Entre los Técnicos circula una expresión: “¡Ojo, la gloria no es eterna…!”. Quizá pensando en José María Minella, recordado “Pepe”; luego Guillermo Stábile, Juan Carlos “Toto” Lorenzo, el glorioso Juan José Pizzuti, hasta Carlos Bianchi y Marcelo Gallardo.
Sin olvidar la leyenda, Ángel Labruna.
Al “Barba” (Eduardo) Domínguez no parece alcanzarlo demasiado. La breve sentencia le cabe a varios notables del universo “Pincharrata”. Empezando por Osvaldo Zubeldía (Junín, 24/06/1927). Ganador (DT). Tres “Copa Libertadores”. Estudiantes, revolución táctica desde 1965/70.
Falleció en Medellín, como Gardel, 1982. Osvaldo leyendo en Vélez Sarsfield, 1949/56, “8” armador como futbolista en tiempos de Victorio Spinetto. Luego DT exitoso, Atlanta, 1961/64. Una gloria. Un infarto se lo llevó a los 55 años. El velatorio en el Estadio de 57 y Uno, multitudinario.
Estudiantes campeón hoy es una continuación de otros: espíritu de lucha, preparación física y un par de futbolistas que al cabo hacen (hicieron) diferencia. Aquí, Cristián Medina; a veces Edwin Cetré, en otras Thiago Palacios.
Fernando Muslera, arquero, gran experiencia; defensa sobria (Núñez, González Pirez); lo mismo el mediocampo “combativo”: Santiago Ascacibar, acompañamiento de Medina, ida y vuelta; igual el uruguayo Palacios. Los que ingresan añaden oficio: cerebral José “Principito” Sosa, 39 años.
Los legendarios, a fines de los ’60, dependían de dos talentosos: Raúl Horacio Madero, atrás, anticipo, zurda fina —lanzamientos, tiros libres, infalible en penales, remates bajos, al lado de cada palo—, “crack”. Adelante, Juan Ramón Verón. “La Bruja” montada en una escoba. Goles decisivos. 1967/68. “Crack”.
“No ganábamos mucho. Para una propiedad y un auto. Cuando ‘La Brujita’ (Juan Sebastián) Verón, estando en Boca, (el ‘8’ y el DT) me pidió «por favor, Carlos, deje que vaya a Europa, voy a ganar más dinero un par de temporada, que toda la que ganaron ustedes con mí Viejo”, dijo. Corría 1996.
Así, Bilardo (Capital Federal, 6/03/1938), ahora 87 años, con problema delicado de salud, tomó la posta y armó “otro” Estudiantes en los ’80, bicampeones 1983/84, el segundo con Eduardo Manera, y llegó a la selección. Previo al Mundial México ’86. El “Narigón” alcanzó prestigio internacional.
“Su” Estudiantes de La Plata, desde 1982, dos promovidos por él en el ’76: José Luis Brown, un duro central, y Miguel Ángel Russo, “5” juego y lucha. Dos zurdos de gambeta y pegada, como José “Bocha” Ponce y “Pachorra” Sabella, ex River y Sheffield, inglés, al que Bilardo fue a buscar.
Alejandro Sabella, nacido en Belgrano, 1954, la Capital Federal. En River lo veían como sucesor de Norberto Alonso en el ’75, cuando el “Beto”, ídolo riverplatense, estuvo suspendido 6 fechas por insultar al árbitro Jorge Romero. Sabella, con 20 años, el reemplazante.
El mediocampo “Pincha” cuadrado mágico lo completó el ex “5” de Boca, Marcelo Trobbiani, que había estado en el Elche, España. Volvió con 31 años y en Boca, en su regreso, estuvo poco. Una “hepatitis” lo alejó. Quedó libre. Estaba por dejar. Pero Bilardo lo convenció.
Verón había regresado luego de su ciclo en Europa. Figura en el Inter, Italia; luego Manchester United, uno de los primeros argentinos en triunfar en el fútbol inglés, junto a Osvaldo Ardiles y Julio Ricardo Villa, ambos en el Tottenham, desde 1979. Verón estuvo diez años allá.
El cronista, hace casi dos décadas, entrevistó al goleador Guillermo Trama, máximo “artillero” marplatense, fútbol de AFA: 103 goles oficiales (Racing, Rosario Central, Estudiantes de La Plata, con un paso por San Martín de Mendoza). Trama, en inferiores del “Pincha”.
“¡Mirá, José Luis —recorrida por el histórico predio de City Bell, tiempos de Zubeldía—, todos aquellos terrenos que daban al Golf, el club los compró y se construyeron canchas con piso sintético”, dijo. “La llegada de Sebastián (por Verón) ayudó mucho. Se dice aquí que contribuyó con 250 mil dólares”.
Diez años más tarde, Verón ganaba las elecciones nada menos que a Carlos Bilardo, que no pudo resolver el dilema: enfrentar a un virtual “hijo futbolístico”. El “Narigón” sufrió una derrota que no esperaba. Verón puso en marcha la vuelta al Estadio, remodelado, en 57 y Uno. Hoy, ganador.
Antes, Sebastián (para el universo “Pincharrata”) tuvo un tropiezo con el grupo Foster Gillett, el intento de “Sociedad Anónima” con capitales privados del imperio inglés con vínculos en EE.UU. Un año atrás, el gobierno de Javier Milei alentó inversores con la diputada Juliana Santillán.
No prosperó, aunque la adquisición del “Negrito” Medina, a Boca —Riquelme lo transfirió por 13 millones de dólares—, dio juego de ataque, lucidez en el traslado y acciones de gol. Un hallazgo. Boca aún lo extraña.
Volviendo al “Barba” Domínguez, desde la inteligencia de Carlos Bianchi, vivió la epopeya en Vélez. Como futbolista estuvo cerca del título que Ángel Cappa denunció “robo” del árbitro Gabriel Brazenas, sancionado, invierno 2009.
Eduardo Domínguez, DT, ganó con Huracán “Copa Sudamericana”, eludiendo hasta una tragedia en ruta, Caracas-Guairas, Venezuela, feb. 2016 (**), camino sinuoso. Al tiempo, DT campeón Colón de Santa Fe y ahora Estudiantes multiplicado por cuatro.
Los muchachos se abrazan al “Barba”. Pero el éxito no siempre es transferible. Se trabaja para lograrlo. Y Eduardo Domínguez es un “laburante”.
Ampliaremos.
* Columnista La Señal Medios, Mundo Amateur (Víctor Lupo), Agencia Nacional y Popular, AGN-Prensa y De Memoria.
** El accidente dejó dos heridos graves El futbolista Patricio Toranzo que perdió cuatro dedos del pié izquierdo y el preparador físico Pablo Santella, dos operaciones en zona de la ingle. Hijo del mítico Julio Santella, multicampeón con Carlos Bianchi. En Vélez y Boca Jrs.
*Por José Luis Ponsico