Por Daniel Capa
Todos coinciden en que el primer tramo (y seguramente prolongado primer tramo) del próximo gobierno popular será una gestión en medio de la “emergencia argentina”. Todo estará en emergencia. Emergencia alimentaria, económica, laboral, financiera, industrial.
También que la etapa que viene requerirá de un amplio acuerdo político y social para garantizar el cambio de orientación en el rumbo económico del país con eje en la reconstrucción del mercado interno.
Insólitamente, el macrismo, pretendió convencer al pueblo argentino (¡¡nada menos que al pueblo argentino!!) de que la base para el crecimiento de un país era el desorden familiar, el endeudamiento nacional y personal, el ajuste del consumo, la reducción salarial.
Vendrá ahora la esperanza de cambiar (¡¡una vez mas!!) el paradigma de la base de sustentación para el crecimiento de una Nación y de su gente: empleo, salario, consumo, Pymes.
Una extraordinaria elección del peronismo el 27 de octubre (como parece que será), le ofrecerá al nuevo presidente una importante legitimidad de poder frente a los actores que inciden en la vida de todos los argentinos para alinearlos en la idea de pacto de reconstrucción.
Pero el voto masivo, también será una fuerte demanda de soluciones urgentes que no siempre siguen los ritmos de las construcciones políticas. Será clave, para el próximo gobierno popular, el éxito y la celeridad en la puesta en marcha del acuerdo social.
En un contexto de emergencia global, la Argentina necesitará recomponer, restituir, recuperar, para avanzar mas a largo plazo en la profundización de un modelo de país mas permanente, a favor de los intereses populares.
Posiblemente, esta etapa inicial determine un gobierno mas a la defensiva, sometido a tensiones varias en el sendero hacia el restablecimiento de derechos básicos. Defender con un diseño de ataque no parece ser una mala idea (así dicen los maradoneanos al menos).
Alberto Fernández, un gobierno en modo DES.
Las primeras señales tendrán que mostrar un camino hacia el DESempobrecimiento del pueblo argentino, en especial en parar el hambre al que fue sometido buena parte de la población. El refortalecimiento de los comedores populares ayudará a frenar la caída.
El salario y los ingresos en general deberán ser DESbloqueados luego de la brutal paralización y reducción a que fueron sometidos, con las graves consecuencias que produjo en el retroceso del mercado interno, de la producción y del empleo.
El DESendeudamiento familiar pinta ser un tema clave que podrá ser abordado desde distintas formas. Las deudas personales son el otro gran endeudamiento argentino. En particular, los beneficiarios de AUH y jubilados que le deben plata a la Anses tras aceptar préstamos que sirvieron para pagar luz, gas o salvar algunos días con alimentos.
Como ya fué anunciado, se DEStinarán los medicamentos gratuitos a los jubilados y jubiladas que resuelva de inmediato la delicadísima situación personal que se generó como una de las postales mas dramáticas de la catástrofe nacional que dejan los gobernantes actuales.
Las Pymes, generadoras del 70 por ciento del trabajo argentino, requieren particular mirada. Mucho de su reconstrucción tendrá que ver con la decisión de DESactivar la bomba financiera que deja el macrismo. Financiamiento y tasas de interés a favor de la producción, ayudarán para acompañar el proceso de vigorizar al poder de compra de los salarios.
DESdolarizar precios claves de la economía, incidirá directamente en la salud de las pequeñas y medianas empresas y en la vida concreta de los hogares. Luz, gas, combustibles, pan, zonas de alto impacto en la canasta estratégica de cada familia y de cada empresa.
Los DESafíos son grandes y complejos.
DESmarcarse del Fondo Monetario, DESandar grietas secundarias, DESterrar modelos antipopulares, marcará el andar del futuro gobierno hacia el DESarrollo de un país para todos.
*Productor, periodista. AGN Prensa Sindical.