*Por José Luis Ponsico
El puntero derecho de la historia. El “wing” que junto al brasileño “Garrincha” marcó una época gloriosa. Oreste Omar Corbatta, popular “Loco” nacido en Daireaux, provincia de Buenos Aires, localidad de 1.500 habitantes cuando llegó al mundo el 11 de marzo del´36. En tiempos de penales, todos decisivos, Boca finalista “Copa Libertadores” por los que atajó el misionero Sebastián “Chiquito” Romero; luego Rosario Central, campeón de la Liga Profesional por la intuición de otro experimentado, Jorge “Factura” Broun. Decisivos.
En el camino quedaron varios ejecutantes frustrados. En River contra Central batieron un récord Enzo Díaz, Agustín Palavecino, Gonzalo Pity Martínez y “Manu” Lanzini. Malograron cuatro. Ante Inter de Porto Alegre, eliminados por la misma causa en “la Libertadores”.
Racing cayó en dos instancias desde los doce pasos. Frente a Boca, en la Copa y más tarde ante Central. En ambas el síndrome de “Leo” Sigali remitió al malogrado brasileño “Delem”, que falló ante Antonio Roma, dic 62. En repetir, derechazo al palo derecho del arquero.
Vale el recuerdo para un especialista, Oreste Omar Corbatta con sus gambetas, el juego de “magia”, amague, freno, cambio de velocidad, enloquecía rivales y a la hora de ejecutar los penales casi siempre los engañaba. La mayoría no pudo con él. Apenas cuatro. En 15 años.
Las postales de Amadeo Carrizo, duelo Racing-River, entre 1957/62, el mejor arquero y el más eficaz ejecutante. El longevo “1” de River siempre yendo al palo opuesto. El ucraniano Vladimiro Tarnawsky, Ñuls, San Lorenzo, lo mismo.
Existen estadísticas que otorgan a Corbatta la mayor eficacia. De 72 penales en partidos oficiales, entre 1956/69 convirtió 68. Los héroes fueron el chileno Quitral, tarde, julio del´ 57 cuando Corbatta hizo un gol histórico. En el ´58, Julio Cozzi en Independiente.
En el´59 Antonio Roma, Ferro, uno a uno en Caballito, último minuto, derechazo bajo, palo derecho. En Colombia, curiosamente contra Racing, 1967, Agustín Cejas. El genial delantero estuvo en Independiente de Medellín cuatro años, luego de su paso por Boca.
Corbatta alcanzó relevancia en Racing, a partir del ´56. En un partido contra Uruguay, en el “Centenario” estaba bailando a sus marcadores. Se cuenta que el caudillo José Pepe Sasía, delantero cerebral, bajó a la defensa para “terminar con el baile”
El partido lo ganó Argentina con goles del notable Ernesto Grillo, en el Centenario, “Copa Newton” invierno del ´56. El 2 a 1 casi termina en un escándalo. Una piña de Sasía al genial Corbatta, lo dejó “groggy”. Perdió un diente.
Los médicos de AFA al regreso quisieron solucionar el tema dental. El popular “Loco” se opuso. “Es un recuerdo de la “batalla. Seguiré sin diente”, dijo. Sasía en el ´60 jugó en Boca y varios de su tiempo lo recuerdan por su personalidad.
Hubo otros ejecutantes recordados entre los ’50 y ya entrado el tercer milenio. Todos por encima del medio centenar de ejecuciones. De pronto, el “Nene” José Sanfilippo, el “Inglés” Carlos Babington, el “Kaiser” Daniel Passarella y el tucumano Rafael Albrecht.
De familia muy humilde, Corbatta uno entre ocho hermanos. “Soy fabricante del Licor” bromeaba el genial “wing” derecho. Hizo inferiores en Estudiantes. No quedó. Llegó a la 5ta división. El ex River, Julio Venini, pasado “Pincha”, supo de la salida.
“Un pibe que ya pintaba para “crack” en la cuarta”, comentó Venini estando en River campeón entre 1955, 56 y antes 1952/53. “Hablaba poco, pero en la cancha un demonio. De pronto lo apartaron. Se fue de Estudiantes y todos sabíamos que iba a ser figura”, sentenció.
Juan José Pizzuti, una de las mayores glorias de Racing, compañero de Corbatta entre 1956 y el ´62, a su vez, evocó: “Vivía el complejo de ser casi analfabeto. Con Pedro Dellacha lo queríamos ayudar, pero siendo tan famoso, Corbatta no aceptaba ir al colegio nocturno”.
La revista “Life” de EE.UU. que no se especializaba en notas deportivas, en julio del 57 en el avance de la fotografía -la serie con disparador, una ametralladora para captar imágenes- publicó una tira de ocho notas gráficas con el mejor gol de la Eliminatoria para ir a Suecia 58
El gol extraordinario de Corbatta a Chile en La Bombonera. Partido que terminó 4 a 0 y el genial atacante de Racing obtuvo el cuarto en un contrataque sensacional. Recibió cerca del medio del campo. Corrido al centro. El marcador suyo, apellido Astorga, quedó en el camino Corbatta avanzó como “8” en situación de punta de lanza. Atacante neto. Lo cruzó el “5” chileno, apellido Salazar. El freno y el esquive, lo hizo pasar de largo. Cerca de la media luna. Había vuelto el “3” Astorga. Hubo un amague. Nada por aquí, nada por allá.
Otra vez Astorga en el camino. Corbatta enfiló hacia el arco. Salió Quitral, arquero. En el punto del penal, el Loco amagó darle fuerte, a “quemarropa”. El “1” de Chile se arrojó para tapar un disparo que no fue. Corbatta, cuando estaba en el piso, suave, revés, a un palo.
Considerado uno de los mejores goles de la historia del seleccionado argentino. En marzo Argentina había ganado el Sudamericano de Lima con los Carasucias, Corbatta, Maschio, Angelillo y Sívori. Otra anécdota pintó aquel momento.
El DT. Guillermo Stábile. Amigo de Carlos Peucelle que iba a ser contratado en Lima por el club Alianza, para dirigir Inferiores. Argentina, ocho a Colombia (8-2), seis a Chile (6-2) en medio de fiesta en el Estadio Nacional.
De Peucelle a Stábile, según Dante Panzeri enviado de la revista El Gráfico. Amigo del primero. “Contra Uruguay y Brasil, Pipo Rossi puede tener problemas. Por qué no hacés bajar a Corbatta que tiene mucha resistencia física, a dar una mano en el medio”, orientó
Néstor Rossi gran figura había cumplido 30 años y estaba con un principio de lumbalgia, siendo el “Patrón” del equipo, por clase, técnica, pisada, panorama, juego claro en la salida, sufría cuando la tenían los rivales.
En Uruguay sobresalían el citado “Pepe” Sasía y el goleador Javier Ambrois que pasó a Boca en el 58. En Brasil, la gran figura “Didí” (Waldir Pereira, padre de la “folha seca” y el otro “crack” Zizinho. El problema entonces, cómo neutralizarlos.
Stábile y Peucelle compañeros en el ataque de Argentina, Mundial del 30 en Montevideo. Siempre el primero reconocía sabiduría del segundo. Tema táctico, posicionamiento del medio campo. “Barullo” Peucelle en River, por el estilo de complicar al rival, bajando.
Argentina con la enmienda Corbatta, cerca de “Pipo” Rossi cuando avanzaban los contrarios, el 8-7, bajando cuando la tenían los rivales y yendo a la punta cuando atacaba Argentina. El cambio de esquema resultó. Argentina 4 Uruguay 0 y Argentina 3 Brasil 0. Corbatta clave.
Pizzuti lo quería como un hermano mayor. Le llevaba casi diez años. “Corbatita nos hizo hacer goles a todos. Primero al mendocino (Pedro) Manfredini, luego al Marqués (Rubén) Sosa, lo mismo a (Pedro) Mansilla y a mí. Ninguno bajaba de veinte goles por torneo”, afirmó
En Racing la estadística dice que jugó algo más de 200 partidos contando amistosos con algo más de 80 goles. Cerca de 30 de ellos desde los doce pasos. Salvo a Julio Cozzi el legendario ex Platense, Millonarios de Colombia y el Rojo. Tampoco pudo con Antonio Roma
El Tarzán xeneize estando en Ferro le adivinó el disparo. Corbatta entre Boca y Medellín otros 200 partidos. Entre 1965 y 1969. Con 34 años jugó en San Telmo. En una entrevista con el gran periodista Rodolfo Braceli, el genio reconoció su adicción al alcohol.
Corbatta tenía 55 años cuando falleció el 5 de dic.91. Vivía en una pieza debajo de una tribuna del Estadio de Racing. El popular Cilindro de Avellaneda. Ahí le confesó a Braceli sus desventuras. “Tuve varias parejas. La única que no me falló es ésta”, abrazado a la pelota
El premio a Osvaldo Soriano “Triste, solitario y final” del 73, pudo haberlo escrito otro grande de la literatura, volcado a la cuerda del dramaturgo, Braceli, cuando 15 años antes pintó el ocaso del genio.
Por entonces, escribió: “No habrá ninguno igual” como el tango.
*Columnista de La Señal Medios, Mundo Amateur, Agencia Nacional y Popular y AGN Prensa.
18/12/2023
