Por Redacción
Mientras el gobierno avanza con la elaboración del proyecto de Ley de Reforma Laboral, el triunviro de la Confederación General del Trabajo, Cristian Jerónimo, ratificó que la iniciativa oficial es «regresiva y va a contramano» de la creación de puestos de trabajo. En los últimos días, se profundizaron las operaciones políticas y mediáticas con el objetivo de instalar entre la opinión pública que el problema del empleo está relacionado con la organización de los trabajadores. En este marco, el dirigente sindical ratificó que la CGT no va a negociar ningún tipo de quita de derechos obtenidos.
Si bien el oficialismo no presentó aún el proyecto, circulan distintos borradores que contienen los mismos ejes de cambios en la relaciones laborales. En declaraciones radiales, Jerónimo explicó que «los trascendidos de los puntos de la reforma que están planteando y que aportan los bufetes de abogados del sector empresarial son totalmente regresivos y no acompaña a lo que supuestamente estaría apostando el Gobierno, que es empujar la creación de empleo formal. Lo que estamos viendo en los últimos días va a contramano de eso: cierre de empresas, pérdida de puestos de trabajo».
Al mismo tiempo, el dirigente sindical, aseguró que tras el encuentro del Consejo de Mayo, del cual participó Gerardo Martínez, integrante de la mesa chica de CGT, «no hubo nueves conversaciones». Por otro lado, le exigió al Gobierno que establezca «un ámbito de negociación con los representantes sindicales». Sostuvo: «No estamos de acuerdo con ninguna reforma regresiva y hasta ahora, el Gobierno no ha tenido la voluntad de convocar a las partes a una mesa».
Jerónimo, aseguró que la industria nacional vive un momento profundamente crítico y afirmó que la recesión genera un impacto que lacera la producción. En esa línea, señaló que «no está funcionando el programa económico». Asimismo, indicó que «el Gobierno plantea que es un aliado del Gobierno americano y vamos a contramano de lo que hace el Gobierno americano. Ellos cuidan su industria nacional y la blindan, y nosotros generamos una apertura indiscriminada para que nos llenen de productos extranjeros sin cobrarles ningún tipo de arancel, y destruyen nuestra matriz productiva».
La táctica del gobierno es generar versiones que distorsionan los ejes del debate. La política del caos es un imperativo de la gestión libertaria. Entre los trascendidos, circula la versión que el estudio jurídico Bruchou-Funes de Rioja que encabeza el ex titular de la Unión Industrial, Daniel Funes de Rioja, «trabaja» en la elaboración del proyecto de ley de Reforma Laboral que se presentaría en el Congreso, en febrero.
No obstante, la maniobra está relacionada con los marcos de negociación que maneja el oficialismo entorno a los distintos proyecto de ley que presentará después del 10 de diciembre, el oficialismo liberal en el Congreso. En principio, se presume que la reforma laboral entraría por la Cámara de Senadores a mediado de mes, aún así, no darían los tiempos para comenzar a tratarlo este fin de año, por lo que se comenzaría a discutir recién en el segundo mes del año nuevo.
Mientras tanto, la CGT planea reunirse con legisladores de distintas bancadas y con Gobernadores para propiciar los espacios políticos necesarios para frenar la reforma regresiva. En esa línea, se preparan distintas presentaciones judiciales con la intención de preservar derechos. Lo concreto, es que hasta que no esté presentado el proyecto concreto, la agenda gira sobre versiones y conjeturas, lo que está claro en este contexto es que el Gobierno está decidido a avanzar sobre la organización de los trabajadores y sobre sus conquistas sociales.