Por Redacción
Desde el pontificado del Papa Francisco la Iglesia tiene un fuerte compromiso con la realidad social del país junto al Movimientos de los Trabajadores y a los más humildes. La Semana Social, que se realizo entre el 28 y 30 de junio en la Ciudad de Mar del Plata ha sido testimonio de ello. El mensaje contra el modelo neoliberal conforma un geografía política que no puede ser soslayada. Sin embargo hay dudas de que el campo nacional y popular, en su agenda, se apropie con determinación y decisión de esta agenda.
AGN Prensa Sindical, presente en el encuentro Pastoral Social, dialogó con Jorge Lugones, Obispo de Lomas de Zamora.
¿Cómo evalúa este encuentro dentro del concepto de globalizar la solidaridad?
Esta globalización de la solidaridad que propone Francisco también, evidentemente, en el mundo del trabajo. Hace un reflexión para globalizar la fraternidad, porque la fraternidad es un paso más cuando yo reconozco al otro como un hermano, como una hermana trabajadora o que está en busca de trabajo, a veces son trabajadores pero sin trabajo. Hoy vemos que los desocupados son trabajadores, muchos de ellos buscan trabajos o tienen que hacer trabajo informales para subsistir. Vemos que el deterioro laboral, la fuente tanto de los subempleados, desempleados, como aquellos que a lo mejor tienen un trabajo que no les alcanza para vivir, están buscando algún otro para subsistir ellos y su familia, cada vez es mayor.
El Papa Francisco habla, también, de poner en centro otra vez a la persona, pero no a la persona aislada o individual sino a una persona colectiva. ¿Estamos ante dos ejes trascendentes para un cambio ontológico a nivel existencial?
Si. La persona humana siempre es relacional, si bien decimos que la persona es un ser social la cultural, el ambiente, son necesarios para el desarrollo de la persona humana para que viva en comunidad, porque le hombre y la mujer justamente son un ser social. Por eso que es necesarios creo, sobre todo cuando se dan estas dificultades , esta tristeza que vive hoy el pueblo y sufrimiento, lo más importante es justamente cómo podemos sentarnos a mesas de encuentros en la cuales podamos escucharnos, darnos tiempo, acompañarnos, cuidar, consolar y animar en medio de las dificultades que se están viviendo, socialmente, en la Argentina.
Se habla mucho que el concepto de misericordia es solamente una idea espiritual sin embargo, en el campo social ese concepto también puede ser político en función de como lo pone el Papa Francisco en la mesa de debate.
El Papa Francisco lo pone desde la etimología miserum corde, es decir el manso de corazón, la pobreza de corazón. En el evangelio el pobre espiritual es aquel que está abierto a los demás, que sabe respetarlos, que sabe escuchar y que incluso, muchas veces sufre por el otro. Junto a esto tenemos que agregar a los cirineos y cirineas que viven hoy en nuestras comunidades y acompañan a tantos y a tantas. ¿El cirineo que es? Fue un hombre que lo agarran, en el camino de la cruz, un africano, una extranjero, y prácticamente lo empujan, lo obligan a llevar la cruz de Jesús. Por eso decimos cirinea a todo aquel que acompaña, que lleva la cruz de otros, que ayuda a llevar la cruz a otros y a otras. Por eso digo cuantas cirineas y cirineos tenemos hoy en nuestros barrios, en nuestro territorio y que los tenemos que reconocer porque ellos son también el alma de nuestra sociedad.
Francisco nos dice que tenemos que escuchar, estamos en un mundo donde no nos escuchamos. ¿Se lo escucha al Papa Francisco?
Se lo escucha más en otros lugares que acá. Acá se lo critica, se lo cuestiona. Yo he venido hace poquito de Europa y de hablar con gente de otros países y realmente tienen una valoración y respeto y una mirada tan amplia del Papa Francisco, de sus gestos, de su forma de expresarse, su profundidad y su valentía para encarar los problemas a nivel global y mundial que realmente nos alegra mucho y nos consuela mucho cuando venimos acá y vemos que los medios hegemónicos solamente lo que hacen es bajarlo a un nivel, como decían los sacerdotes de las villas en un documento que salió el viernes, de contienda política local.
En este contexto de crisis, en este contexto angustia que vive la mayoría de la población argentina ¿qué significa evangelizar con alegría?
Bueno, evangelizar con alegría justamente es tender la mano. Cuando Jesús, en el Evangelio, cura al hombre con la mano paralizada le dice: Tendé tu mano y al tender la mano queda curada. Entonces es, bueno si ahora podés extender la mano tendésela a otro, al que necesita más. Tender la mano hoy es comprometerse, necesitamos compromiso y corresponsabilidad, porque Dios nos crea correspondientes, capaz de dar una respuesta ante el hermano sufriente necesitado y hoy, como dice Francisco, con el descartado.
Entrevista: Gustavo Ramírez.
