Por Redacción
Un informe del Centro de Estudios Metropolitanos reveló que en la Ciudad de Buenos Aires hubo un crecimiento exponencial de la desigualdad económico social que afectó a los barrios más populares nucleados en la zona sur del distrito más rico del país. Según los datos del estudio el pico de tal ascenso se registró durante el 3° trimestre del 2019.
Durante el 4° trimestre del año anterior el promedio “per cápita familiar” fue de un 140 % más alto para la zona norte de la Ciudad, respecto a los barrios populares arraigados en la zona sur. Esta diferencia fue del 125 % en el mismo período del año 2017. El CEM indicó que “esto significa que el aumento de la desigualdad medida por ingresos en la Ciudad de Buenos Aires ha generado un mayor impacto en los barrios más vulnerables de la zona sur de la ciudad, particularmente los comprendidos en las Comunas 4 y 8”.
Durante los últimos dos años la desocupación se ha incrementado de manera sostenida en la Ciudad Gobernada por el macrista Horacio Rodríquez Larreta. Se registró que la misma trepó al 12,2 % en el 4° Trimestre del 2019, en comparación con el mismo período del 2018 donde en las zonas centro y Sur hubo un leve recuperación. En la misma región del distrito, es decir en los barrios populares, la precarización laboral alcanzó un 34, 8 %.
La desigualdad también se ha evidenciado, en términos educativos, en los sectores más vulnerables de la Ciudad. De esta manera el informe del Centro de Estudios Metropolitanos, evidenció que en la Comuna 14 el 89,8% de los adultos mayores de 25 años completó el nivel medio de enseñanza y que solo el 6o,3 % finalizó los estudios superiores. Mientras tanto en la Comuna 8 los porcentajes descienden al 47,1 % y al 14,4 %, respectivamente. “En lo que respecta al acceso al derecho a la educación en el nivel inicial, existen fuertes diferencias en la tasa de escolarización de la población de 3 años: 100% en la Comuna 14 frente al 68,3% en la Comuna 8″, se detalló en el informe”.
En este marco las desigualdades territoriales dentro de la Ciudad son altamente significativas en el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje. Las tasas tasas de repitencia se muestran elevadas en la Comunas más pobres. Así en la Comuna 4 fue, para el 2018, según los últimos registro oficiales, del 36 %, en la Comuna 8 alcanzó el 36,5 %, mientras que en las zonas más acomodadas los porcentajes fueron sensiblemente menos. La repitencia en la Comuna 13 fue del 14,9 % y en la Comuna 14 del 19,7 %.
En materia de salud el estudio mostró que “el 18,6% de las personas que viven en la Ciudad tienen como única cobertura de salud el sistema público y no disponen de ninguna otra cobertura, teniendo que recurrir necesariamente al sistema público. Sin embargo, al interior de los territorios porteños el porcentaje de personas que está en esta situación muestra una variación muy considerable: mientras que en la Comuna 13 sólo es vivida por un 4,4%de la población, en la Comuna 8 el porcentaje asciende al 43,7% de la población”.
En este contexto, la tasa de mortalidad infantil también denotó realidades territoriales diferentes y dispares: “mientras que en la Comuna 2 representa el 3,9%, en las Comunas 4 y 8 es más de dos veces mayor: 8,9% y 8,8% respectivamente”.
El informe evidenció que “al igual que en el resto de los indicadores evaluados hasta el momento, la situación habitacional en la Ciudad de Buenos Aires presenta fuertes diferencia intra-territoriales . Según datos de la DGEyC de la Ciudad, las Comunas 4 y 8 duplican y triplican respectivamente el promedio de hacinamiento crítico y no crítico. El dato contrasta con las Comunas 2 y 14 en donde el más del 97 % vive en una situación sin hacinamiento”.
Está claro que el Gobierno de Larreta no tiene una política concreta para modificar la situación que históricamente afecta a las geografías más populares en la Ciudad. Esa falta de racionalidad social es la que evidenció en macrismo durante cuatros de años de gobierno nacional. El deterioro de políticas públicas tiene que ver con una convicción ideológica donde los pobres, los trabajadores precarizados son meros recursos humanos sostenidamente descartables.
Horacio Rodríguez Larrate goza de protección mediática gracias a la distribución de pauta oficial y rosca políticas de baja estopa que conforma a los periodistas alcahuetes y mercenarios. La realidad de los barrios empobrecidos bajo el ala de su gestión no puede ser ocultada por el emplazamiento del falso metrobus o la construcción de inoperantes bicicendas. El Pro ve a los barrios de la Comuna 4 de la Comuna 8 como potenciales recursos inmobiliarios, para ello necesita eliminar a los pobres de peor manera. Basta con indagar sobre la cifra desorbitantes de incendios intencionales en La Boca, por ejemplo, para tener un panorama detallado de la informado.
La fe en la mano invisible del mercado destruyó la matriz social que integraba a estas barriadas históricas. Los medios y la pedagogía cultural neoliberal unitaria ha desplazado la identidad social de estos barrios al tiempo que lumpenizan a su población. Trabajo solidario de los agentes comunitarios ha evitado que la catástrofe sea aun mayor. No obstante los compatriotas de los barrios humildes corren serios peligros mientras la depredación oligarca no sea combatida y erradicada de la Ciudad más rica del país.
30/04/2020
