Por Redacción
Poner fin al trabajo de niñas y niños a nivel mundial es una de las consignas que se engloban en la conmemoración internacional del Día Mundial contra el Trabajo Infantil. En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo, advirtió que por “primera vez en 20 años, el trabajo infantil va en aumento: 160 millones de niños, casi 1 de cada 10 en todo el mundo, están en el trabajo infantil”.
Por otro lado, este 12 de junio, la OIT aseguró que “la mitad de ellos, 80 millones, están en las formas más peligrosas del trabajo infantil. Ese es el trabajo con una amenaza real a su salud física y mental. El trabajo infantil rara vez sucede porque los padres sean malos o no les importe. No, en lugar de ello, surge de una falta de justicia social”.
En Argentina el último informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina para el período 2022, reveló que donde cerca del 15 % de la población entre 5 y 17 años, un equivalente a 1,3 millones de niños, niñas y adolescentes, realizan actividades domésticas intensivas, así como también actividades económicas.
El 6,9% de esa población está abocada a realizar tareas hogareñas como limpiar, lavar, planchar, cocinar, realizar las compras y cuidar de los hermanos. En tanto, el 9,2 % de los “trabajos” está relacionado con actividades económicas que se desempeñan con un familiar o conocido. En tanto se vinculan con alguna actividad bajo la modalidad de aprendiz para obtener algún ingreso. De este modo, 2 de cada 10 adolescentes tuvieron participación, durante el último año, en algún tipo de actividad económica.
El Director General de la OIT, Gilbert Houngbo, sostuvo que “el antídoto contra el trabajo infantil causado por la pobreza es trabajo decente para los adultos para que puedan mantener a sus familias y enviar a sus hijos a la escuela, y no a trabajar. Trabajo decente significa poner fin al trabajo forzoso, crear lugares de trabajo seguros y saludables, y dejar que los trabajadores se organicen y expresen sus necesidades”.
Al mismo tiempo, precisó que esto “significa poner fin a la discriminación, porque el trabajo infantil suele afectar a grupos marginados. Debemos intensificar nuestra lucha contra el trabajo infantil mediante el apoyo a una mayor justicia social. Si lo hacemos, el final del trabajo infantil no solo es posible, sino que está al alcance”.
En nuestro país la pobreza infantil, según datos de UNICEF y la Iglesia, llega al 69 % en los centros urbanos, lo cual hace que las condiciones de niños, niñas y adolescentes sea en muchas oportunidades extremas. En estas condiciones son muchas las familias que deben salir a buscar recursos para la supervivencia de sus integrantes, donde los más chicos están expuestos a condiciones de explotación.
En tanto, la ONU en relación a lo expuesto por la OIT señaló que “las regiones de África y Asia y el Pacífico juntas alcanzan la cifra de casi nueve de cada diez niños en situación de trabajo infantil en todo el mundo. La población restante se divide entre las Américas (11 millones), Europa y Asia Central (6 millones) y los Estados árabes (1 millón)”.
En esa línea añadió que “en términos de incidencia, el cinco por ciento de los niños están en situación de trabajo infantil en las Américas, el cuatro en Europa y Asia Central, y el tres en los Estados Árabes”.
“A pesar de que el porcentaje de niños en trabajo infantil es más alto en los países de bajos ingresos, su número es en realidad mayor en los países de ingresos medios: el 9 % en los países de ingresos medios bajos, y 7 %, en los de ingresos medios altos”, remarcó la ONU.
Por último, el organismo internacional sostuvo que “las estadísticas sobre el número absoluto en cada grupo de ingresos nacionales indican que 84 millones de niños están en situación de trabajo infantil, el 56 % de los cuales vive en países de ingresos medios, y otros 2 millones viven en países de altos ingresos”.
12/6/2023