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“El sistema de salud de Gaza ya estaba de rodillas y la pérdida de otro hospital que funcionaba mínimamente es un duro golpe”

Por Redacción

El hospital Kamal Adwan, ubicado en el norte de Gaza, fue objeto de un allanamiento por parte del ejército israelí durante cuatro días la semana pasada, lo que generó  fuertes críticas y preocupaciones sobre la situación humanitaria en la región. La Organización Mundial de la Salud  informó que varios trabajadores sanitarios fueron detenidos durante el operativo.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó la “destrucción efectiva” del centro hospitalario por parte de las fuerzas israelíes, la cual resultó en la lamentable pérdida de ocho pacientes, incluido un niño de nueve años. En una declaración pública, Tedros expresó su consternación: “El sistema de salud de Gaza ya estaba de rodillas y la pérdida de otro hospital que funcionaba mínimamente es un duro golpe”.

En sus declaraciones en la plataforma social X, Tedros insistió en la necesidad de detener los ataques a hospitales, personal sanitario y pacientes: “Alto el fuego AHORA”. Además, señaló que muchos pacientes de Kamal Adwan tuvieron que autoevacuarse “con un gran riesgo para su salud y seguridad”, ya que las ambulancias no podían llegar a las instalaciones.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó que las fuerzas israelíes se retiraron del hospital el sábado pasado. Sin embargo, según informes de los medios, “una topadora militar israelí arrasó las tiendas de campaña de varios desplazados que se encontraban fuera del hospital, matando e hiriendo a un número no confirmado de gente”.

En respuesta, Tedros expresó la “extrema preocupación” de la OMS por el bienestar de las personas desplazadas y llamó a una investigación sobre el incidente. OCHA, por su parte, señaló que el Ministerio de Salud palestino en Ramalláh ha solicitado una investigación, mientras que el ejército israelí afirmó haber detenido a 90 personas como parte de la operación y haber encontrado “armas y municiones dentro del hospital”.

En tal sentido, la OMS remarcó que “actualmente, no hay capacidad de diagnóstico en la Franja de Gaza y el laboratorio central en el norte de Gaza no puede funcionar debido a las hostilidades en curso. Las interrupciones en la vigilancia de rutina impiden la capacidad del sistema de salud para detectar, analizar y responder eficazmente a amenazas para la salud”.

“Es posible que numerosas personas sin acceso a centros de salud no sean diagnosticadas, lo que indica que la situación podría ser más grave de lo que parece”, resaltó el organismo internacional.

El último parte oficial, dio cuenta que hasta el momento 18.800, personas han sido  asesinadas por las fuerzas de ocupación israelíes y se registraron más de 51.000 heridos. Entre ellos se encuentran   8.000 niños,  6.200 mujeres y 695 ancianos.

Un informe de Human Rights Watch denunció que “el hambre se utiliza como arma de guerra en Gaza. La evidencia indica que a los civiles se les negó deliberadamente el acceso a alimentos y agua. El gobierno israelí está utilizando el hambre de los civiles como método de guerra en la Franja de Gaza, lo cual es un crimen de guerra. Los dirigentes israelíes han hecho declaraciones públicas expresando su objetivo de privar a los civiles de Gaza de alimentos, agua y combustible, declaraciones que se reflejan en las operaciones militares de las fuerzas israelíes”.

Asimismo, “el gobierno israelí no debería atacar los objetos necesarios para la supervivencia de la población civil, levantar el bloqueo de la Franja de Gaza y restaurar la electricidad y el agua. El derecho internacional humanitario, o las leyes de la guerra, prohíbe hacer pasar hambre a los civiles como método de guerra; es un crimen de guerra. Además, el continuo bloqueo de Gaza por parte de Israel, así como su cierre durante más de 16 años, equivale a un castigo colectivo de la población civil, también un crimen de guerra”.

 

 

 

 

 

 

19/12/2023

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