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Cristina Fernández de Kirchner: “Los programas económicos no son una cuestión de fe”

Por Redacción

La Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, recibió el último viernes el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Río Negro. En ese contexto dictó la Clase Magistral sobre “¿Hegemonía o consenso? Ruptura del pacto democrático en una economía bimonetaria: inflación y FMI, crisis de deuda y fragmentación política”.

La expresidenta comenzó su exposición al recordar: “Un nuevo honoris causa, el último había sido en otra provincia argentina, esta vez en el norte, en Chaco. Fue el 6 de mayo, en unos meses más se cumple un año. En aquella oportunidad la clase magistral versó sobre la insatisfacción democrática retomando una charla que yo había dado en el Parlamento Europeo en Bruselas acerca de la insatisfacción democrática en las sociedades frente a las demandas que no son cumplidas, que no son cubiertas por los estados”.

Explicó, en tal sentido que “hacía alusión a que ese Estado, por lo menos como se conforma en gran parte de occidente, es un Estado, un modelo de gestión de Estado a través de una división de poderes que data de la revolución francesa. Esta era un poco la tesitura, la tesis y que bueno, que realmente estamos queriendo gestionar desde el Estado a una sociedad que tiene internet y que tienen los celulares y que ha modificado absolutamente todo con una forma de organización estatal, jurídica y política que data de la revolución francesa”.

En esa línea expresó que “hoy, a 40 años de democracia el próximo 10 de diciembre de este año, bueno, creo que lo que estamos viviendo en materia de división de poderes cuando vemos a la oposición, o por lo menos al sector más importante de la  oposición, aliado con el Poder Judicial para hacer lo que sabemos que se está haciendo… Bueno, creo que hoy no estamos ante un Estado democrático constitucional”.

Durante su intervención recordó el período histórico durante el cual Néstor Kirchner llegó al gobierno y las dificultades institucionales que el país atravesaba por entonces. En tal sentido, y tras hacer un repaso de diversos acontecimientos políticos, puntualizó: “creo que el propio sistema va a necesitar sanearse porque además estamos en un marco en estos 40 años de democracia y quiero hablar específicamente del tema que nos ocupa hoy que es la economía bimonetaria también que va a requerir de un Estado y de decisiones que van a imperiosamente necesitar de legitimidad ante el conjunto de la sociedad”.

También hizo referencia a ruptura del pacto democrático a partir del atentado contra su vida. Reflexionó entonces: “si uno mira realmente lo que pasó a partir del año 2015, en realidad casi observa como una secuencia lógica lo de ese primero de septiembre. Inclusive en ese propio año 22, en marzo del año 22, el día que se trataba en el parlamento, en la Cámara de Diputados para ser más precisos, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, destruyeron mi despacho. Primero fue señalado con pintura, luego durante media hora sin que interviniera ninguna fuerza ni de la Ciudad de Buenos Aires ni ninguna fuerza federal, fue apedreado y destruido el despacho”.

“Quiere decir que ese primero de septiembre tuvo muchos primeros antes que empezaron, inclusive, acá el rector hacía recién mención a uno de los objetivos de la universidad que es superar la brecha  y lograr la paridad de género vicerrectora. A mí me parece fantástico pero, yo quiero recordarles cómo la primera mujer que es Presidenta en la República Argentina fue totalmente anatematizada pero no por las políticas porque uno puede y debe aceptar todas las diferencias y todas las críticas a las políticas”, agregó.

Cristina Kirchner, remarcó que “esta economía bimonetaria nos lleva a este escenario también de esta Argentina con inflación. Porque, y esto es clave también entenderlo, hay una gran discusión o por lo menos aparenta haber una gran inclusión en cuánto a qué ocasiona esta inflación absolutamente desmedida, comparada con cualquier otro país del mundo, que tiene la Argentina y que no es la primera vez”.

Asimismo, manifestó que “los programas económicos no son una cuestión de fe, son una cuestión de objetivos que persiguen y la eficacia y la eficiencia que tienen para alcanzar esos objetivos. O sea, no me enamoro de nada pero, digo esto para aclarar que no hay ninguna cuestión dogmática con esto, o que no quería que se acordara con el Fondo”.

En este plano, aclaró: “Hoy hay una gran cuestión geopolítica, ¿no? Pero la dolarización de producirse en la Argentina, el que va a tributar y el gran sacrificio de esa dolarización van a ser las clases medias argentinas. Piensen un minuto en esos que cortan las calles y todo el mundo se enoja, que los planeros, que los negros, que esto, que lo otro. Ellos no van a tener mayores problemas si hay una dolarización porque el mayor consumidor de dólares no es el que come una o dos veces por día, nada más y no tiene ninguna otra”.

“El gran consumidor de dólares en la Argentina son las clases medias argentinas, quiere decir que si hay una dolarización el empobrecimiento de las clases medias argentinas no va a tener límite. ¿Pero cómo les pasa por la cabeza una moneda que emite otro país? ¿Cuánto va a valer su salario con respecto a eso?”, añadió.

Enfatizó, al mismo tiempo, que “tenemos que discutir y debatir estas cosas y obligar a que todos y cada uno de nosotros pensemos un poco más antes de repetir monocordemente, como si fuéramos allá en la época de la colonia y nos querían vender espejitos de colores. No podemos seguir comprando más espejitos de colores los argentinos, nos han vendido durante mucho tiempo espejitos de colores”.

Por último, la exmandataria afirmó que “no podemos seguir en un debate tan chato y tan mediocre, y tan manejado desde los medios de comunicación. No nos lo merecemos, y sobre todo ustedes, estudiantes de universidades públicas. Muchas gracias a todos y a todas, y ha sido un placer estar con ustedes”.

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