Por Redacción
El Ministro Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez, encabezó el acto inaugural de la apertura de la 62ª Fiesta Nacional de la Flor, en la localidad bonaerense de Escobar. El funcionario aseguró que «en un tiempo donde algunos hablan de apostar y de especular, nosotros estamos convencidos de que nuestro pueblo cree en la producción y el trabajo».
Rodríguez estuvo acompañado por el Intendente Ariel Sujarchuk; la Jefa de Asesores de la Gobernación, Cristina Álvarez Rodríguez; el embajador de Japón, Yamauchi Hiroshi; y el presidente de la Fiesta, Tetsuya Hirose. En este contexto, más de 120 expositores y viveristas de todo el país exhibirán sus productos en los pabellones de la muestra, que presentan más de 400 variedades de plantas y flores.
La programación incluye espectáculos musicales, talleres, charlas, desfiles y la elección de la Embajadora y el Embajador de la Fiesta. El girasol fue elegido como flor insignia de esta edición por su simbolismo de vitalidad, energía y optimismo. Los espectáculos centrales de los días 10 y 11 de octubre tendrán ingreso solidario: quienes asistan deberán entregar al menos cuatro alimentos no perecederos, que serán distribuidos a comedores y merenderos del programa municipal Escobar Hambre Cero.
Rodríguez destacó la labor de los productores y trabajadores del sector: “Cuando hablamos de flores, vemos la belleza de la naturaleza, pero yo siempre quiero remarcar lo que hay detrás: cientos de productores y trabajadores que día a día, llueva o truene, con frío o con calor, ponen su esfuerzo para llegar a los mercados, a los hogares de los vecinos y a esta exposición con la mejor flor posible. Esta fiesta pone en valor a la flor, sí, pero sobre todo pone en valor ese trabajo cotidiano”.
Del mismo modo, ponderó la intervención del Estado provincial en el acompañamiento del sector: “Desde la provincia seguimos acompañando con distintas líneas de financiamiento y acciones concretas. Porque la flor también es tecnología e innovación. Tal vez no todos lo sepan, pero recuperar variedades, preservar la diversidad genética y desarrollar nuevas técnicas productivas son procesos de innovación. En este sentido, trabajamos junto con el INTA en la recuperación de variedades de astromelias, acercando la tecnología a los productores y consumidores”.
Aseguró que «ahí está la importancia de la articulación entre productores, sector privado y sector público: no solo en la producción y el mercado, sino también en la innovación, donde todavía hay mucho por desarrollar», y agregó que «esta fiesta no es solo producción. Es también comunidad. Aquí participan artesanos, emprendedores, productores de la provincia y del país. La Fiesta Nacional de la Flor muestra el potencial de Escobar, que se expresa en lo que produce pero también en la forma en que recibe y convoca».
La Fiesta Nacional de la Flor tiene sus orígenes en 1964, impulsada por el Rotary Club de Escobar, y en 1968 fue declarada Fiesta Nacional mediante el decreto Nº 7424. Desde 1969, la Sociedad Civil Fiesta Nacional de la Flor organiza la muestra en un predio de 17 hectáreas con 7.000 metros cuadrados cubiertos, donde funciona la Escuela de Florihorticultura y Jardinería.
Más del 60% de los expositores provienen de Escobar y la región, mientras que el resto llega de distintas provincias. La feria reúne viveristas, emprendedores gastronómicos, escuelas técnicas y ONGs ambientales, consolidándose como un símbolo de identidad local y del legado de las comunidades inmigrantes, especialmente la japonesa, que impulsó la floricultura en la zona.
El funcionario bonaerense, afirmó: «Para nosotros, como gobierno provincial, es una enorme alegría ser parte de esta muestra, que refleja el compromiso de una comunidad convencida de fortalecer la producción y el trabajo. En un tiempo donde algunos hablan de apostar y de especular, nosotros estamos convencidos de que nuestro pueblo cree en la producción y el trabajo. Esta exposición es una muestra clara de eso».
Por último, Rodríguez invitó «a todos los bonaerenses a recorrer esta edición que está hermosa. Sabemos que la floricultura atravesó momentos muy duros: primero la pandemia, que redujo la demanda por la falta de eventos sociales, y luego la sequía. Hoy, el clima acompaña un poco más, aunque las dificultades son económicas, como todos sabemos. En cualquier circunstancia, lo importante es que estemos juntos, acompañando, convencidos de la importancia de la producción y del trabajo».