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Argentina el país que más apoyo brindó a las y los trabajadores en pandemia

Por Redacción

Argentina es el país que encabeza el ranking de naciones que han brindado más apoyo inmediato a los trabajadores y trabajadoras en el contexto de la crisis por la pandemia de COVID-19, según el estudio de la UNI GLOBAL UNION y la Confederación Sindical Internacional. Nuestro país es seguido por  Austria, Suecia, Francia y España.

En informé explicó que el 98 % de las y los trabajadores del mundo no reciben ningún tipo de subsidio por COVID, así como tampoco reemplazo de salario ni beneficios sociales para hacer frente a la pandemia. Esto se debe a que solo poco más de la mitad de los países estudiados para el informe, 124 en total, así como distintas jurisdicciones,  reconocen al coronavirus como enfermedad laboral.

Según voceros de la CSI “las diez jurisdicciones mejor calificadas en el estudio, que incluyeron Argentina, Massachusetts, New Hampshire y Nueva Jersey, brindan el mejor apoyo para los trabajadores afectados por COVID-19. Sin embargo, estas jurisdicciones representan solo el 2 por ciento de la población activa mundial, lo que deja a la gran mayoría de los trabajadores con provisiones y beneficios limitados si se ven afectados por el virus”. 

Del mismo modo se detalló que “un poco más de la mitad (98 jurisdicciones) reconocen el COVID-19 como una enfermedad ocupacional a través de un proceso regulatorio formal, que permite a las personas que han contraído el coronavirus en el trabajo acceder a protecciones y derechos sociales, como el subsidio de enfermedad, la atención médica y el reemplazo de salario que de lo contrario les sería negado”. 

Voceros de la organización sindical internacional, explicaron que  “incluso cuando se reconoce que COVID-19 es una enfermedad ocupacional, los gobiernos a menudo niegan injustamente los beneficios porque los trabajadores no pueden demostrar que contrajeron el virus en el trabajo. Para remediar este problema, algunas jurisdicciones (6 por ciento de las examinadas) han adoptado presuntas leyes o políticas, lo que significa suponer que la enfermedad se contrajo en el trabajo”.

Por su parte,  Christy Hoffman, Secretaria General de UNI Global Union, expresó que  “los gobiernos le están fallando a los trabajadores de primera línea que apoyan a nuestras comunidades durante la pandemia al obligarlos a asumir las cargas físicas, psicológicas y financieras del COVID-19 por su cuenta”. 

“Estos trabajadores, a menudo mujeres, migrantes y trabajadores de color, no deberían tener que elegir entre su salud personal y su salud financiera. El reconocimiento de COVID-19 como una enfermedad ocupacional junto  con la calificación automática de beneficios para los trabajadores de primera línea ayudará a garantizar que los trabajadores tengan las mejores oportunidades de obtener los beneficios y la compensación que merecen”, subrayó la representante de la UNI.

En tal sentido, Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, señaló que “no podemos dejar que los trabajadores de primera línea se queden sin protección social. Una recuperación resiliente necesita un nuevo contrato social, que brinde a los trabajadores la mejor oportunidad posible de obtener los beneficios y la compensación que merecen, con un Fondo Mundial de Protección Social como primer paso hacia los derechos universales”. 

Al mismo tiempo agregó que “para ello, hacemos un llamado a la Organización Internacional del Trabajo para que reconozca con urgencia al COVID-19 como una enfermedad ocupacional, como parte del impulso para hacer de la salud y seguridad ocupacional un derecho fundamental”. 

La investigación demostró que “sólo diez jurisdicciones (5,5%) recibieron las calificaciones más altas que indican disposiciones buenas o muy buenas para reemplazo de salario, tratamiento médico, subsidio de enfermedad y prestaciones por fallecimiento”. 

De tal forma “el subsidio de enfermedad estaba disponible en 104 jurisdicciones, lo que significa que casi el 43% de los trabajadores no tenía acceso a licencia por enfermedad remunerada. Solo el 6% de las jurisdicciones estudiadas tenían presuntas reglas, regulaciones, leyes o políticas que otorgan acceso automático sin prueba, a tratamiento médico y reemplazo de salario para todos los trabajadores. Sin embargo, al considerar a los trabajadores de la salud este porcentaje se elevó al 17%”. 

En este marco “Argentina recibió el puntaje más alto entre los países, lo que demuestra que un fuerte apoyo a los trabajadores no depende de la riqueza de una nación. En Alemania y los países nórdicos, con la legislación existente sobre enfermedades infecciosas, los trabajadores que contraen COVID-19 tienen acceso automático a licencia por enfermedad, reemplazo de salario y atención médica”. 

“No se necesitó ningún cambio formal en la legislación para apoyar a los trabajadores. Estos países tienen algunos de los mejores ejemplos de cómo un país podría prepararse para futuras pandemias”, se expresó a modo de conclusión.

 

 

25/5/2021

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