance de las operaciones para brindar ayuda y servicios vitales a prácticamente toda la población de Gaza”, añadió OCHA.
Tom Fletcher, coordinador de la ONU para Ayuda de Emergencia, describió los elementos clave del plan humanitario: asistencia alimentaria para 2,1 millones de personas mediante raciones, apoyo a panaderías y cocinas comunitarias, ayuda económica a 200.000 familias, programas de nutrición, atención sanitaria con medicamentos esenciales y salud mental, proyectos de agua y saneamiento para 1,4 millones de habitantes, alojamiento con tiendas de campaña y lonas, y reapertura de espacios educativos temporales para 700.000 niños.
Dos años de violencia extrema y bombardeos israelíes dejaron a numerosas familias sin hogar. Las agencias de la ONU destacaron que la población enfrenta necesidades físicas y psicológicas profundas. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) subrayó que el millón de jóvenes de Gaza requiere apoyo psicosocial y de salud mental. “La guerra ha devastado la sensación de seguridad, el desarrollo y el bienestar de los jóvenes”, señaló la organización. Muchos presentan estrés severo, con síntomas como retraimiento, pesadillas y enuresis.
UNICEF implementa un programa de autoayuda y recuperación que enseña técnicas de gestión del estrés. Anas, de 15 años, uno de los niños participantes, afirmó: “Siempre que tenía miedo, ponía la mano en el botón de seguridad y respiraba profundamente. Me sentía muy aliviado”. La organización reportó que ocho de cada diez jóvenes mostraron reducción de síntomas de estrés traumático en 2025.