De acuerdo con fuentes oficiales, más de 80 sospechosos fueron detenidos y se incautaron al menos 93 rifles automáticos. Las armas, según las autoridades, reflejan el arsenal que las bandas de narcotraficantes acumulan desde fines de la década de 1980, cuando comenzaron a expandirse por los barrios populares de Río.
Testimonios de vecinos indicaron que los enfrentamientos comenzaron cerca de las cuatro de la madrugada, cuando miembros del Comando Rojo respondieron con fuego cerrado y levantaron barricadas incendiadas para impedir el avance de las fuerzas de seguridad. Por primera vez, se reportó el uso de drones armados por parte de los narcotraficantes para lanzar explosivos contra los agentes.
Durante toda la mañana, decenas de heridos fueron trasladados al hospital Getúlio Vargas. Hacia la tarde, las autoridades confirmaron la muerte de 64 personas, entre ellas cuatro policías. Un líder comunitario, en declaraciones a la prensa, señaló que “hay cadáveres esparcidos por las calles”. En tanto, el secretario de Seguridad de Río, Víctor Santos, explicó que la “Operación Contención” fue planificada para capturar a los jefes del Comando Rojo que controlan extensas zonas del estado y han extendido su presencia hacia el norte y la región amazónica.
Por otro lado, el Ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, sostuvo que el estado de Río de Janeiro debe pedir la intervención federal si no logra dominar la situación. “Si el gobernador de Río de Janeiro siente que no tiene condiciones, tiene que tirar la toalla y pedir la activación de la Garantía de Ley y Orden (GLO) o una intervención federal. Si él no logra enfrentar el delito será tragado por el crimen organizado”, declaró el funcionario.
Lewandowski confirmó que la operación, que paralizó la actividad escolar y comercial en la zona, no contó con coordinación del Gobierno federal. Aseguró que “Río de Janeiro no hizo pedidos para esta operación”. El Ministro expresó sus condolencias “a las familias de los cuatro policías muertos y a los inocentes que perecieron” y criticó el uso de “fuerza bruta” por parte de las autoridades locales.
El titular de Justicia remarcó que la política de seguridad debe orientarse hacia la inteligencia y la cooperación institucional. Asimismo, el funcionario del gobierno nacional, explicó que en septiembre se llevó adelante la Operación Carbono Oculto, en San Pablo, donde la Policía Federal, la Policía Militar, el Ministerio Público Federal y la Secretaría de Ingresos Federales lograron desarticular al Primer Comando de la Capital y «nadie murió y la organización criminal fue derrotada. Así se combate el crimen organizado».
El Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva evaluaba en las últimas horas los pasos a seguir ante la escalada de violencia en Río, mientras el estado amanecía bajo fuerte custodia policial y con barrios enteros devastados por los enfrentamientos. Al mismo tiempo, distintas fuentes confirmaron que es posible que durante las próximas horas el número de víctimas fatales se incremente.

El trasfondo político