Por Redacción
El verano no trae descanso para la dirigencia sindical. Tras un año de lucha, como lo fue el 2018, el año nuevo promete ser más duro. En ese diagnóstico coinciden la mayoría de los referentes sindicales de diversas extracciones. El verano, en todo caso, sirve para reflexionar y planificar el futuro inmediato.
La brisa cálida apañó a la tarde que se hacía dueña del territorio con clama, en Campana. Hasta allí se acercó AGN Prensa Sindical para dialogar con el Secretario General del SUPA Bajo Paraná, Héctor Rojas:
– ¿Cómo empezó el año para los Estibadores Portuarios de la zona?
– Terminamos el año renegando y lo empezamos de la misma manera. Pero bueno, como le digo a los compañeros siempre, hay que tener fe y esperanza, tratar de cuidar el puesto de trabajo como podamos, tener cintura para poder negociar con los empresarios y lo que esperamos es que este año se reactiven un montón de cosas que quedaron dormidas desde que está este gobierno y apuntar a eso, apuntar a la reactivación y tratar de acompañar esos objetivos.
– El 2018 dio muestras de una avanza hostil del gobierno contra el Movimiento Sindical, ¿considerás que en el 2019 esa política se va a profundizar?
– Hay un ejemplo claro de este ataque en el caso de las aerolíneas con Fly Bondi, donde el gobierno quiere imponer un gremio nuevo. Viendo ese avance, donde algún gremio le moleste al gobierno te va a querer imponer un nuevo sindicato que sea obsecuente a ellos. Nosotros vamos a seguir defendiendo lo que tenemos, vamos a pelear y defender el convenio. Se está hablando mucho de la reforma laboral, todo lo que sea reforma es malo para los trabajadores. Este año va a ser un año de lucha en defensa, no solamente de los puestos de trabajo, sino de los convenios colectivos de trabajo.
– ¿En el contexto de esta avanzada hay una campaña mediática y política contra el SUPA Bajo Paraná con acusaciones sin pruebas?
– Esto viene sucediendo hace cinco años. En los últimos dos años esto tomó relevancia a nivel nacional con medios nacionales, que ya sabemos cuales son. Creo que para que se agite de nuevo algo repetido es porque hay alguien con mala intención detrás de todo esto. Si bien, desde que arrancaron estas denuncias fueron mal intencionadas, porque pasó tanto tiempo y la justicia nunca me citó. Uno tiene la conciencia tranquila porque sabe que no hemos hecho nada mal y esto me da la fuerza necesaria para seguir batallando. Uno está entrando en lugares y situaciones de discusión que a algunos les puede llegar a molestar y cuando a X personajes políticos, sindicales, empresariales les molesta, salen con estas campañas. Estamos preparados para aguantar el golpe y para seguir hacia adelante. Yo, obviamente, rechazo repudio y desmiento todo ese tipo de denuncias no solamente hacia mi persona sino también para con el gremio. Porque este gremio es, medianamente, nuevo y venimos a los golpes tratando de crecer y ocupando espacios de discusión preponderantes, donde seguramente, te repito, alguno se debe sentir afectado y revuelven esas denuncias donde nunca hubo pruebas. Un periodista llegó a decir que yo vendí un puerto en 7 millones de dólares, que lo fundí y vendí hasta las chapas y la verdad es que hace muchos años que no piso ese puerto, cuando había trabajo, hace ocho o diez años, fue cuando se trabajó el último barco. Uno tiene la conciencia tranquila, la frente en alto y las ganas de seguir para adelante. Voy a seguir defendiendo a este gremio porque lo amo, me gusta mi trabajo, quiero mucho a los afiliados que son los que nos bancan para que nosotros podamos representarlos y la verdad es que a veces soy hasta fanático de mi trabajo y no lo voy a dejar y no les voy a dar el brazo a torcer a estos malintencionados que ensucian el camino.
– ¿Molesta qué se trabaje por la Justicia Social?
– Obvio que molesta. Nosotros, entre los gremios de la zona, hicimos un censo en los sectores de trabajo, y observamos que desde que está este gobierno se han perdido entre 10.000 y 12.000 puestos de trabajo en todos los sectores: Químicos, construcción, metalúrgicos. Todos los sectores han perdido puestos de trabajo. Alguien tiene que discutir eso, alguien tiene que pelearlo. Nosotros tenemos una regional de CGT que lamentablemente hace un año que no genera ninguna reunión. ¿Qué hicimos nosotros ante esa falta de acción? Nos juntamos varios gremios y ahí empezamos a tener reuniones, hubo muchos compañeros que se empezaron a sumar y armamos el CEL, el Centro de Estudios Laborales. Eso llevó a la idea, que salió del compañero Julio Gonzáles de la UOCRA, de formar la Multisectorial Sindical Zárate, Campana, Lima, Baradero. Eso es trabajo social, porque con la Multisectorial estamos haciendo mucho trabajo social y hay mucha gente que se siente molesta con nuestro trabajo. Pero lo vamos a seguir haciendo, este año se va a profundizar todo ese trabajo. Vos fíjate que hubo una Marcha de las Antorchas el jueves pasado en capital, ahora va a haber otra en Rosario y después en Mendoza, allí vamos a participar porque hay cosas que reclamar. Las intenciones políticas de este gobierno tienen que ver con ir sobre los convenios colectivos y nosotros vamos a defender al trabajo y a los convenios. Con el trabajo social venimos ayudando a distintos comedores comunitarios, estamos trabajando con la Juventud Sindical del Cel, del gremio, de los distintos sindicatos, donde hacemos campeonatos de truco, de fútbol, donde lo recaudado sirve para darle una mano a algún comedor de un barrio o a un hospital y eso molesta políticamente por eso salen a difamar.
– Por último, ¿Qué representa ser estibador portuario en la actualidad, sobre todo si se tiene en cuanta los cambios que generó el impacto tecnológico en la actividad?
– Uno no está en contra de la tecnologización porque es algo que uno no puede frenar, es algo que no solamente pasa en Argentina sino también en otras partes del mundo, hay que adecuarse a los tiempos. Pero siempre reclamándole al sector empresario que le permitan al estibador ser partícipe de su formación para que los nuevos espacios el estibador portuario también lo pueda ocupar. Hace más de 25 años que soy estibador, lo llevo en la sangre, en la piel, me encanta ser estibador. Mi viejo un día me llevó a laburar al puerto, yo pensé “acá me voy a morir”, porque es un laburo bravo, fui, hice un jornal, me gustó y desde entonces no dejé el puerto nunca más. Lo que uno aprendió en el trabajo tiene que volcarlo a los compañeros, pero también hay que adecuarse a la modernización porque esto va creciendo todos los días, todos los días hay algo distinto. Lo que estamos logrando es que el empresario le de el lugar a los estibadores que corresponde, porque históricamente siempre fuimos los últimos en tener una oportunidad, bueno hoy con distintas terminales acordamos que el estibador tiene que terminar el secundario, si no llegó a completarlo, y el que no lo hizo tenga la posibilidad de hacerlo y pueda crecer. Es un incentivo para poder ir subiendo de categoría en la medida que le brindamos los recursos para su formación.
La tardé tendió su manto sobre el final de la charla. El Movimiento Obrero está plagado de historias que tiene diversos trazos según el momento histórico, ninguna de ellas es una historia de la derrota. Es lucha, resistencia y construcción de futuro.
