Diario de la FeMPINRA

La pesca sin industria naval: Una sin razón

Por Walter Castro

En el último informe de coyuntura se dan a conocer los datos oficiales que evidencian la riqueza exponencial de nuestro caladero, riqueza que usufructúan otros y los argentinos. Los datos oficiales arrojan números que para nuestra organización no son nuevos, pero con algunas aristas que quizás puedan ayudar a todos aquellos encargados de generar políticas de crecimiento en un sector que pareciera tener un blindaje,  que lo convierte en un nicho inexpugnable o en una unidad de negocios solo para unos pocos con el agravante que hoy se va cerrando y asociando, con grupos de inversión cortoplacistas.

En el informe citado se dan a conocer el total de capturas del año 2019 y ahí ya surgen datos llamativos:

  • En la especie Merluza el total declarado es de 314.325 (toneladas) con un valor promedio de US$ 2.875 (la tonelada), es decir una torta aproximada a los US$ 1.000 mil millones de dólares. El grupo Iberconsa habría capturado,  con su flota, el 25 % de esa fortuna. El grupo tiene mayoritariamente buques de construcción española y cuenta con los buques de mayor cuota asignada, ya los tenía y ahora los ratificó con la compra del grupo argentino Giorno Valastro.
  • En la especie Langostinos se declararon 215.000 (toneladas) a un valor promedio de US$ 6.500, en este caso el grupo declaró haber capturado solo con sus buques propios, (otro tema es el de los buques que pescan para otros) aquí el grupo declaró 12.740 (toneladas), es decir,  otra tajada nada despreciable de más de US$ 80 millones de dólares.

Recientemente en un portal de la actividad, que publica el informe económico español, el ex grupo ibérico Iberconsa,  hoy perteneciente al fondo de inversión norteamericano Platynum, le anuncia al mundo que acaba de cerrar un contrato con el astillero Armón, también español, para la construcción de tres nuevos pesqueros que operaran en el caladero argentino, por US$ 27 millones de dólares,  los que, según Feijoo, no llevarían aranceles, ya que era una promesa del gobierno saliente, también hacen referencia a las exportaciones que una vez llegadas a Vigo, trepan a los US$ 10.000 millones de dólares, sin dudas no sabemos vender tampoco.

En nueve meses de duro trabajo, descontando paradas biológicas y mal tiempo, el grupo norteamericano extrajo de nuestro mar, de nuestras riquezas, en solo dos especies algo más de US$ 330 millones de dólares para luego llevarse el producto a manufacturar a Europa, los buques nuevos a construir a España, los dividendos a Wall Street. Para la Argentina y sus trabajadores ligados a la actividad, NADA.

Lo que es peor, cierre de astilleros, cierre de plantas, desaparición de industrias, perjuicio a las economías regionales, precarización, bolsones de alimentos, despidos injustificados, reconversiones vergonzantes y siempre latente el estallido social que tienen que salir a calmar con  subsidios, promesas vacías;  el pago de salarios a través de nosotros mismos en modo de Repros para las empresas, todo eso lo gestiona el Estado (NOSOTROS).

Según el mismo informe y por lo declarado por las empresas Argenova que es la filial de Pescanova en la Argentina -que atraviesa uno de los juicios más controvertidos de la historia no inmobiliaria española, “la quiebra más fraudulenta de la historia”, así la llaman los medios- habría sido quien capturó más toneladas de langostinos en nuestro litoral, con un total de 13.091.  La sigue Iberconsa con  12.739  toneladas y por último, Arbumasa 9.834 (toneladas). otro ex  grupo español, hoy en manos chinas a través de Dalian Huafeng Aquatic Group, quien a su vez se asoció a empresas ligadas o adquiridas por el grupo Profand.

Si sumamos todo lo capturado por buques que son propiedad de las firmas, así como todo lo que empresas menores pescan para estos grupos mayoritarios, en algunos casos para pagar las embarcaciones adquiridas y cedidas a estos armadores locales, veremos que quizás más del 40 % de las capturas las hacen tres grupos sin intervención de capitales nacionales, sin más intereses que los económicos, valederos, y que están auto recambiando SU flota que ya había sido parida obsoleta.

Hoy,  mientras nosotros nos esmerilamos en debates a veces estériles, ellos ya están recambiando su flota, esperando por la suerte de los “nuevos” 79 buques que van a declarar no operativos para Europa. Van a Chile y traen buques que podrían tener el mismo grado de obsolescencia que los que están operando en nuestros país, en una clara demostración que la industria naval no tiene agenda, todo esto lo están haciendo sin NOSOTROS.

Esto es de lo más tragicómico para explicar pero repasando el informe y las cifras no hay manera de obviarlo: El grupo Moscuzza, quien mientras redactamos este informe recibió la noticia que debía dar de baja tres permisos de pesca, declaró haber capturado algo cercano a las 9.000 (toneladas) de langostinos, en el año 2016 con un Macri/Angelicci/Moscuzza exultantes, el grupo encargó la construcción del buque “José Américo” a los astilleros Armón (España). Para el año 2018 el buque llego a la Argentina, contrariando toda la legislación vigente en cuanto a medidas, caballaje y cubicaje existentes. No importó, el buque hizo pruebas, se alistó y en el 2019 salió a lo que sería su primer temporada de langostinos sentando un precedente negativo importante a ojos del Consejo Federal Pesquero de entonces y que el actual tampoco parece poder resolver, raro, porque si uno trabaja para el grupo y comete una falta le cae todo el peso de la ley, pero al revés no funciona.

Repasando el informe de capturas 2019 vemos que el “José Américo” capturó 2.444 toneladas convirtiéndose en el buque de la flota más pescador. La embarcación en cuestión habría costado algo cercano a los US$ 8 millones de dólares, si multiplicamos las 2.444 toneladas  capturadas por el precio promedio declarado, es decir US$ 6.500,  nos da que en su primer temporada el buque generó casi US$ 16.000.000 millones de dólares, dos veces su valor, dos veces amortizado, todo ganancia y nunca mejor explicitado lo de pescar en nuestras aguas, usufructuar nuestros recursos, exportar a Europa y construir en España, todo en un solo ejemplo, un buque, un año, una estadística, nada engorroso.  Mientras leemos esto siguen construyendo dos embarcaciones más gemelas de esta, no hay manera de decir que esto no se entiende, aunque  a veces no decir nada es decir mucho.

Siempre sin NOSOTROS. Esta organización gremial, SANAM, está muy lejos de pretender ser entendida en temas pesqueros ni mucho menos, pero esto se trata del más común de los sentidos, en la jerga es yo te doy, vos me das, pescas en mis aguas, dame mano de obra genuina, dame la posibilidad de la entrada en la cadena de valor agregado que tiene la actividad, cumplamos las leyes 24.922 y 11.047. Que no nos corran más con la fusta de “haceme un proyecto” o “poneme gente en la plaza”,  las leyes están repásenlas.

Hasta para desguazar correctamente, ya que no quieren construir, es muy obvio la cantidad de millones que podría generar la industria naval ligada a todos los sectores productivos del país y esto no lo decimos en medio de una pandemia, lo venimos diciendo desde el 2005. Y ya estamos muy lejos de preocuparnos por la “salud del caladero”, cuando a nadie parece importarle la salud, la dignidad, ni el futuro de millones de trabajadores a lo largo de más de tres generaciones, que se han visto obligados a la migración forzosa, a la reconversión vergonzosa o la desaparición silenciosa.

 

 

*Secretario General del SANAM Mar del Plata.

 

01/05/2020

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