Diario de la FeMPINRA

Desmembramiento de la Marina Mercante y la Industria Naval: La otra pandemia

*Por  Roberto Andrés Milio

Nadie puede negar que hoy “el mundo” está viviendo un verdadero caos desde que comenzó el año 2020. La pandemia del COVID-19 acentuó grandes problemáticas que arrastran las sociedades en sus distintos países. En nuestro caso, con el Decreto N 1772 del año 1991,  se abre un proceso que cruza la historia de la Marina Mercante e Industria Naval que podríamos denominar: “La otra pandemia”, que ha llegado, también,  hasta nuestros días. Desde los ’90 existe otro virus que nos ha causado un daño estructural, la peste del neoliberalismo.

El enfermizo virus ideológico de destrucción, diseminado en el sector por las políticas puestas en práctica a través de autoridades circunstanciales y ventajosas en estos últimos cuarenta años, llevaron a la sistemática destrucción de la capacidad operativa de Elma, Flota Fluvial, Astillero Rio Santiago y Tandanor entre tantos otros que podríamos enumerar, algunos de los cuales entraron en agonía hasta su desintegración.

Capítulo aparte merece la Subsecretaria de Vías Navegables, donde una flota completa de Dragado fue desmantelada al son de estas políticas diseminadas, dejando al paciente sin posibilidad de reflejos.

Ante el avance de este virus implacable y certero, se evitó planificadamente, desoyendo nuestras voces e ignorando nuestras palabras de reclamo, una reconversión tecnológica, competitiva, no centralizada que nos permitiera ser protagonistas entre el equilibrio productivo de un sector privado, cuyo monopolio rige la actividad actualmente, y un SECTOR ESTATAL REGULADOR Y EVALUADOR.

A partir de la década de los ’90, el neoliberalismo, con su política de libre mercado y achicamiento del Estado, puso en coma a la Industria Naval Nacional. El paciente sobrevive a duras penas, primero por las iniciativas de organizaciones sindicales y trabajadores, después porque nadie se animó a darle el golpe de gracia. La ausencia de políticas efectivas, con perspectiva nacional de estrategia geopolítica, ha profundizado la gravedad de una industria convaleciente, que supo ser puntal del país en desarrollo.

Este virus ideológico, político y económico, se propagó con efectos letales para la soberanía productiva nacional a lo largo del tiempo. Ello implicó la pérdida de independencia económica, así como también gestó la pérdida de miles de puestos de trabajo lo que incide directamente en la calidad y bienestar de las familias argentinas perjudicadas.

Para comprender en profundidad de lo que hablamos vale poner en evidencia alguno de los ejemplos más significativos: En septiembre de 1960 se creó ELMA, contaba con 60 buques que navegaban en el Norte de Europa, en el Mar Báltico, el lejano Oriente y Canadá. La empresa desapareció en 1991, cuando empleaba a 4.000 personas. Astilleros Alianza, fundado en 1889 y considerado, en su momento, como el más importante astillero de América Latina, llegó a emplear a 1.500 trabajadores navales, en 1991, conoció su fin. Vale destacar que la draga 256 C, Capitán Nuñez, que aun cumple servicios en el Estado Nacional en HIDROVÍA S.A, fue construida en este astillero en el año 1978. En 1949 se creó la Flota Argentina de Navegación Fluvial, esta empresa brindó servicios de remolques portuarios, balsas, cargas de empuje y buques de pasajeros, empleó a 2.200 trabajadores, su fecha de defunción data de 1991.

 

Hoy nos encontramos ante un nuevo desafío. La acertada presencia del Estado en el sector de la Salud, fue preponderante, para dejar a la actividad privada en la materia ya no sentada en un sillón de privilegio.                    Entonces cabe la pregunta: ¿no será el momento de que otro paciente, el Sector Marítimo y Portuario, sea cuidado inteligentemente para competir con tecnología e interactuar y desarrollar un restablecimiento progresivo, a paso firme, para su cura definitiva?

¿Cómo? A través de funcionarios inmunes a viejas prácticas que ocasionaron la llegada y la evolución de esta pandemia.  Sin embargo, esto solo sucederá cuando el tema preocupe y ocupe a todos los protagonistas del sector empoderando, a lo largo y ancho de la costa Fluvial y Marítima, algo tan importante y fundamental como la SOBERANIA NACIONAL.

 

 

Secretario General Seccional Rio de la Plata del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento

05/06/2020

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