Por Redacción
En el Reino Unido, la agitación social ha aumentado considerablemente luego del mortal apuñalamiento de tres niñas la semana pasada en Southport, una localidad noroccidental. El ataque ocurrió durante un taller de danza para menores y dejó además a al menos ocho niños y dos adultos heridos, muchos de ellos en estado crítico.
La noticia desató violentas protestas de extrema derecha en todo el país después de que informaciones iniciales identificaran erróneamente al sospechoso como un inmigrante indocumentado. Sin embargo, se confirmó que el atacante, un joven de 17 años, nacido en Cardiff y cuyos padres son originarios de Ruanda, no es un inmigrante sin documentación.
La violencia del fin de semana se reflejó en Plymouth, en el suroeste de Inglaterra; el sur de Belfast, en Irlanda del Norte; y Darlington (norte inglés). En Plymouth, seis personas fueron arrestadas por “desorden público” tras enfrentamientos entre grupos antiinmigración y antiracistas. La Primera Ministra de Irlanda del Norte, Michelle O’Neill, expresó en X su condena a los ataques contra comunidades minoritarias, subrayando que no hay lugar para el racismo en ninguna parte de la isla.
En medio de estos disturbios, un hombre de unos 30 años resultó gravemente herido y seis personas fueron detenidas la noche del lunes. El primer ministro británico, Keir Starmer, aseguró este lunes que los responsables de la violencia del fin de semana enfrentarán todo el peso de la ley. El gobierno ha condenado enérgicamente las acciones de los grupos extremistas y ha instado a la población a rechazar la violencia y la intolerancia.
6/8/2024
