*Por Martín Tomassini
Elijo no despedirte. ¿Despedirte de qué? si siempre vas a estar en mi corazón y en el corazón de todos aquellos a los que hiciste feliz.
Elijo creer. Creer que no te fuiste. Si nunca te vas a ir. Porque el amor no desaparece no se esfuma, el amor solo crece y se multiplica.
Elijo pensar. Pensar que todo esto es otra gambeta. Una gambeta que nos hacés a todos para que te dejemos en paz. Una gambeta que le haces algunos para que dejen de chuparte la sangre.
Elijo buscarte. Te voy a buscar en cada tribuna, en cada cancha, escondido entre la gente y cuando te descubra, tu mirada y la mía cómplices se encontraran.
Elijo esperar. Esperar que aparezca alguien con una foto borrosa diciendo que sos vos. En algún pueblo escondido o en alguna playa desierta.
Elijo no escuchar. No quiero oír a los de siempre. A los que por falta de una vida propia, se suben a la tuya para poder brillar en la oscuridad, anuque sea con luz ajena. Tu luz.
Elijo recordar. Recordar los momentos más felices de la vida. Cuando lo único que importaba era la pelota, la que nunca se va a manchar.
Elijo defenderte. Siempre voy a estar del lado Maradona de la vida.
“Oh mamá, mamá, mamá
Oh mamá, mamá, mamá
Sabes por qué me late el corazón?
He visto a Maradona
He visto a Maradona
Oh, mamá, enamorado estoy”
*Secretario Gremial de la Seccional Río de la Plata del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento.
26/11/2020
