Bolivia irá a las urnas en medio de una fuerte tensión interna y con una importante presencia de veedores internacionales

Por Redacción

Bolivia se prepara para el proceso electoral con una gran división interna del campo popular y la posibilidad de que sectores reaccionarios vuelvan al gobierno después de dos décadas.  Este domingo, más de 7,9 millones de ciudadanos estarán habilitados para elegir al presidente, vicepresidente, 36 senadores, 130 diputados y nueve representantes supraestatales para el periodo 2025-2030. De ese total, 369.931 bolivianos sufragarán en 22 países, mientras que 7.567.207 lo harán dentro del territorio nacional, en una votación que se abrirá a las 08:00 y cerrará a las 16:00, hora local.

Un total de 19 misiones de observación acompañarán el proceso: 14 internacionales y cinco nacionales. Entre ellas destacan la de la Unión Europea, con más de 120 observadores, y la de la Organización de Estados Americanos, con 89. Estas delegaciones se desplegarán en regiones de alta densidad electoral como La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba. También estarán presentes representantes del Parlamento Andino y del Mercosur, entre otros.

La canciller Celinda Sosa remarcó en conferencia de prensa: «El objetivo es garantizar transparencia, objetividad y confianza en un proceso que definirá el futuro político del país». Explicó que las misiones de la Unión Europea y de la OEA ya mantuvieron encuentros con el presidente Luis Arce. Según la ministra, el mandatario «les reiteró su compromiso de garantizar comicios libres y seguros, y les instó a trabajar con respeto a la soberanía nacional, sin injerencias y en estricto apego a la legalidad».

Sosa insistió en que la labor de las delegaciones debe realizarse con «equilibrio», dado el clima político boliviano marcado por tensiones históricas sobre la transparencia electoral. El Tribunal Supremo Electoral confirmó que el conteo preliminar se realizará con el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre), probado en simulacros nacionales. El voto será obligatorio y cada ciudadano recibirá un certificado de sufragio, documento necesario para la realización de trámites posteriores.

La Defensoría del Pueblo calificó los comicios como «la elección más importante de los últimos años». Su titular anunció la activación de la Mesa de Análisis de la Conflictividad Electoral junto a organizaciones como Jubileo, Red Observa, Fundación UNIR y el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado. Este espacio evaluará las condiciones de votación, en especial para sectores vulnerables, y recibirá denuncias vinculadas a la violación del voto libre, secreto y universal.

En el exterior, los bolivianos residentes solo podrán elegir presidente y vicepresidente. La contienda se definirá entre tres principales candidatos: el empresario Samuel Doria Medina, de la alianza Unidad; el expresidente Jorge «Tuto» Quiroga, que encabeza el frente Libre; y Andrónico Rodríguez, actual presidente del Legislativo, quien lidera la fórmula del frente Popular y aparece en los sondeos como la figura de izquierda con mayores posibilidades.

La masiva presencia de veedores refleja un escenario atravesado por la crisis de 2019, cuando la comunidad internacional puso en duda la transparencia del proceso. Desde entonces, la mirada externa es considerada no solo como un factor técnico, sino como un elemento político determinante para la legitimidad de los resultados.

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