Por Redacción
La memoria colectiva no puede borrarse si ella queda impregnada en el corazón del pueblo. Porque el 17 de Octubre de 1945, como punto de inflexión para la historia de la clase trabajadora, acoge en su impronta cultural la premisa san martiniana del “seamos libres, lo demás no importa nada”.
Los descamisados emergieron del subsuelo de la Patria, no como parias lumpenizados, sino como protagonistas de la historia y forjadores de un destino común. Este país no se constituyó en los claustros de las élites liberales, sino en la tierra fértil donde los trabajadores pobres pelearon por su libertad y sus derechos.
Raúl “Vasco” Lizarraga, Secretario General del Sindicato de Apuntadores Marítimos y Afines, señalo para esta ocasión que “el mensaje que quedó de aquel 17 de octubre de 1945 es el valor fundamental que tiene, primero, que el pueblo no se olvida del que se juga por el pueblo. Después, el poder de los Movimientos Populares, las manifestaciones, el entender que estando juntos todos se puede, que se puede dar vuelta situaciones y ,creo, que fue un antes y después”.
“Entendimos que el pueblo tiene esa fortaleza que cuando se une no hay fuerza de las armas que se le resistan. Así que es un mensaje que la clase trabajadora lo tiene internalizado y creo que es tan importante como poder mirar a los ojos, sin bajar nunca la vista, tanto a empresarios como a funcionarios”, manifestó el titular del SEAMARA.
Por último, Lizarraga expresó que “que somos hombres y mujeres que pueden mirar a los ojos a quien sea, así que ese es el valor que le doy, valor de saber que con unidad, con organización y con decisión podemos transformar la realidad”.
14/10/2020